El mercado espera a Powell mientras digiere la bazuca de Mario Draghi

a política monetaria del Banco Central Europeo entró en acción el pasado jueves con la decisión de lanzar una batería de medidas para hacer frente a la ralentización económica de la zona euro. Mario Draghi, el presidente de la institución hasta el próximo 31 de octubre, utilizó todos los recursos disponibles: reducción de la tasa de depósito que cobra a los bancos, nuevo programa de compras de deuda y una exención parcial a las entidades financieras por el exceso de reservas que almacenan en sus arcas, que el mercado trata aún de digerir y conocer en detalle.

Las Bolsas y el mercado de renta fija tendrán plazo para ello hasta este jueves, cuando será el turno de Jerome Powell. El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos anunciará previsiblemente un nuevo recorte de los tipos de interés, hasta situarlos entre el 1,75% y el 2%. Más allá de esta decisión, descontada ya por el mercado, las dudas están puestas en el mensaje que lo acompañe. Y todo ello en plena guerra del presidente estadounidense, Donald Trump, contra la política monetaria impulsada por la Fed y su presidente.

De la evolución de la política monetaria en Estados Unidos y la coyuntura macroeconómica dependerá además la decisión que adopte el Tesoro estadounidense sobre si emitir o no deuda a 50 años. Una constante durante el verano y que el pasado viernes el secretario Steve Mnuchin dejó para el año que viene.

Tras un verano convulso, el Ibex ha logrado, por su parte, recuperar los niveles de julio gracias al avance de la banca aunque en su camino se ha quedado muy atrás del resto de Bolsas europeas en su revalorización anual. El selectivo avanza un 7% desde enero, muy alejado del Cac francés y el Dax, que suben más de un 18% en idéntico periodo. Está por determinar si es capaz de aferrarse a los 9.100 puntos mientras prosigue el aumento de las rentabilidades de la deuda soberana en la zona euro y Wall Street lucha por aferrarse a sus máximos ante las ultimas informaciones de que las negociaciones comerciales con China avanzan a buen ritmo, pero con la tradicional cautela.