Pero sin analizar la llamada “fuga” de capitales

Pero sin analizar la llamada “fuga” de capitales

El FMI confirmó otra evaluación del programa con el gobierno de Macri

Investigará la aplicación de la política de acceso excepcional en el crédito de 2018, pero sin analizar la llamada “fuga” de capitales

El Fondo Monetario Internacional (FMI) enviará funcionarios a la Argentina a fines de mes para avanzar con una nueva evaluación del programa del gobierno de Mauricio Macri, pero esa investigación no se meterá en una de las discusiones más polémicas: si ese préstamo otorgado en 2018, el más alto en la historia del Fondo, se destinó a alimentar una “fuga” de capitales, tal como argumentan el oficialismo y el ministro de Economía y candidato presidencial, Sergio Massa.

En su entrevista con Luis Majul por LN+, Massa anticipó la nueva visita de los funcionarios del Fondo y afirmó que comenzarán una “investigación sobre la fuga de capitales del préstamo stand-by de 2018”.

Pero el objetivo de la investigación del FMI será otro:

La Oficina de Evaluación Independiente (IEO, según sus siglas en inglés), un cuerpo de la gerencia del organismo que ejerce sus funciones de forma autónoma respecto del board, examinará el uso de la política de “acceso excepcional” del Fondo, que le permitió al gobierno de Macri acceder al préstamo por US$57.000 millones, el más elevado en la historia del Fondo.

Desde la IEO anticiparon a la nacion diseño y la aplicación de los principales elementos de la política de acceso excepcional”, que incluyen cuatro criterios: si el país necesita un préstamo elevado, si su deuda es sostenible, si puede recuperar el acceso a los mercados, y si el programa respaldado por el Fondo tiene perspectivas de éxito. Esos criterios se aplicaron para el préstamo de Macri, pero también para el crédito que obtuvo el gobierno de Alberto Fernández para refinanciar esa deuda.

La Oficina de Evaluación Independiente dijo que es una “práctica habitual” visitar los países relevantes para recabar las opiniones de los actores clave a nivel nacional sobre los temas evaluados, y que la visita a la Argentina está prevista para fines de este mes. La evaluación se completará a fines de 2024.

Una brutal fuga de capitales

Massa, el kirchnerismo y el resto de los integrantes del gobierno de Alberto Fernández han sostenido que el programa de Macri con el Fondo fue utilizado para financiar una brutal fuga de capitales, violando las reglas del organismo. El macrismo ha negado de manera rotunda esa acusación, al afirmar que los recursos que desembolsó el organismo fueron utilizados para pagar deuda emitida para financiar el déficit fiscal. El Fondo negó de manera tajante que el programa de Macri hubiera violado sus reglas.

El nuevo análisis del Fondo completará el trabajo que realizó el economista del staff, Odd Per Brekk, presentado a fines de 2021, una autopsia del programa Macri llamada “evaluación ex-post”. La evaluación de Brekk concluyó que el programa económico de Macri tuvo una estrategia “demasiado frágil” para encarrilar una economía plagada de problemas, y fracasó por un cóctel explosivo de desaciertos, falta de apoyo, restricciones y errores de diagnóstico, en el que sobresalen dos: un “espacio político limitado” para implementar reformas estructurales, y el rechazo de la administración macrista a reestructurar la deuda y restaurar el “cepo” para fortalecer el plan.

“En última instancia, la estrategia del programa resultó demasiado frágil para los desafíos estructurales profundamente arraigados y las realidades políticas de la Argentina”, indicó el Fondo.+

Sin reestructurar la deuda ni restaurar el “cepo»

Ese informe tampoco se metió en la discusión acerca de si el programa alentó o avaló la fuga de capitales. Pero una de las críticas sobresalientes de ese trabajo a la gestión macrista, que fue bienvenida por el Gobierno, apuntó a una decisión central de la política económica del gobierno de Cambiemos: apostar al ajuste fiscal y el control del dólar sin reestructurar la deuda ni restaurar el “cepo”. La Argentina, sugiere el informe de Brekk, debió renegociar con los acreedores y colocar controles de capitales antes de las elecciones primarias de 2019, que marcaron un giro político, y desataron el último y más brutal azote de los mercados que terminó de aniquilar el plan.

“Se entendió bien que el programa era de alto riesgo: desde el principio, se evaluó que la deuda pública era ‘sostenible pero no con alta probabilidad’. Dada esta evaluación, una operación de deuda temprana, combinada con la reintroducción de medidas de gestión de los flujos de capital, podría haber generado un programa más sólido”, indicó el informe.

“Es importante destacar que las autoridades descartaron una operación de endeudamiento y la reintroducción de medidas de gestión de flujos de capital, y no hubo un ‘plan B’ acordado con las autoridades desde el principio”, agregó el trabajo.

Fuente: La Naciòn