Sergio Massa y Gita Gopinath negocian cambios en el programa

Sergio Massa y Gita Gopinath negocian cambios en el programa
Massa empieza a pagarle al FMI sin indicios de que el organismo gire dólares frescos como pide

Son US$ 2.700 millones a desembolsar. A cambio, el Gobierno pretende que se le envíen más fondos, pero en EE.UU. hay dudas por el dólar y el futuro rol de Massa.

Flexibilizar el programa. Sergio Massa y Gita Gopinath, la número dos del FMI, negocian cambios en el programa pero el organismo pretende cambios en el precio del dólar.
Ayer, el cronograma de vencimientos con el FMI estipulaba un pago de unos US$ 900 millones de la Argentina. Hoy cae otro por US$ 1.800 millones. La Argentina inició el procedimiento para hacer una transferencia a través de un pago único que sucedería el lunes según explicaron fuentes del Ministerio de Economía.

De ese modo evitaría entrar en atrasos, o arrears, jerga con la que se conoce cuando un país no cumple en tiempo y forma con el FMI.

La Argentina podría reembolsar estos dólares que pagará el organismo. Así está estipulado en el programa de Facilidades Extendidas que firmó Martín Guzmán en marzo de 2022 y fue apoyado por el presidente Alberto Fernández, el entonces titular de Diputados y hoy ministro de Economía, Sergio Massa, y Juntos por el Cambio. El kirchnerismo se negó.

El acuerdo con el FMI prevee entonces que el país acceda en las próximas semanas a un desembolso por unos US$ 4.000 millones y así compensar, en parte, los pagos que debe hacerle al organismo -es que en julio vencen otros US$ 2.600 millones más-. El giro por US$ 4.000 millones está contemplado dentro de lo que sería la quinta revisión del programa y que culmina cuando el Directorio Ejecutivo apruebe la misma (julio).

El Gobierno pretende sin embargo algo más que los US$ 4.000 millones

Y es que el FMI le adelante con la cuota de julio lo que debería recibir en septiembre (US$ 3.354 millones) y en diciembre (US$ 3.354 millones).

Esos casi US$ 10.000 millones aliviarían las tensiones cambiarias que Massa y Miguel Pesce vienen controlando a costa de vender bonos en dólares de dependencias públicas y aumentar la deuda del sector público a través de programas como el dólar soja, que consiste en pagarle al campo un tipo de cambio más alto al que el BCRA lo vende en el mercado único.

Según fuentes al tanto de la negociación, consultadas tanto en Buenos Aires como en Estados Unidos, el FMI no estaría todavía en condiciones de aceptar el adelantamiento de los US$ 10.000 millones.

Las mismas fuentes explicaron que el staff expresa planteos sobre el giro sólo de los US$ 4.000 millones de julio, ya que la Argentina cumplió solo una de las tres metas requeridas en el primer trimestre (el financiamiento monetario versus el déficit fiscal y acumulación de reservas respectivamente) y ninguna en el segundo trimestre.

Como prueba de buena fe

Es verdad que la Argentina podría obtener un waiver (perdón) a cambio y acceder a los US$ 4.000 millones. Pero como prueba de buena fe de que no volverá a incumplir en el futuro, necesitaría recalibrar el programa, porque hoy las metas y objetivos se encuentran off track, un término en la jerga del Fondo para señalar que el plan debe ser revisado.

Todo esto ya se sabía. Había sido anunciado dos veces por el Ministerio de Economía, luego de una gira que el ministro hizo por la India en el marco de una reunión con el G-20 en febrero, y tras la Asamblea de Primavera en abril pasado. La sequía, el aumento del gasto público y la aceleración de la inflación pusieron en aprietos el plan de Massa.

Hay disposición

El FMI está dispuesto a acondicionar el programa para que ‘cierre’ y la Argentina obtenga el desembolso de los US$ 4.000 millones. EE.UU. ha dicho que apoyaría incluso en el board.

Pero entre todos los números que el staff del FMI propone revisar hay uno que atraviesa una línea de alta tensión para Massa: el precio del dólar.

Fuentes al tanto de la negociación contaron que el staff no aceptará recalibrar el programa sin una suba del dólar oficial.

Otro aspecto del que se habla por estas horas en EE.UU. es el rol de Massa como negociador. y hasta qué punto resulta garante de cualquier compromiso que asuma en un contexto donde se precipitan definiciones políticas dentro del oficialismo de cara a las PASO y donde hay pocas certezas. ¿El FMI firmará con Massa una promesa de ajuste justo ahora?

El staff ya le ha hecho saber al equipo argentino qué tipo de programa no puede llevar al Directorio Ejecutivo. Uno que sea rechazado cuando se le está pidiendo a otros países esfuerzos para aumentar las tarifas, reducir el déficit y devaluar sus monedas. ¿Por qué no la Argentina?

Fuente: Clarín