Verano eterno en Brasil: cuatro destinos exóticos para no pasar por alto

Las costas que se desperezan entre Río de Janeiro y San Pablo sorprenden con pequeños paraísos de arenas blancas y mar transparente. Aquí, una guía para conocer playas en las que conviven naturaleza y cinco siglos de historia.

ANGRA DOS REIS

Angra quiere decir en portugués «bahía abierta», y la denominación «dos Reis» surge porque estas tierras fueron descubiertas el día de los Reyes Magos, un 6 de enero de 1502, dos años después de que navegantes portugueses desembarcaran por primera vez en Brasil. Esta antigua ciudad, que fue uno de los más importantes puertos del país, hoy se ha convertido en un destacado centro turístico, gracias a la belleza de sus playas.
– UBICACIÓN: a 158 kilómetros de Río de Janeiro.
– ALOJAMIENTO: además de las tradicionales «pousadas», el Hotel do Frade (hoteldofrade.com.br) ofrece las comodidades de un alojamiento de lujo, una marina y un campo de golf, además de la posibilidad de alquilar viviendas en su country club. Otra opción, Blue Tree Park (bluetree.com.br), posee pileta olímpica, fitness center, sauna y 10 restaurantes. Cuesta entre 280 y 450 reales la habitación doble.
– GASTRONOMÍA: los principales comedores están en el centro y sobre la avenida Ayrton Senna. Cheiro Verde (Rua Coronel Carvalho, 450) o Fromaggio (Rua São Bento, 82) son buenas opciones. Comida italiana se consigue en Estrada do Contorno (Praia do Retiro).

– IMPERDIBLES: algunas de las playas más bonitas de Sudamérica se encuentran bordeadas por el verde exuberante de sus morros y en las 365 islas que salpican sus costas. Praia Brava, Piraquara, Frade, Bracuhy, Enseada o Praia Secreta son enclaves de arenas claras con poca extensión (en algunos casos de apenas un centenar de metros), palmeras y un mar que muda sus tonalidades celestes a medida que transcurre la jornada.
– INFORMES: visitbrasil.com

MAMBUCABA

Los descendientes de aquellos esclavos negros que hace 200 años llegaban a estas playas provenientes de algún puerto de África para seguir su camino a pie hasta Minas Gerais, hoy pasean sus esculturales cuerpos bajo el inclemente sol de Mambucaba. Aunque el pueblo es extremadamente pequeño y lo único que se destaca en su arquitectura es una hermosa iglesia del siglo XVIII, la playa siempre se ve animada con infaltables caipirinhas y cervezas, aunque también con el ritmo de la samba que los locales improvisan con un par de instrumentos.
– UBICACIÓN: 40 kilómetros al sur de Angra dos Reis.
– ALOJAMIENTO: hay algunas pousadas, pero conviene alojarse en Hotel do Bosque, sobre la ruta (hoteldobosque.com.br) Cuesta cerca de 900 reales la noche.
– GASTRONOMÍA: no hay restaurantes gourmet, pero sí algunos muy tradicionales en las inmediaciones de la playa, donde se pueden probar platos típicos a base de camarón por muy poco dinero.

PARATY

La bella Paraty posee un conjunto arquitectónico colonial del siglo XVIII declarado Patrimonio Histórico Mundial por la UNESCO. Todas sus casas visten fachadas blancas, mientras sus puertas y ventanas contrastan con colores brillantes. Su singular aspecto colonial y sus playas hacen que reciba cada año a más de 150.000 visitantes.
– UBICACIÓN: situada 236 kilómetros al sur de Río de Janeiro y a 330 kilómetros al norte de San Pablo.
– ALOJAMIENTO: una pousada en el centro histórico con todas las comodidades cuesta aproximadamente 400 reales la doble. La Pousada do Ouro (www.pousadaouro.com.br) y la Pousada da Marquesa (www.pousadamarquesa.com.br) son excelentes opciones. Cuestan aproximadamente 1000 reales la noche)
– GASTRONOMÍA: uno de los mejores restaurantes de la ciudad es Vagalume (R. Comendador José Luiz, 5). Hay que probar sus especialidades: peixe azul marinho y camarão e lula à Vagalume.
– IMPERDIBLES: aunque las costas cercanas al centro, Terra Nova, Pontal y Jabaquara, se muestran sumamente agradables, merece la pena recorrer al menos parte de la veintena de otras playas que se suceden hasta la Vila de Trinidade, un pequeño poblado a la vera de la carretera BR-101, que une Río de Janeiro y Santos. En los alrededores de la ciudad también hay varios famosos alambiques que fabrican pinga, una especie de aguardiente hecha con caña de azúcar y con la cual se prepara la célebre caipirinha.
– INFORMES: www.paraty.com.br

GUARUJÁ

Guarujá es una exclusiva isla paradisíaca de playas que la alta sociedad paulista ha elegido como lugar donde pasar su tiempo libre. De hecho, el lugar ostenta uno de los valores inmobiliarios más altos del país, de modo que para adquirir allí un departamento con vista al mar en alguna de las torres de 20 ó 30 pisos cerca de la costanera hay que desembolsar entre u$s 350.000 y 450.000.
– UBICACIÓN: a unos 100 kilómetros de San Pablo, frente a sus costas.
– ALOJAMIENTO: a la hora de buscar alojamiento, Delphin (www.delphinhotel.com.br) es un clásico (550 reales la noche), pero Casa Grande (www.casagrandehotel.com.br) es una excelente alternativa de lujo (700 reales la noche en base doble).
– GASTRONOMÍA: la especialidad gastronómica local son los platos elaborados a base de frutos de mar, que llegan diariamente a las cocinas de los chefs de mano de los mismos pescadores. El peixe a la húngara es el preferido por quienes frecuentan Rufinos (Av Miguel Stéfano 4795), mientras que el delicioso camarão a moranga es la mayor atracción en el menú del restaurante Alcides (Av. D. Pedro I 398).
– INFORMES: www.guaruja.com.br.