Pasquali, de Fernández Laya: “en confrontación con los bonistas, la tensión se reflejaría en el dólar”

Pasquali, de Fernández Laya: “en confrontación con los bonistas, la tensión se reflejaría en el dólar”

La expectativa crece tanto como la incertidumbre en plenos momentos de definiciones respecto a cómo avanzará la posible renegociación de la deuda externa con el Fondo Monetario y con los acreedores privados. Sobre este aspecto, y las inversiones recomendadas para esta difícil actualidad, conversó Rubén Pasquali, analista de Fernandez Laya, con BANK MAGAZINE.

Por Mariano Jaimovich

-¿Es momento para invertir?-Analizando el mercado local, toda decisión de inversión pasa por un tema central: la definición de la reestructuración de la deuda. Cambia drásticamente el escenario si se resuelve de manera más o menos amigable, o bien, si vamos a un nuevo default técnico con enfrentamiento con los bonistas. Si se diera el escenario más benigno, tanto acciones como bonos podrían tener una apreciación significativa a partir de los valores actuales. En caso de un escenario de confrontación, la tensión se reflejaría en el tipo de cambio con aumento significativo de la brecha cambiaria y del nivel de riesgo país. 

-¿Qué cree que sucederá entre estos dos escenarios?
-En mi opinión, hay más posibilidades de que la resolución del problema se logre sin llegar al extremo del default porque el costo-beneficio sería muy negativo para el Gobierno. Pero es muy probable que, mientras dure el proceso de negociación, veamos escenarios con mucha volatilidad en los precios.

-¿Qué activos están recomendando para inversores particulares?
-En el caso de las acciones, creemos que tienen más potencial aquellas que tienen ingresos en moneda dura como las exportadoras y los Cedears de algunas empresas americanas. Por el momento, preferimos no invertir en acciones ligadas a los servicios públicos teniendo en cuenta el escenario de congelamiento de precios, ni tampoco en bancos hasta tener una idea más clara de la resolución del tema de la deuda. También la caída de las tasas de interés reduce el atractivo de estas acciones por la merma en la rentabilidad. Además, a partir de este año deberán presentar sus estados contables ajustados por inflación, lo cual, presumiblemente, afectará negativamente sus resultados.

-¿Cuáles son las acciones preferidas?

-En base a lo expuesto, seleccionamos acciones como Ternium, Aluar, San Miguel y, pensando en el potencial de Vaca Muerta, YPF y TGS. También creemos que en una segunda etapa el sector relacionado con el consumo puede verse favorecido. En este rubro hay varias exponentes como Molinos, Morixe Hermanos, Patagonia  y Mirgor, entre otras.

-¿Y en bonos qué selecciona?
-En títulos públicos, para los más arriesgados y sabiendo que van a entrar en un reperfilamiento, el Bonar2020 es una opción atractiva por su elevada TIR. También hay posiciones que se arman pensando en que se va a respetar a los bonos que ya fueron reestructurados. En este sentido, el Discount en dólares y el bono Par son muy buenas alternativas. Personalmente, creo que no tiene sentido la diferencia de precio entre las legislaciones argentina y Nueva York, porque considero que el Gobierno no debería tener trato diferencial entre ambas, habida cuenta que necesitará al mercado local, casi como única alternativa, para conseguir nuevo financiamiento. Los bonos en pesos son también una buena alternativa teniendo en cuenta la elevada rentabilidad que poseen y la decisión del Gobierno de honrar estos compromisos. 

-Respecto a los títulos corporativos, ¿dónde están las oportunidades?
-Para los inversores corporativos son atractivas las Obligaciones Negociables de empresas de primera línea, como YPF, Aluar o Cresud, que hicieron colocaciones recientes en moneda dura. También bonos en pesos de corta duración como el AF20, A2M2 o TC20 son oportunidades con cierto riesgo, pero con grandes posibilidades de ser honradas por el Gobierno y con una muy buena rentabilidad.

-¿En qué están invirtiendo la liquidez que poseen?
-Básicamente, la liquidez la invertimos en instrumentos de corto plazo, como cauciones en pesos o en los bonos mencionados en el punto anterior.

-¿Cuáles son sus pronósticos sobre el dólar?
-Creemos que el dólar oficial se mantendrá sin muchos cambios y, tal vez, con algún ajuste en el tiempo para no retrasarse demasiado con respecto a la inflación. Pero vemos un retraso en términos reales para este año. Por otra parte, la brecha con las otras variantes de dólar dependerá en gran medida de cómo avance la negociación de la deuda pública. A mayores niveles de riesgo país, mayor será la brecha cambiaria y viceversa.

-¿Qué ocurrirá con las tasas de interés?
-Las tasas de interés tendrán un recorrido descendente por decisión del Banco Central. Y, seguramente, serán perdedoras frente a la inflación. Creo que sólo una ampliación de la brecha cambiaria más allá de lo tolerable modificaría esta decisión de la autoridad monetaria.

-En base a todo este panorama, ¿qué expectativas tiene para el mundo inversor?
-Creo que los primeros meses pueden ser un «veranito» para los mercados si se mantiene la sensación de que el Gobierno busca una negociación amigable para el tema de la deuda. Es un tema central. Más allá de eso, los inversores y, sobre todo, los extranjeros miran con atención las medidas tomadas por el poder ejecutivo. La búsqueda de un cierto equilibrio fiscal a partir de las primeras medidas de ajuste tomadas fueron bien recibidas, pero falta la presentación de un plan que garantice la sustentabilidad de la deuda. Este plan y medidas que apunten a un crecimiento de las economía son temas que van a ser monitoreados de cerca por la comunidad inversora. Todavía hay tiempo, pero no abunda por la magnitud de la crisis.-