Paolo Rocca y siderúrgicas monopólicas ponen en jaque a las pymes de maquinaria agrícola

Paolo Rocca y siderúrgicas monopólicas ponen en jaque a las pymes de maquinaria agrícola
Techint, Acindar y Aluar les venden insumos más caros que en Brasil. Asediadas por las importaciones, reclaman crédito. La alternativa china, inviable. Por las importaciones, Toto Caputo pone en zona de riesgo a 75 mil pymes

Mientras las pymes de maquinaria agrícola están atrapadas por Techint, de Paolo Rocca, y otras empresas siderúrgicas monopólicas que les venden el acero y el aluminio casi un 50% más caros que en Brasil, haciéndoles perder mercado frente a las importaciones; el programa de Javier Milei y Toto Caputo les produjo, en el primer bimestre, una caída del 16% interanual.

“Todas están esperando que alguien haga algo con Techint, Aluar y Acindar. Hay empresarios que propusieron crear una cooperativa para comprar chapa en conjunto y distribuirla ellos”, dijo un experto que asesora al sector metalúrgico.

El modelo económico libertario va en sentido contrario de lo que reclaman las pymes. No hay control de importaciones, incluso se las incentiva con dólares rápidos y baja de impuestos en algunos rubros. A este escenario se suma un problema de antigua data: el monopolio de las empresas que proveen insumos. “Tampoco Guillermo Moreno se le plantó a Techint y a Aluar durante el kirchnerismo; claro que había crecimiento”, advirtió una fuente del sector metalúrgico.

En jaque por las importaciones de Brasil

El sector de la maquinaria agrícola nacional se paralizó con la sequía del año pasado, por lo que esperan que buena cosecha 2024 sea el combustible para recuperar la marcha. El panorama, sin embargo, no es muy alentador. En la última ExpoAgro, imprimieron muchos presupuestos, pero concretaron pocos negocios. Un expositor atendió a 150 personas interesadas y cerró una sola venta.

“Los negocios no están en la mesa de trabajo”, dijo a Letra P el presidente de la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (CAFMA), Enrique Bertini, y detalló: “El productor tiene rindes de mitad de tabla para arriba, buen precio y margen bruto interesante; pero con el valor de los insumos, si no es propietario, da negativo. Van a levantar la cosecha, comprar insumos, pagar deudas. Después vendrá la decisión sobre la maquinaria. El panorama es crítico, requiere paciencia”.

La caída de la demanda agravó los problemas preexistentes. La Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA) indicó que durante enero-febrero de 2024 la actividad cayó un 13,8% interanual y en ese bimestre ya acumuló una variación negativa de 4,4%. Los tres rubros más golpeados fueron Maquinaria Agrícola, Bienes de Capital y Equipamiento Médico.

Expoagro

Ternium Argentina, del grupo Techint, es casi el único fabricante de acero plano del país y a las pymes les vende la chapa con su sistema de distribución que encarece más el producto. Ternium Brasil provee a productores de maquinaria agrícola brasileños a casi un 50% más barato. Así la materia prima en Argentina es más cara que el producto terminado que se hace en Brasil. El otro jugador, también monopólico, es Acindar, de capitales indios, que les provee aceros largos. Aluar, en tanto, es del empresario argentino Javier Madanes Quintanilla.

El acero chino, alternativa inviable

El acero proveniente de China está ganando mercados en el mundo. “Tenemos una situación compleja comparada con Brasil y con China, que aparece con precios de materias primas muy bajos en la región”, dijo a Letra P Eduardo Borri, dueño de la cordobesa Metalfor.

El empresario consideró que la industria nacional quedó en una encerrona. “Estamos ante la disyuntiva de abastecernos de materias primas más baratas de origen chino, con dumping; o importar productos terminados de la región, que contienen esas materias primas más baratas”.

La fuente del sector aseguró que “el que deja de comprarle a Techint, corre el riesgo de que cuando necesite volver a comprar, le digan que no hay”. Tampoco es fácil cambiar de proveedor por los volúmenes de acero que maneja cada pyme.

El otro problema del sector de maquinaria agrícola es el financiamiento para vender sus productos. Quienes están al frente de chacras y, fundamentalmente los contratistas rurales, están acostumbrados a comprar con crédito. Una máquina grande puede costar u$s600.000.

Pymes vs. multinacionales

Esa es la línea divisoria que cruza al sector en Argentina. CAFMA reúne a las empresas nacionales, un conjunto de 1.200 pymes industriales que generan 35.000 puestos de trabajo, fundamentalmente en el centro del país.

En el otro rincón están las multinacionales, casi todas con sede en Brasil y con plantas en Argentina, que se reúnen en la Asociación de Fábricas Argentinas de Tractores (AFAT): John DeereClassAGCO (Massey FergusonValtra, Challenger y Fendt), entre otras. Son especialistas en autopropulsados: tractores, cosechadoras y pulverizadoras.

Expoagro

CAFMA acusa a las grandes de ser “armadurías, sin integración de piezas nacionales”, por lo que viene batallando por una ley que diferencie a las multinacionales agroindustriales de las pymes locales. El otro objetivo de la cámara es conseguir que el crédito subsidiado por organismos locales les llegue a los socios de CAFMA y no a las multinacionales, que tienen otra espalda para apalancarse. En la gestión albertista, el secretario José De Mendiguren no diferenció las grandes de las chicas y los créditos se los llevaron las multinacionales.

Ahora, los miembros de AFAT ya visitaron al presidente del Banco Argentino de Desarrollo (BICE), Juan Troncoso y al director Nicolás Scioli para “analizar especialmente herramientas de financiamiento”.

“Estamos regalando las divisas a los países vecinos, son u$s700 millones que van a Brasil. El 75% de la maquinaria agrícola proviene de otros países y el 25% se fabrica en empresas nacionales”, aseguró Bertini y diferenció: «Las multinacionales que tienen plantas en el país, no mecanizan piezas, sólo arman las agripartes que importan de Brasil”.