Argentina y Turquía meten presión a emergentes

Argentina y Turquía meten presión a emergentes

Agosto concluye con las divisas emergentes en vilo. La incertidumbre sobre la economía argentina y su capacidad de afrontar los próximos vencimientos de su deuda desembocaron en la petición de ayuda al Fondo Monetario Internacional (FMI) en mayo y el fuerte castigo a su moneda. Una depreciación que también registra la lira turca, provocada por la tensión comercial entre Ankara y Washington.

En este escenario, el peso argentino ha encadenado una caída semanal del 16,4% frente al dólar, recrudeciendo su desplome en el año hasta el 50%. Tampoco se libró la lira turca, que retrocede un 8,6% en la semana. Su inestabilidad se ha contagiado al resto de divisas emergentes, afectando al real brasileño, el rublo ruso o la rupia india –que cotiza en mínimos de 1998–, que acumulan caídas de entre el 20% y el 10% en el año.

La depreciación de la lira y el peso argentino han provocado que ambos Gobiernos salieran este viernes al paso con mensajes y medidas para tratar de aplacar, que no curar, la situación. El Ejecutivo turco elevó los impuestos a los depósitos en divisa extranjera y redujo las tasas a las cuentas en moneda nacional. La reacción fue inmediata y la lira moderó su sangría. El jueves se había desplomado un 6% al conocerse la dimisión de Erkan Kilimci, el subgobernador del Banco Central turco.

Aunque la moneda vuelve a cambiarse a 6,6 unidades por dólar, nivel al que se encontraba antes del estallido de la crisis a principios de mes, se deprecia más de un 42% en el año. Habrá que esperar al próximo 13 de septiembre para saber si el Banco Central de Turquía sube los tipos de interés y frena la inflación –que tripli- ca el objetivo del 5%–. Decisión, que de producirse, irá en contra de las directrices de Recep Tayyip Erdogan, quien se muestra reacio a dicha medida.

En el caso de Argentina, poco sirvió la decisión del BCRA de subir las tasas del 45% al 60% para frenar la fuga de capitales: la reacción de la divisa fue inversa a la esperada y llegó a desplomar al peso más de un 20%. Los expertos reclaman una solución exógena. “Una solución de liquidez sorprendente de una tercera parte, las nuevas subidas de tasas de interés o el FMI saltando a escena con un elemento suplementario de apoyo”, sugiere Adrian Bender, portfolio advisor en renta fija de Vontobel AM.

Por el momento, el FMI trabaja con el Ejecutivo de Mauricio Macri para fortalecer el programa de ayuda económica. Este martes analizarán la petición de acelerar el cobro de crédito. En cualquier caso, las turbulencias no han concluido y septiembre arranca con las dudas sobre la mesa.

Fuente: Cinco Días, España