Sequia; cuantiosas perdidas para el campo y el Estado continua su recaudación de derechos de exportación

Sequia; cuantiosas perdidas para el campo y el Estado continua su recaudación de derechos de exportación

El déficit hídrico causó estragos en la producción agropecuaria argentina arrasando con los principales cultivos, tanto en calidad como en cantidad. Las pérdidas para los agricultores serán cuantiosas pero aún así, el Estado sigue llevándose su parte de la recaudación en concepto de derechos de exportación a los productos del agro (retenciones) y de fideicomiso triguero.

Para poner en números la situación, el Grupo Lonja, integrado por productores rurales como el exministro de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere; el exjefe de Gabinete de esa cartera, Santiago el Solar y el diputado nacional del PRO, Pablo Torello, en base a datos de economistas de la consultora Globaltecnos, analizó los costos e ingresos según rendimientos estimados para los tres cultivos más importantes en la zona núcleo, la de mayor productividad, que abarca principalmente el norte de Buenos Aires y sur de Santa Fe, y dedujo lo la renta que queda en manos del Gobierno.

De acuerdo con los analistas, para el caso del trigo, considerando un rinde de 20 quintales por hectárea -número que en muchos lotes no se alcanzó ni de cerca en la campaña pasada y costos por US$ 855 (costos directos más un alquiler de 18 quintales de soja por hectárea para esa zona), el productor tendría un quebranto de 151 dólares por hectárea. Pero, como el Estado nacional le quita el 12% de retenciones y el 1% del fideicomiso triguero sobre la venta de lo producido, lo que asciende a US$ 104 por hectárea de recaudación, finalmente el productor termina perdiendo US$ 255 por hectárea.

Maíz

En maíz, alcanzando una producción de 55 quintales y costos de US$ 1.469 por hectárea, se obtendría una ganancia de US$ 131 por hectárea. Sin embargo, como el Gobierno se lleva US$ 214 (12% retenciones) el agricultor perdería US$ 83 por hectárea.

En tanto, una soja rindiendo 15 quintales por hectárea, con un costo total de US$ 1.081, dejaría una pérdida global de US$ 233 por hectárea, el Estado nacional recaudaría US$ 285 (33% de retenciones más 1% fideicomiso) y así el productor llegaría a perder US$ 518 por hectárea.

“El productor está en quebranto porque los rindes de los cultivos son muy bajos debido a la sequía y no cubre sus costos, pero el Gobierno te dice: no me importa, yo me llevo plata igual, porque te quita sobre la venta,

no sobre las ganancias, entonces, la pérdida que tenías se acrecienta porque tenés que pagar, además, retenciones al Estado”, explicó Del Solar.

“En este contexto, aún existiría la posibilidad de que en algunos casos, como el maíz, hubiese ganancias a nivel productor, pero los derechos de exportación, al ser un impuesto a la venta, transforman la posible ganancia en pérdidas”, indicó el Grupo Lonja. A este análisis se debe sumar la brecha cambiaria que actúa como una retención encubierta. ya que cuando se habla de dólares, los productores agropecuarios reciben por su mercadería el valor oficial de la divisa mientras que “al Estado ingresan dólares contantes y sonantes”, señalaron desde el Grupo Lonja.

Asimismo, advirtió que “sin posibilidad de resultados positivos para el productor, se afectar la cadena de pagos”.

Fuente: Clarín