La brecha con el dólar oficial bajo la presión preelectoral

La brecha con el dólar oficial bajo la presión preelectoral

El Gobierno y la oposición mantuvieron en las últimas semanas reuniones para empezar a definir las listas que competirán en las PASO del 12 de septiembre y que luego pasarán a disputar las elecciones generales el 14 de noviembre. La temporada preelectoral ya comenzó y la economía en Argentina no es independiente a lo que sucede en las urnas. Expertos advierten que son épocas en las que el mercado se recalienta para cubrirse por la “incertidumbre”.

El dólar blue superó en junio su cotización máxima desde enero ($165) y llegó operar en $174, para luego bajar hasta los $168 y volver a subir. La volatilidad estuvo caracterizada por el poco volumen de actores que operan en el mercado paralelo. Mientras tanto, el dólar oficial mayorista presentó subas diarias de a centavos, una tendencia que comparten la divisa minorista y el dólar ahorro.

Sin embargo, el blue no es en la actualidad la mayor preocupación del Gobierno. Los expertos miran con atención los dólares financieros el contado con liquidación (CCL) y el Mercado Electrónico de Pagos (MEP), que son a los que apuntan los ahorristas e inversores al tener cada vez más difícil el acceso a la moneda oficial por las restricciones impuestas por el Banco Central para la compra de divisas en los bancos.

En un contexto en donde el resultado de las elecciones podría perfilar el camino hacia el 2023 y la llegada de un segundo semestre con más pesos en la calle y demanda de moneda norteamericana, BAE Negocios dialogó con expertos que brindaron un panorama de cara a los comicios generales.

“La presión en los dólares financieros es importante porque es el mercado legal en el que opera la mayoría de los actores que no pueden acceder al dólar oficial”, explicó a este medio Mauro Cognetta, director ejecutivo de BigRiver.

Según Cognetta, “los factores que lo explican son diversos” y pueden resumirse en un contexto de “mucha emisión de pesos” y la cercanía de las elecciones que lleva los ahorristas a “cubrirse ante la incertidumbre”.

Sin embargo, el verdadero problema no es tanto la presión sobre la cotización del MEP y el CCL sino la brecha que hay entre las monedas bursátiles y la divisa oficial mayorista.

“El Banco Central puede ponerle el precio que quiera al dólar mayorista porque eliminó la demanda genuina sobre ese tipo de cambio y lleva a que la demanda se traslade a los dólares financieros”, remarcó el asesor financiero Christian Buteler y enfatizó que “no se puede pretender un dólar estable si la inflación fue del 4% y 3%”.

?En cuanto a la diferencia cabiaria, Cognetta aseguró que “cuanto mayor es la brecha, más daño hace en el sector exportador y en su rentabilidad”. Para el economista, el Gobierno está tratando de llegar a septiembre y noviembre “sin ajustar las clavijas”.

Durante la rueda, el CCL y el MEP llegan a subir hasta un 2%. No obstante, el Banco Central, con el poder de fuego adquirido por la acumulación de reservas, operó con los bonos AL30 y GL30 para, hacia el final de la jornada, “contener” esa brecha.

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