Los $43.000 M de bono Dual, ¿al dólar o al carry trade?

Los $43.000 M de bono Dual,  ¿al dólar o al carry trade?

El Gobierno deberá enfrentar hoy a un fenómeno que podría funcionar como disruptor del mercado, ya que deberá desembolsar fondos para cumplir con el pago del vencimiento del Bono Dual.

Este bono está medido en dólares, pero se paga en pesos, de modo que los inversores podrían optar por volcarse en activos en moneda extranjera para cubrirse de la incertidumbre local o internacional.

El Tesoro deberá desembolsar el equivalente en pesos de alrededor de u$s1.000 millones. Esos pesos, que en otro momento hubieran ido corriendo al dólar, podrían esta vez cambiar de destino.

Los profesionales del dinero parecen convencidos de que el dólar se mantendrá estable, al menos hasta las elecciones Primarias, ya que claramente están volcándose a las distintas alternativas que ofrece el menú de opciones en pesos, especialmente las relacionadas con la tasa de interés.

En la subasta de Lelink de mayo, Hacienda logró colocar u$s1.202 millones, que se podían canjear por los Duales. Quedó abierto casi el 40% del vencimiento de los bonos que vencen esta semana, en pesos, y que podrían presionar sobre el tipo de cambio, si sus tenedores optaran por dolarizarse. El monto pendiente equivalía a unos u$s1.000 millones.

El resultado de la licitación de la semana pasada mostró a las claras el cambio de percepción de los inversores particulares e institucionales a partir del llamado “efecto Pichetto”, en referencia a la designación del senador peronista como compañero de fórmula presidencial de Mauricio Macri.

En BOTAPO se adjudicaron $33.841 millones, equivalentes a u$s770 millones, mientras que por las Lelink hubo interesados por una cuarta parte del vencimiento del Dual. Se colocaron u$s236 millones de los u$s243 millones demandados, y el plazo de noviembre fue declarado desierto. Así, se logró cubrir el vencimiento del Dual, pero mayormente con el TJ20.

El anuncio del ticket oficialista fue bien recibido en los mercados, con baja del riesgo-país a niveles de 840 puntos básicos, retroceso de los seguros contra default (CDS) a 1.000 puntos, una caída del 2% en la cotización del dólar, recuperación del 6% en la paridad de los títulos públicos y un salto de más del 25% en las acciones de empresas argentinas (ADR) que cotizan en Nueva York.

La reacción obedece a la percepción del mercado de que el compañero elegido por Macri mejoraría las posibilidades de pasar por el Congreso las reformas estructurales que no logró negociar el oficialismo a fin de 2017, a dos meses de haber ganado cómodamente las elecciones de medio término. Se trata de las reformas laboral y previsional que, como mínimo, reclamará el Fondo Monetario en caso de que se le pida convertir el programa stand by en un acuerdo de facilidades ampliadas, que extendería los plazos de 4 a 10 años.

Con estos datos, la dolarización de portafolios, originalmente estimada para este mes, se habría postergado para fines de julio, más cerca de las PASO (11 de agosto), que coincide con el fin de la temporada alta de liquidación de divisas por la exportación de granos, que tradicionalmente concentra el mayor volumen en el segundo trimestre de cada año. Aunque en este junio de cosecha récord, la exportación está liquidando la mitad de lo que vendió el mismo mes de 2018 (u$s3.933 millones), un año en que la sequía afectó la producción.

Hoy la tasa de política monetaria del BCRA está en torno del 66% anual, rendimiento que con la perspectiva de un dólar quieto potencia el atractivo de los BOTAPO ya que, de verificarse, se convertiría en una rentabilidad en moneda dura.

La tasa es similar a la de las Letras de Liquidez (Leliq), 66,6% anual, en las que las entidades financieras invierten la mayor parte de su capacidad prestable. Es superior a los rendimientos que los bancos ofrecen por las colocaciones en plazo fijo (hasta 55% anual), aunque esta opción también concita el interés del público inversor dispuesto a inmovilizar un capital mínimo de $100.000 por 30 ó más días.

No son pocos los asesores financieros que cambiaron sus recomendaciones de inversión en la última semana. Claramente pasaron a priorizar las colocaciones en pesos ligadas a la tasa Badlar o de Política Monetaria, en detrimento de los Botes a tasa fija o con cláusula gatillo. O los títulos ligados al CER, preferentemente en el tramo corto, dejando entrever que estiman una inflación tendiendo a ceder en los próximos meses. En cambio, mantienen vigentes a las Letras Capitalizables (Lecap), tanto las que vencen en 2020 como este año, debido a la menor volatilidad cambiaria.

Todo esto sin perder de vista la posibilidad de tomar cobertura para julio en el mercado de futuros, aunque recién comenzado o al promediar el próximo mes, lo cual reduciría el costo de las operaciones, tanto por precio como por el menor plazo.

Asimismo, entre las alternativas de renta fija en dólares se volvieron a considerar los Bonar 2020 (AO20) y los clásicos Bonar 2024 (AY24), que en la última semana estuvieron entre los que más subieron, ganando en paridad y comprimiendo los retornos más de 300 bps, al rango de 16% anual. Y también asignan potencial a los bonos de mayor duration: no tanto el Centenario (AC17), cuya TIR bajó a 9,9%, sino los Discount 2033 (DICA), o el Bonar 25 (AA25), cuyos rendimientos están entre 13% y 15% anual.

Con información de Ámbito e IProfesional