¿Dónde están los pesos? Estrategias de inversión para un 2019 que arrancó bien

10 AM, arranca la rueda cambiaria y el dólar parece no enterarse, incluso sabiendo que hay una entidad dispuesta a comprar 75 millones diarios. La compra de dólares por parte del Banco Central necesariamente implica una emisión de pesos. Pero la realidad que se observa es que no hay pesos circulando – ni en el sector formal ni en el informal. Entonces, ¿a dónde fueron estos pesos?

– Por Gastón Vai   

  • Las razones no están del todo claras, pero podemos esbozar unas teorías. Por un lado, el enfriamiento de la economía generado durante el segundo semestre del 2018 obliga a empresarios a utilizar sus “reservas” para mantener las persianas abiertas. En otras palabras, se usan para cubrir las cuentas corrientes.

Por otro lado, a aquellos que tienen la posibilidad de generar ahorros mes a mes las altas tasas en pesos, sumadas a la estabilidad cambiaria que venimos experimentando hace ya varios meses, les ofrecen rendimientos reales muy atractivos. Esta situación genera un circulo virtuoso (que es estable mientras todos sigamos corriendo en una misma dirección) donde el tipo de cambio baja o se mantiene estable, y las nuevas colocaciones en pesos fomentan la baja de tasas. Todo indica que, en equilibrio, deberíamos alcanzar un tipo de cambio competitivo y niveles de tasas coincidentes con los niveles actuales de inflación.

Es importante aclarar en este punto que mi optimismo surge en respuesta a la pausa en el ritmo de suba de las tasas internacionales, debido al escenario recesivo que se vislumbra para 2020 y no por mejoras coyunturales que se hayan generado localmente.

Ahora vamos a lo que nos compete: ¿qué pasará con el mercado en 2019?

En primer lugar, terminó el enfriamiento de la economía. Aquellos jugadores que tenían dólares en cartera deciden salir de su madriguera, y aprovechar los beneficios generados por la devaluación para acopiar bienes de capital baratos. Para esto es sumamente importante manejar bien los tiempos, para poder recomponer las pérdidas generadas el año pasado.

En segundo lugar, podemos observar que las tasas de corte de las LELIQ se vienen reduciendo sostenidamente: desde el lunes pasado se contrajeron desde 56.31% hasta el actual 51,30%, más de 500 puntos básicos, lo que acumula cerca de 800 puntos básicos durante el primer mes del año. Esta baja se trasladó fuertemente al mercado de cauciones bursátiles que, tras la esterilización de las LEBAC, paso de ofrecer rendimientos del 60% al 40%. Aun así, para el inversor más especulador que observa al dólar estable, las tasas en pesos siguen siendo muy atractivas.

En tercer lugar, para aquellos inversores que no disfrutan de la especulación y quieren calzarse en moneda dura, los bonos argentinos resultan sumamente atractivos ya que ofrecen rendimientos en torno al 10% en promedio. Si bien es verdad que este resultado está gravado, si se cumple lo expuesto en nuestra última nota y en 2020 se deroga el impuesto a la renta financiera con el objetivo de rollear la deuda, la suba en el precio de estos activos largamente superaría el impuesto a pagar para el período 2019.

Ahora bien, es indispensable recordar que, para que lo expuesto anteriormente se cumpla, hacen falta dos factores clave: que el mercado siga descontando un triunfo del oficialismo en las elecciones de octubre, y que la estabilidad en los mercados internacionales que observamos desde diciembre del año pasado perdure en el tiempo. De lo contrario, sin los cambios estructurales necesarios y sin inversiones productivas rentables en el tiempo, el escenario al que nos enfrentaríamos sería mucho menos favorable.

(*) El autor es economista