JP Morgan pronostica una inflación para argentina de dos dígitos mensuales hasta septiembre

JP Morgan pronostica una inflación para argentina de dos dígitos mensuales hasta septiembre

El mercado dijo si

El mercado reaccionó bien ayer al paquete de ajuste lanzado por el ministro Luis Caputo. Pero hay muchas asignaturas pendientes. No está resuelto en enjambre de Leliq y Pases. También se depende mucho del apoyo del Congreso. Y la reacción social empieza a mostrar descontento.

“¿Otra vez un nuevo sismo en la Argentina… qué pasa ahora?”. Esa frase sintetizó lo que repetían ayer una y otra vez operadores financieros en distintas partes del mundo. Las miradas centradas en lo que pasaba en el mercado local sobrevinieron luego del durísimo ajuste económico lanzado por el ministro de Economía Luis Caputo, el martes por la tarde, con medidas que tuvieron una buena recepción ayer en el mercado pero inquietantes reacciones en toda la sociedad, que enfrenta en los supermercados subas de precios sorprendentes.

Una respuesta inmejorable

Con Caputo surgido esencialmente del mundo financiero, el mercado local tuvo ayer una respuesta inmejorable. De arranque hubo alguna inquietud, con los dólares libres marcando subas, pero con el correr del día tanto el blue, como el mep y el ccl terminaron con bajas, en un día en el que el BCRA logró realizar en el mercado la mayor compra diaria en casi cinco meses (casi US$ 300 millones), que al final del día terminaron sumando reservas por US$ 211 millones.

Y si bien no hubo interés en los bancos en tomar posiciones en Leliq y Notaliq (la asignatura pendiente del primer día), la brecha cambiaria terminó en apenas 28%, el menor nivel en más de tres años. Y, con doble volumen operado, los bonos pegaron un salto de casi 5%, hasta su mejor valor desde octubre de 2020. Por lo que el riesgo país bajó 64 unidades, hasta 1.815 puntos básicos, el menor nivel en diez meses. Y el único canal financiero que no mostró euforia fue la Bolsa de Buenos Aires, que bajó apenas en pesos, pero con mayoría de subas en los ADR argentinos que cotizan en Nueva York.

La inflación sigue trepando

Por supuesto, este fue un primer round, con buena respuesta financiera a un ministro que viene justamente nacido en el mundo de las finanzas. Pero el gran tema del momento es la suba vertical que se está observando en los productos en comercios y supermercados. Ayer, por ejemplo, el kilo de carne subió 44% en la hacienda en Cañuelas y esperan que el kilo pueda llegar de manera inminente a los $12.000 en las carnicerías. Al tiempo que una de las marcas que venden combustibles anunció un nuevo aumento del 37% en sus naftas, y se avisa que se vienen nuevos incrementos en las próximas semanas. Esta suba vertical en el costo de vida está obligando a muchos ahorristas a retirar pesos de los bancos.

Lo hacen por dos motivos: el rendimiento que paga por mes un plazo fijo (10,6%) es muy inferior a la inflación y, por otra parte, la gente necesita pesos para realizar pagos cada vez más imposibles. Por eso, según cifras oficiales de ayer, se acentúa la caída del stock total de depósitos a plazo fijo, disminuyendo hasta el volumen nominal más bajo de las últimas 18 semanas. Las presentes subas de precios hacen que las consultoras avisen que se plantea la posibilidad de que la inflación de diciembre y enero sea superior al 20% mensual. Y ayer mismo, con un dato que en este momento suena como algo prehistórico, el Indec difundió que en noviembre hubo una inflación del 12,8%, con un aumento del 160,9% anual en los últimos doce meses.

El cuadrante social

En medio de análisis de todo tipo, el banco de inversión norteamericano JP Morgan pronosticó que “la inflación argentina será de dos dígitos por mes al menos hasta septiembre”.

Y el mayor estruendo que se repetía en las calles argentinas ayer concluyó en que “la primera movida de Milei no es como prometió, la casta no fue tocada; las jubilaciones de privilegio no fueron tocadas, y esto sucede con la mitad del país comprando de a un huevo por día.

¿Acaso la historia vuelve a repetirse? ¿Se licúa a la gente de bien y la motosierra se deja guardada en un cajón?”.

Entre muchas de las reacciones, apareció un duro documento de la CGT (que se mantuvo callada durante los cuatro años de Alberto Fernández) y a dos días de la asunción de Javier Milei salió a decir que “el ajuste no toca a la casta sino al pueblo, las medidas dinamitarán el poder adquisitivo de los salarios, y no nos vamos a quedar de brazos cruzados”.

Y el representante de los canillitas Omar Plaini directamente afirmó que “este Gobierno es un cocoliche neoliberal clásico, somos muy respetuosos con el voto de la sociedad, pero con esos votos no se puede hacer cualquier cosa”. Y eso se dijo no solo desde el mundo sindical: varios economistas advierten que el ajuste no será pagado por la política sin por la gente.

El escenario global

Mientras este temblor ocurre en Argentina, en otros países que sufrieron sequía, guerra, deuda y demás problemas, las condiciones son totalmente diferentes. Ayer, tras su primer día de reunión de dos días, el titular de la Fed Jerome Powell dijo que la inflación norteamericana va bajando lentamente (fue del 0,1% en noviembre y del 3,1% anual) sin que la tasa de desempleo sufra (está en el 3,7%), por lo que “EE. UU. parece ir a un aterrizaje suave, y no a una recesión”.

Sin embargo Powell, que habitualmente da mensajes encriptados, dijo que la tasa de interés básica de la Fed probablemente esté cerca de su pico de este ciclo, aunque no se descarta que pueda haber un aumento nuevo.

El mercado norteamericano, desoyendo los repetidos mensajes de Powell, está convencido de que la tasa del 5,5% anual bajará pronto, probablemente en marzo, y que además tendrá tres escalones descendentes en todo 2024, lo que será buenísimo para los bonos corporativos AAA y para los bonos emergentes, entre ellos los argentinos. En respuesta a esta suposición, las tasas largas de EE.UU. siguieron descomprimiendo ayer en cámara lenta: se pagó 5,1% anual a 1 año de plazo, 4,2% a 5 años, 4,2% a 10 años y 4,3% a 30 años. Y con eso en el exterior el dólar global bajó contra todo: achicó 1,7% en Japón, 0,8% contra el euro, 0,7% en Brasil, 0,5% en Chile, 0,4% contra la libra, 0,3% en México y 0,2% en China.

El mercado local

En el mercado cambiario argentino la película fue de alguna manera similar, con el dólar libre debilitado. Con el BCRA comprando dólares y sumando reservas, el dólar mayorista saltó $415 hasta $800, el turista subió $13,70 hasta $1.312 y el oficial saltó $245,07 hasta $832,64, pero el dólar blue terminó sin cambios a $1.070, el Senebi bajó $44,62 hasta $1.060,91, el MEP bajó $10,89 hasta $1.038,93 y el contado con liquidación bajó $25,62 hasta $1.014,41 pesos.

Por lo que luego de estar hasta hace pocos días con una brecha cambiaria del 170%, ayer la brecha entre el oficial y el blue fue del 28% y la del CCL con el mayorista fue del 27%, es decir con las menores diferencias desde el arranque de 2020.

La tendencia bajista de las tasas norteamericanas y el durísimo anuncio de ajuste fiscal argentino plantean la posibilidad de que los títulos argentinos sean pagados y que la chance de que en algún momento el país pueda volver al crédito son posibles. Por eso ayer, con doble volumen, los bonos argentinos tuvieron una fuerte suba del 4,5%, con increíbles saltos verticales de hasta 56% en algunos papeles y bajas de hasta el 9% en otros, con los inversores acomodándose ante la nueva situación, con los bonos que ajustan por CER extremadamente favorecidos ya que se viene una inflación brutal.

Sonrisas en Wall Street

En papeles privados, pendientes de la Fed, la Bolsa de Nueva York sonrió fuerte: hubo subas del 1,4% para los índices Dow, S&P y Nasdaq. En tanto que también se anotó un aumento consistente del 2,4% en la Bolsa de San Pablo y un avance del 1,4% en la de México. A nivel local, sin embargo, con $25.759 millones operados en acciones y $23.091 millones en Cedears, la Bolsa de Buenos Aires tuvo una baja del 0,6% en pesos.

Mientras que los ADR registraron subas del 1% al 11% para Despegar, Supervielle, Francés, Macro, IRSA, Galicia, Bioceres, YPF y Central Puerto; con bajas del 3% para Telecom. Mientras la Fed enfriaba las aguas, las commodities tuvieron variaciones significativas. Hubo una suba del 1,6% para el petróleo. Se vio un repunte importante para los metales preciosos.

Los metales básicos actuaron mixtos

En Chicago hubo valores muy malos para los granos, con bajas en todos los cereales sobre todo para el trigo. Y en Rosario, con un nuevo tipo de cambio de $ 824,70, el girasol pegó un salto, pero hubo retrocesos importantes para el maíz, el trigo y sobre todo para la soja. Y, por las incógnitas globales que vienen, se anotó un repunte del 4% para el bitcoin con saltos de hasta el 10% en otras criptomonedas.

¿Qué se dice en el Mercado?

Hay varias incógnitas gruesas que no se resolvieron. Ayer el BCRA le bajó la tasa a los pases que le paga a los bancos (la redujo al 100% anual) y mantuvo la tasa de las Leliq en el 113%, al igual que en los plazos fijos. Hay una oferta del titular del BCRA Santiago Bausili a los bancos de ofrecerles un bono atado al dólar, con cuatro vencimientos diferentes y tasas del orden del 5,5% anual, pero todo ese proceso está en veremos, y realmente todavía no se conoce de qué modo se va a resolver. El Presidente Javier Milei mantuvo ayer reuniones con el embajador de EEUU y con un representante del banco de inversión BlackRock.

Habría chances de hacer un acuerdo con el FMI, con la idea de garantizar el pago del cupón que vence el 9 de enero en los bonos en dólares que surgieron del canje de deuda que realizó Guzmán en agosto de 2020.

Pero como la situación todavía no está cerrada, lo que se buscaría por el momento es lograr un préstamo puente de la CAF como se hizo en junio pasado, para poder pagar los US$ 920 millones que hay en un inminente vencimiento con el Fondo. Debajo del asfalto que hierve, la sociedad entera está avisada del tarifazo que viene en luz, gas, agua y transporte desde enero, y hay mucha incertidumbre.

El peronismo logró su cometido: consiguió que la bomba le estalle a otro, y hay riesgo de que una sociedad sin memoria culpe de todo lo que ocurra al Gobierno que recién llega. Varios economistas piden paciencia: afirman que lo anunciado está en la dirección correcta. Pero se necesita la autorización del Congreso para muchas cosas.

Fuente: El Economista