Los “bonos pandémicos” del Banco Mundial podrían dejar de pagarse

Los “bonos pandémicos” del Banco Mundial podrían dejar de pagarse

Son títulos con los que, si se desata una pandemia, el inversor pierde parte de lo invertido ya que esos montos se utilizan para cubrir costos. Pero si no se da, el bonista recupera lo invertido y la rentabilidad del instrumento

En 2017, con el objetivo de recaudar fondos de emergencia para ayudar a los países en vías de desarrollo que pudieran verse afectados por una pandemia, el Banco Mundial emitió dos series de bonos por un total de u$s 320 millones.

Las condiciones de los títulos podrían resumirse en que los bonos en cuestión pagarían intereses, de hasta un 11,5% anual, siempre y cuando no se desatara una pandemia o se dieran ciertos requisitos propios de ellas. Pero una vez que esas circunstancias se dieran, el repago a los acreedores se interrumpiría y el capital generado se utilizaría para ayudar a los países pobres que se vieran afectados por la emergencia sanitaria.

Es decir, si efectivamente se desata una pandemia, el inversor pierde parte o la totalidad del dinero invertido en el bono, que se utiliza para cubrir los costos. En cambio, si no se produce, el inversor recupera el dinero invertido y la rentabilidad del instrumento.

Los pagos no se interrumpieron durante anteriores brotes infecciosos, como la epidemia de ébola de agosto de 2018 en Uganda y la República Democrática del Congo, informó la BBC. Sin embargo, la cadena de noticias británica indicó que “los inversores parecer creen que con el brote de coronavirus que se originó en China la cosa será diferente”.

Emitidos con el apoyo de países desarrollados como Alemania y Japón, el Banco Mundial lanzó los bonos en dos tramos. Según el Financial Times los bonos del llamado “Tramo B” –la más riesgosa de las dos series– ya se están negociando “a un promedio de 57 centavos por dólar, lo que sugiere que un pago es probable”.

Para activar a los bonos del “Tramo B”, consignó la BBC, tienen que haber pasado 12 semanas desde el brote inicial, lo que en el caso del coronavirus ocurrirá el 23 de marzo. Además, la enfermedad tiene que haber provocado al menos 250 muertes en el país de origen, una cifra ampliamente por el coronavirus en China. Pero además, es preciso que el virus haya cruzado una frontera internacional y provocar al menos 20 muertes en un segundo país, lo que según los datos oficiales todavía no ha ocurrido.

Los bonos del denominado “Tramo A”, por su parte, se activan una vez que se han registrado al menos 2500 muertos. Y el hecho de que los títulos del “Tramo A” –que paga un interés anual del 6,9% por encima del LIBOR– todavía se estén transando muy cerca de su valor nominal, le da más munición a los críticos del instrumento.

Siempre según la citada agencia británica, en caso de que se cumplan las condiciones mencionadas anteriormente, “el repago de los bonos se detiene y el dinero generado por el Instrumento de Financiamiento de Emergencia para Pandemias se utiliza para apoyar a los países menos ricos afectados por la emergencia”.

“Un bono del Banco Mundial diseñado para ayudar a los países más pobres a combatir enfermedades de rápida propagación ha perdido la mitad de su valor, ya que el brote de coronavirus en China ha avivado los temores de que los inversionistas puedan enfrentar grandes pérdidas”, resumió la situación Reuters.

Según Olga Jonas, una ex economista del Banco Mundial actualmente con el Instituto para la Salud Global de la Universidad de Harvard citada por la cadena CBC, hasta la fecha el fondo ha repartido más de u$s 115 millones en comisiones y pagos a inversionistas y generado poco más de u$s 60 millones para combatir brotes. Y, en el mejor de los casos, según sus estimados el esquema podría liberar un máximo de u$s 196 millones. Una cifra ínfima si se la compara con los miles de millones gastados por China para combatir el coronavirus.

La agencia Bloomberg, por su parte, indicó que “la Organización Mundial de la Salud dice que el coronavirus no es todavía una pandemia global, pero los bonos que cubren contra este tipo de catástrofe señalan que probablemente lo sea”. Es que los títulos cotizan hasta 40% por debajo de su valor nominal después de los brotes de coronavirus en países como Irán e Italia, según inversores.

ANTECEDENTES

Cabe recordar que hace dos años, en febrero de 2018, el Banco Mundial había lanzado un “bono de catástrofe” por u$s 1400 millones para la cobertura de terremotos en América latina, la mayor emisión de ese tipo que se realizó hasta el momento.

El bono entregaría, en distintos tramos, asistencia a Chile, Colombia, México y Perú ante eventuales sismos, había indicado en su momento un comunicado Aon Securities, la entidad que estructuró la operación.

“Es la mayor operación de cobertura de riesgo soberano y la segunda mayor emisión en la historia del mercado de bonos catastróficos. Es la primera vez que Chile, Colombia y Perú acceden a los mercados de capitales para obtener un seguro contra desastres naturales”, indicó dicho banco en aquel entonces.

Estos bonos, a diferencia de los “bonos pandémicos” estaban atados a siniestros naturales. Y permitían que tanto aseguradoras como gobiernos puedan transferir a los mercados de capitales parte del riesgo que ellos tendrían que asumir en caso de que se produzca un desastre natural.

En aquel caso, la emisión del Banco Mundial estuvo integrada por cinco clases de bonos: Chile recibió uno por u$s 500 millones; Colombia otro por u$s 400 millones; México dos por un total de u$s 260 millones, y Perú uno por u$s 200 millones en cobertura de riesgo.

Son bonos que pagan intereses, de hasta un 11,5% anual, siempre y cuando no se desate una pandemia

Ante ciertas condiciones, el repago de los bonos se detiene y el dinero se utiliza para apoyar a países afectados

Fuente: Cronista