El sector fabril anotó una mejora de 0,2% mensual durante septiembre

El sector fabril anotó una mejora de 0,2% mensual durante septiembre
La industria se repuso del efecto de la sequía y logró crecer por segundo mes consecutivo 

La industria acumuló en septiembre su segundo mes consecutivo de crecimiento y mostró una mejora mensual del 0,2%, lo que implicó, con todo, una desaceleración respecto a la suba de 0,5% que había registrado en agosto, según el INDEC.

En un mes todavía marcado por las consecuencias de la devaluación posterior a las PASO, el Gobierno priorizó moderar la caída del PBI ante los efectos de la sequía, la escasez de divisas y el pico inflacionario y logró establecer una actividad económica “más resiliente”, de la mano de un mayor consumo, en parte por las estrategias de cobertura de los hogares y en parte por las medidas para apuntalar ingresos, y gracias a haber conseguido fuentes de financiamiento alternativas para importaciones como lo fue el swap con China. A nivel interanual las fábricas produjeron un 3,6% menos.

El Índice de Producción Industrial Manufacturera (IPI) que difundió el INDEC reveló un crecimiento en septiembre del 0,2% mensual desestacionalizado y una variación negativa tanto en la medición interanual (3,6%) como en el acumulado del 2023 (0,4%). Además, nueve de las dieciséis divisiones del sector fabril presentaron bajas en la comparación con septiembre del 2022.

Dentro de los límites impuestos por la escasez de dólares

LCG destacó que el resultado positivo de septiembre se explicó porque, en lo que va del año, “la política impulsada por el ministro de Economía se centró en intentar mantener el nivel de actividad dentro de los límites impuestos por la escasez de dólares, permitiendo más importaciones cuando fue posible aunque deteriorara el resultado comercial externo”.

En esa línea, el jefe de Research de Ecolatina, o Manoukian, consideró que a nivel general “lo que se está viendo es una actividad económica más resiliente de la esperada”. Y agregó que la fuerza en sentido contrario fue la sequía: “Cuando uno tiende a excluir los impactos del agro, se ve que la actividad estuvo creciendo. En ese sentido, el Gobierno estuvo apelando a distintas fuentes de financiamiento alternativo como para evitar que la actividad cayera y mantener un nivel de importaciones consistente, como el swap de monedas con China”.

Luego de la devaluación fiscal de julio y la suba del dólar oficial tras las primarias, con su posterior impacto inflacionario, el consumo jugó un papel clave, tal como afirmó Manoukian: “El consumidor buscó desprenderse de los pesos rápidamente por la propia desvalorización de la moneda y anticipó compras de bienes y servicios que convalidaron este sostenimiento de la actividad”. De hecho, tras las primarias, Ecolatina pronosticó una caída del PBI de 2,8% y luego lo corrigió a 1,5%.

Un crecimiento leve

“Si bien la actividad industrial cae por momentos, este mes creció en forma más leve, pero fue un crecimiento mensual al fin. Dentro de la industria, la maquinaria agrícola, la molienda de cereales y oleaginosas y los agroquímicos, fueron los más golpeados. Por eso habría que analizar qué pasa con el resto. Estamos viendo que el Gobierno logró aislar un poco el efecto de la sequía sobre la economía”, concluyó Manoukian.

De todos modos, hacia fin de año, la lupa volvió a ponerse sobre el acceso a las importaciones que necesita la producción fabril. “Si bien se mantiene vigente, el acceso a dólares líquidos para pagar las importaciones se viene acotando, lo cual podría incidir en la disponibilidad de insumos para el último bimestre del año”, aseguró LCG. Recientemente, en un diálogo con la UIA, el ministro de Economía, Sergio Massa, prometió regularizar las SIRA después del balotaje.

Fuente: BAE