A partir del 15 de mayo regirá una nueva canasta de precios congelados

A partir del 15 de mayo regirá una nueva canasta de precios congelados

El Gobierno apura una canasta con 100 precios congelados hasta las elecciones 

Se lanza el 15 de mayo y terminan precios máximos. No habrá etiquetas con valores. Y es para todo el país.

Internas en la cúpula. Cafiero, Español y Kulfas. Los empresarios observan distintas posiciones entre la secretaria de Comercio y el ministro.

Se está terminando de negociar con las 25 empresas líderes de consumo masivo. La nueva canasta regirá a partir del 15 de mayo, cuando finaliza el régimen de Precios Máximos. Estará en supermercados, almacenes y autoservicios de todo el país. Se descartó que los productos llevaran una etiqueta con el precio, que estará congelado hasta las elecciones. Es un intento del Gobierno de controlar la inflación, que amenaza llegar al 16% en el primer cuatrimestre.

Urgido por una inflación que no afloja, el próximo 15 de mayo el Gobierno lanzará la canasta de precios esenciales con un centenar de productos que incluyen harina, arroz, polenta, aceite, yerba, lácteos, café, productos de limpieza y de higiene y tocador por citar algunos, cuyos precios permanecerán congelados hasta las elecciones. Es decir, noviembre. Y se ofrecerán en supermercados, almacenes, autoservicios y mayoristas de todo el país con el mismo valor.

Esos productos no tendrán una etiqueta que marque su valor, como había pedido el Gobierno inicialmente. Las empresas observaron que es muy difícil la implementación y que llevaría tiempo, al menos unos 60 días. El 15 de mayo vence, precisamente, el actual régimen de precios máximos y la idea es darle continuidad con una canasta más chica pero más abarcativa. “Hagan el esfuerzo”, les dice la secretaria Paula Español deseosa de que esos precios permanezcan quietos hasta las elecciones.

Las empresas que participan en la canasta de esenciales son Unilever, Arcor, Molinos, Mastellone, Las Marías, Bimbo, Mondelez, Danone, Alicorp, AGD, Bunge, P&G, Molino Cañuelas y La Virginia, entre otras.

Como moneda de cambio se eliminan los precios máximos y permanece el sistema de precios cuidados con más de 600 productos que se actualizan trimestralmente.

Este nuevo esquema germina en reuniones en las que los representantes de las principales empresas de consumo masivo deambulan entre las posturas “razonables” que escuchan en el despacho del ministro Matías Kulfas al de las posiciones “eléctricas” de la secretaria de Comercio.

Pero al margen de las diferencias

cada vez más palpables entre el ministro que es el jefe y su subordinada, destacan como una escalada las últimas medidas lanzadas desde el Gobierno.

Uno es el sistema de información en el que colocan datos sensibles sobre proveedores y costos. Y se suma la

nueva obligación de pedir a la secretaría de Comercio autorización antes de lanzar un nuevo producto al mercado. Desde Copal, la Cámara que agrupa a las alimenticias, prepararon presentaciones administrativas.

Es en ese clima en el que se confeccionan los precios esenciales, según describieron algunas de las compañías a Clarín. Eso sí, reconocen que

“Hagan el esfuerzo”, les dice Español a las 25 empresas líderes con las que negocia precios.

los encuentros con los funcionarios se dan en un ambiente de respeto y lo recalcan para marcar diferencias con Guillermo Moreno. “Español es vehemente, muchas veces choca pero jamás utiliza la violencia verbal”, describen.

Detallan con precisión que cada empresa de las convocadas colocará unos 3 a 4 productos en esa canasta de esenciales. “Estamos dispuestos a acompañar”, deslizó el CEO de una de estas firmas solicitando el off the record. Según su razonamiento, salir de precios máximos es un alivio después de mantener congelados decenas de productos de su porfolio durante más de un año.

Por ejemplo la harina común, bajo precios máximos, subió 3,9% en 2020 frente a la inflación de 36,2%. A modo de comparación, hay alimentos como el asado, el corte de carne más popular, que están fuera de esos controles que duplicaron su precio.

Otro directivo de una alimenticia ejemplificó a este diario lo que ocurrió con el aceite de girasol que se ofrece en la góndola a un precio que no alcanza para comprar la materia prima. “Español lo entiende”, resaltaron.

Una diferencia notable con el régimen actual de precios es que para la canasta de esenciales se incorporan los distribuidores, además de los súper y los mayoristas.

Esta parte del canal llega a los minoristas, el almacén y el autoservicio. El Gobierno busca así que la canasta de esenciales se ofrezca en todo el país al mismo precio.

Del lado de las empresas ya están haciendo cálculos acerca de cuánto tendrán que sacrificar.

El distribuidor es un eslabón más que agrega márgenes, a diferencia de lo que les ocurre con los súper o mayoristas con los que pactan directamente.

Fuente: Clarín