Se frena el crecimiento en Brasil

Se frena el crecimiento en Brasil

El PBI retrocedió el 0,1% en el segundo trimestre, cuando las previsiones del mercado esperaban un repunte durante ese período; el país enfrenta una doble crisis hídrica y energética, y no descartan racionamientos

La represa Furnas, en São Jose da Barra, estado de Minas Gerais, con pocos niveles de agua
agropeLa recuperación económica en Brasil trastabilló en el segundo trimestre del año, en medio del agravamiento de la peor sequía en casi un siglo que amenaza con arrastrar hacia abajo el Producto Bruto Interno (PBI) los próximos meses.

El PBI retrocedió 0,1% entre abril y junio en relación con los tres meses anteriores, según datos publicados ayer por el Instituto Brasileño de Estadística. La caída frustró la previsión de analistas, que estimaban un crecimiento de 0,2% para ese período.

Sector agropecuario

Los mayores retrocesos se dieron en el sector agropecuario (-2,8%), impactado directamente por la mayor sequía en 91 años, y en la industria (-0,2%). La falta de lluvias afectó principalmente los cultivos de maíz, caña de azúcar, café y naranja. El sector de servicios, en tanto, compensó parcialmente con un crecimiento de 0,7%, empujado por las mayores flexibilizaciones en las medidas restrictivas contra el Covid-19.

El ministro de Economía, Paulo Guedes,buscóminimizarelindicador y aseguró que se trató del momento más trágico de la pandemia por el agravamiento de la curva sanitaria. Y criticó un supuesto “derrotismo” respecto de que Brasil no va a crecer: “Nos mantuvimos dentro de la responsabilidad fiscal de un lado y con el compromiso con la salud del otro”, agregó, haciendo referencia al relanzamiento del Auxilio Emergencial en abril.

El consumo de las familias, principal componente y responsable por cerca de un 60% del PBI, se mantuvo estancado luego de tres subas consecutivas. Los brasileños enfrentan una inflación de precios al consumidor de 9,3% en 12 meses, factor que ha contribuido al freno.

“Es una señal preocupante. Estamos estancándonos y debe llegar un impacto mayor de la crisis hídrica en el tercer y cuarto trimestre”, dijo a la

Gilberto Braga, economista y nacion profesor del Ibmec.

El freno en la economía encendió las alarmas justo cuando aparecen nubarrones cada vez más espesos en el horizonte debido al deterioro de la crisis hídrica y de energía, elemento que puede amenazar aún más la recuperación.

La sequía en el país provocó un encarecimiento de la energía en el segundo trimestre, aunque mucho más moderado del que deberán enfrentar los brasileños hasta abril de 2022. El gobierno anunció anteayer la introducción de una bandera tarifaria de “escasez hídrica” que aumentará el costo un 6,8% para las familias al menos hasta abril de 2022.

Aunque el saldo de la economía de Brasil tras el primer semestre de 2021 es positivo con una expansión del 6,4% respecto de igual período de 2020, los analistas dan por hecho que la crisis hídrica y energética obligará a cerrar 2021 con un crecimiento por debajo del 5%. La sequía, además de aumentar el precio de la luz residencial, encarecerá los costos de producción empujando la inflación, ya elevada por las subas de combustibles y alimentos.

Racionamiento de energía

“El gobierno intentó no dar malas noticias y no lanzó una campaña de concientización y racionamiento de energía desde principios de año, cuando se conocían las previsiones climáticas”, aseguró Braga. “Hay un escenario discretamente positivo porque Brasil se encogió mucho en 2020 -4,1%, y antes de la pandemia ya venía de una crisis”.

El ministro de Minas y Energía, Bento Albuquerque, admitió el martes que la crisis hídrica se agravó, pero no citó la palabra racionamiento, un fantasma que aparece en el radar debido a las bajísimas reservas en las usinashidroeléctricas.elpropiovicepresidente, Hamilton Mourão, reconoció anteayer, a contramano de Albuquerque, que “es posible que deba haber algún tipo de racionamiento”.

El peor cuadro se espera para noviembre, último mes de la estación seca. Los reservorios de las regiones sudeste y centro-oeste del país, donde se encuentra la mayor concentración responsable por la generación de energía, tienen en promedio 21,3% de capacidad de agua, por debajo del promedio histórico.

“Hayunaeconomíaqueserecuperó del agujero en el que entró en la pandemia,peronomuestraunadirección de crecimiento fuerte, especialmente para 2022 con inestabilidad política”, dijo Fernando Ribeiro Leite, profesor de Economía en el Insper.

Crisis hídrica

Al escenario de crisis hídrica se le suman factores políticos, como la crisis institucional con los conflictos entre el Ejecutivo y los poderes Legislativo y Judicial, que han provocado duras críticas de sectores empresarios en los últimos días. El presidente Jair Bolsonaro amenazó con no reconocer el resultado de las elecciones de 2022 y repitió sus ataques al Supremo Tribunal Federal, llegando incluso a insinuar el impeachment de Alexandre de Moraes, uno de los 11 jueces de la Corte.

Mientras el presidente alienta actos de desafío a las instituciones para el 7 de septiembre, grandes entidades del agro publicaron el lunes una carta en la que señalaron que posibles “aventuras radicales” y la “politización nociva” perjudican el clima de negocios.

“La crisis hídrica es un elemento importante y compone una dinámica que ya era mala”, agregó Ribeiro Leite. “Brasil está amarrado a una trampa inflacionaria y el encarecimiento de la energía va a presionar los precios y llevara a ajustar las tasas de interés para anclarla. Las decisiones de inversión productiva serán menores y el mercado de trabajo seguirá débil”.

Fuente: LaNación