El Gobierno ajustó el cinturón y recortó el gasto público para cumplir con el FMI

El Gobierno ajustó el cinturón y recortó el gasto público para cumplir con el FMI

El gasto público hasta el tercer trimestre del 2023 fue del 1,5% del PBI y la meta con el FMI es del 1,9% en todo el año. Quedan los meses más difíciles y el Gobierno apuesta a llegar a la cifra acordada

EL Gobierno intenta cumplir con la meta fiscal pautada con el FMI

Con el fin de cumplir con la meta del 1,9% de déficit fiscal para el 2023 con el FMI, el Gobierno ajustó el cinturón y recortó el gasto público en siete de los nueve meses del año, según un informe privado. Incluso, en agosto y septiembre, meses marcados por la devaluación y el salto inflacionario, el gasto se contrajo casi un 6% promedio real. El rojo acumuló hasta septiembre un 1,5% del PBI, pero aún quedan enfrentar los meses más complejos. En medio de esa baja, las prestaciones sociales tuvieron una caída del 5,5% real en el tercer trimestre. Luego del balotaje, el Fondo sabrá quién será su interlocutor de cara a los próximos cuatro años.

La situación fiscal en Argentina sigue delicada

La consultora Sarandí difundió un informe sobre gasto público en el que destacó que «la situación fiscal en Argentina sigue delicada, con una continuidad de trece años al hilo con cuentas públicas en rojo». Además, alertó que en 2023, a las exigencias del programa de Facilidades Extendidas con el FMI, se le sumaron la escasez de recursos por la sequía que hizo perder al Estado unos USD 20.000 millones.

«Todo esto se combina con un proceso electoral largo, que pone un piso alto a las partidas con mayor incidencia política. El gasto público consolidado registró una caída en siete de los nueve meses del 2023 con datos disponibles. Incluso en agosto y septiembre, meses electorales por excelencia, el gasto se contrajo 5,9% promedio real», explicó la consultora.

En esa línea, el informe destacó que la caída en el gasto público arrancó con la salida de Martín Guzmán del Ministerio de Economía, que fue reemplazado luego de un mes por Sergio Massa, con la titularidad interina de Silvina Batakis durante julio. «El primer mojón de moderación fiscal lo puso Batakis con un programa muy restrictivo que calzaba erogaciones con las proyecciones reales de caja. En igual sentido, anunció el congelamiento de la planta de personal junto con la implementación de un sistema de cuentas únicas para centralizar las prioridades del gasto», detalló el escrito.

Y aseguró: «Massa puso en cuadro la política fiscal con un recorte de partidas para la gran mayoría de funciones del sector público. El punto máximo de austeridad se dio al cierre del 2022, cuando la caída del gasto trepó al 20% contra la inflación».

Jubilaciones diciembre 2023: qué pasa con los ingresos y la inflación

En ese marco de ajustes, el bloque de prestaciones sociales, que representa un 54,6% del gasto y se compone por mayoría de cuentas ajustables por inflación, fue el más afectado: solo en el tercer trimestre, presentó un recorte del 5,5% en términos reales. Es decir, que a pesar de los bonos, el aumento por movilidad y las otras medidas en búsqueda de contener ingresos no fueron suficientes ante la disparada inflacionaria que llegó al 12,4% en agosto y al 12,7% en septiembre.

«Este ajuste hace buena parte del ‘trabajo sucio’ para evitar que el déficit se dispare, dada su alta incidencia y su gestión centralizada en la órbita de la administración central. El desglose de las prestaciones sociales muestra para los primeros tres trimestres 2023 un ajuste real del gasto jubilatorio del 7,4% y de las asignaciones familiares (incluida AUH) en el orden del 27,4%. Puede resultar paradójico que este retroceso ocurra a pesar de tratarse de mayoría de rubros indexados», explicó la consultora Sarandí.

Súper inflación

«La razón está en las características del proceso de súper inflación, que por su velocidad licúa mucho más rápido de lo que la fórmula recompone. El Gobierno compensa parcialmente sobre sectores vulnerables a través de transferencias de ingresos, pero no alcanza ante una marcha de precios agobiante», remarcó.

La meta fiscal con el FMI aprobada en 2022 es de un rojo de $3,2 billones, el equivalente al 1,9% del PBI. Hasta el tercer trimestre del año, el país acumuló un déficit fiscal del 1,5% del PBI y el Gobierno tiene la misión de contener el gasto 0,4 puntos para cumplir con ese objetivo en dos meses que son históricamente difíciles como lo son noviembre y diciembre.

En ese marco, el FMI también pidió un «sinceramiento de los precios relativos», entre ellos, de los subsidios. Según el análisis de la consultora, el gasto por subsidios económicos retrocedió un 23% en términos reales para los primeros tres trimestres del año que se explicaron por «una menor cobertura del Estado sobre la tarifa de los servicios energéticos, cuya incidencia se redujo en 0,2 puntos del PBI durante 2023».

Fuente: BAE