El Gobierno le dio aire al frente cambiario a la espera del acuerdo con el FMI

El Gobierno le dio aire al frente cambiario a la espera del acuerdo con el FMI

El anuncio del Fondo bajó los dólares financieros: para los analistas estarían en un piso

Desde que se anunció el acuerdo el contado con liqui cedió $ 33. Creen que los test que vendrán será cumplir las metas.

El mercado volverá a operar este lunes con expectativa por los avances en las gestiones para cerrar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. En el Gobierno se encargaron de asegurar que el pacto sale o sale antes de fin de mes y esa tesis le dio aire en el frente cambiario en las últimas semanas.

El dólar blue bajó $11,50 desde el máximo histórico nominal que marcó a fines de enero, cuando llegó a $223, en medio de fuertes incertidumbres sobre la voluntad del Gobierno de cerrar un programa conjunto con el organismo internacional. Lo mismo ocurrió con los dólares financieros: desde su récord de $240, alcanzado el último viernes de enero, el contado con liqui cedió más de $33, un 13,85%.

Al mismo tiempo, en estas últimas semanas el Banco Central consiguió acelerar el ritmo de devaluación, con lo que la brecha cambiaria perforó el piso del 100%. En la city ahora creen que el Gobierno estaba en lo cierto cuando, antes de se conociera el entendimiento entre Argentina y el Fondo, hablaba de sobre reacción para explicar los precios de los dólares paralelos.

Pero también ven con escepticismo la reducción de la brecha de los últimos días y advierten que podría detenerse, ya que los interrogantes respecto al futuro de la economía persisten. Martín Polo, jefe de estrategia de Cohen, explicó: «La brecha sirve como termómetro de la expectativa del mercado. Lo que la hizo caer en la última semana fue la espera de que el acuerdo con el Fondo finalmente se haga».

Para Polo, si bien en el mercado cambiario se vivió cierto «veranito», las presiones cambiarias seguirán presentes. «Los bonos no mejoraron tanto, el riesgo país se mantuvo alto, lo que marca que las expectativas del mercado respecto a una mejora de la economía son acotadas y que la brecha podría encontrar un nuevo piso», afirmó.

Entre los puntos que generan ruido para los analistas del mercado, la inflación y el nivel bajo de reservas
aparecen entre los más destacados. Analistas de Delphos señalaron:

«El acuerdo con el FMI disipó los riesgos de un salto devaluatorio durante el verano a pesar de las escasas reservas y por lo tanto se evitó un shock inflacionario de magnitud. Sin embargo, el acuerdo implica también que deberán levantarse sin prisa, pero sin pausa las anclas tarifarias y de tipo de cambio».

En ese contexto, para los economistas de esta consultora, el alza de tasas que anunció el Banco Central el jueves puede ser un aliciente para mantener la brecha a raya. Aunque de efecto acotado, ya que aún se está lejos del objetivo de tasas reales positivas. «Las subas de tasas (en especial las cortas) reducirán la brecha cambiaria en el corto plazo sin grandes efectos en el frente inflacionario», dijeron.

«El traslado a otras tasas de mercado (BADLAR y TM20) potencia el arbitraje entre los dólares financieros “desinflados” por las buenas expectativas que despertó el acuerdo con el FMI y tasas de interés más competitivas», añadieron.
Por su parte, en Consultatio ven un posible rebote del precio del contado con liqui en el corto plazo. «No hay dudas de que el acuerdo está lejos de ser perfecto, puesto que todavía no es claro cómo se van a encarar los principales desequilibrios macro que tiene el país», afirmó su estratega, José Echagüe.

«Esto lo vemos más claramente es en la cotización del dólar CCL, el cual se encuentra un 10% por debajo de sus máximos. Además, está cotización acaba de romper a la baja un patrón que había respetado fielmente desde el comienzo del actual mandato presidencial: la relación de los depósitos del sector privado con las reservas internacionales», dijo y sumó: «Consideramos que incluso el mercado quizás sobrereaccionó en este plano y vemos probable un rebote del CCL».

Fuente: Clarín