WeWork se desploma y la firma queda al borde de la quiebra

WeWork se desploma y la firma queda al borde de la quiebra

En 2023 ya perdió US$ 700 millones y la propia empresa reconoce que tiene “dudas” acerca de su supervivencia.

Las acciones de WeWork, el unicornio estrella del coworking global, se desplomaron casi 40% en Wall Street tras presentar un balance con un rojo de casi US$ 700 millones en el primer semestre del año. La multinacional, que opera también en la Argentina, reconoció públicamente que «existe una duda sustancial» sobre su supervivencia en el mercado.

Aquejada por sucesivas crisis a lo largo de su historia, WeWork registró su peor caída desde que salió a bolsa, en 2001. Fundada por el israelí Adam Neumann, la empresa ofrece alquileres de oficinas temporarios y compartidos en 33 países. Tiene un stock de 610 edificios (llegó a tener 4 en el país) pero no todos son propios. Su modelo de negocios está basado en arrendar a largo plazo para sub alquilar espacios a corto, un modelo de negocios que está puesto en duda por los inversores.

“El exceso de oferta en bienes raíces comerciales, el aumento de la competencia en espacios flexibles y la volatilidad macroeconómica impulsaron una mayor rotación de miembros y una demanda más débil de lo que anticipábamos», explicó David Tolley, director ejecutivo interino en la presentación de los resultados.

Una estrategia con plazo

El ejecutivo, no obstante, destacó que “la capacidad de la compañía para continuar como negocio en marcha depende de la ejecución exitosa del plan de la administración para mejorar la liquidez y la rentabilidad durante los próximos 12 meses”. De este modo, le puso plazo a la estrategia.

El futuro de WeWork está en penumbras. Tras alcanzar una valuación de US$ 47.000 millones, en octubre de 2021, su valor de mercado hoy ronda apenas los US$ 274 millones. «Lo de WeWork es la crónica de una muerte anunciada», interpreta Gustavo Neffa, de Research for Traders. Este analista financiero recuerda que la compañía nunca fue rentable y que sus pérdidas, el año pasado, duplicaron sus ingresos. Es decir, que «por cada dólar que ingresaba, la firma perdía dos», subraya.

Neumann, su fundador, atrajo el interés del poderoso fondo de inversión Softbank, que en 2018 invirtió US$ 6.000 millones y pasó a controlar el 80% del paquete accionario. Un año después, Neuman fue sustituido como CEO por su controversial manejo de la compañía e incluso de los gastos.

En su lugar asumió Marcelo Claure con la misión de emprolijar los números. En su momento, prometió hacerla rentable en 2021. A pesar de que llegó a ser una de las más valiosas de los Estados Unidos, la firma no para de perder plata: «Hoy la compañía vale menos que sus activos, es un lastre», explica José Bano, country manager de IOL. En rigor, con el derrumbe bursátil de ayer, el peor de su corta historia, WeWork perdió casi todo su valor.

Algunos cuestionan las malas estrategias adoptadas para ganar mercados. Describe Neffa:

«Con tal de alquilar los edificios nuevos que compraba o que construía directamente, negociaba contratos a un valor muy inferior de mercado para ganar market share. Una mezcla de shock exógeno y desaciertos internos la llevaron al borde de la quiebra», dijo.

En los últimos meses, varios altos ejecutivos renunciaron a sus cargos. Entre ellos su director, Sandeep Mathrani y el director financiero, Andre Fernandez. Pese a todo y «en un entorno operativo difícil, hemos logrado un sólido crecimiento interanual de los ingresos y una notable mejora de la rentabilidad», sostuvo Tolley, el sustituto de Mathrani.

Fuente: Clarín