¿Qué hacer con los dólares de los cupones?

¿Qué hacer con los dólares de los cupones?

El Tesoro abonó los cupones a todos los poseedores de bonos soberanos en hard-dollar. Este flujo de ingresos plantea una pregunta para todo inversor: ¿Cuál es la estrategia más óptima para beneficiarse de estos fondos? En este informe, proponemos tres alternativas: reinvertirlos en bonos soberanos, trasladarlos a bonos provinciales o corporativos, o invertirlos en fondos de renta fija latinoamericana.

El incierto panorama económico plantea una incógnita para los tenedores de bonos que acaban de percibir sus cupones. El pago de intereses a los privados representó un desembolso total de USD 800 M por parte del Tesoro. Evaluamos las diversas alternativas de inversión disponibles con el objetivo de maximizar los beneficios y minimizar los riesgos asociados a la inversión de estos dólares.

Nuestra primera opción es conservar el perfil de riesgo y mantenerse en la curva soberana argentina, dado que mantenemos nuestras perspectivas alcistas. Incluso tras las subidas extraordinarias de hasta un 22% que tuvieron en el último mes, sus paridades siguen siendo relativamente bajas y reflejan quitas de hasta un 50% que no se corresponden con el perfil de la deuda argentina.

Una quita agresiva del 20%

En la siguiente tabla, simulamos para 2025 una quita agresiva del 20% para los bonos indenture 2016 – 2029, 2030, 2035 y 2046 – y de un 10% para los indenture 2005 – 2038 y 2041 –. Luego, estimamos la ganancia potencial de cada uno, según distintas tasas de descuento de comparables emergentes. Además, para los bonos de Ley Argentina asumimos una prima de tasa del 9%, en línea con su promedio histórico. De este análisis, se desprende que todos los bonos ofrecerían ganancias si operasen a una tasa del 17,5%, similar a la de los países con dificultades para cumplir con sus obligaciones, como Egipto.

Con este análisis en mente, mantenemos al AL30 como nuestro bono favorito. Ofrecería una ganancia del 25%, incluso con una TIR pesimista de veinte puntos, similar a la de El Salvador, que actualmente se encuentra al borde del default. Preferimos su opción doméstica debido a su elevado spread legislativo del 21%, significativamente por encima de su promedio del 10%. Los bonos GD29 y GD30 son las alternativas lógicas para aquellos que no se sientan cómodos con la ley argentina. 

Por su paridad más baja, preferimos el GD38 como una alternativa menos agresiva. Ofrece un alto interés corriente del 11%, lo que permite recuperar más rápidamente la inversión realizada. Además, según el análisis anterior, descuenta un exit yield elevado cercano al 17,5%. El GD38 es particularmente defensivo por mantener los términos de la reestructuración de 2005, que otorgan una estructura legal más robusta.

Pequeños inversores 

Para inversores pequeños, recomendamos el GD46, que tiene implícita una tasa de descuento muy elevada del 20% y ofrece el interés corriente más alto de la curva, en un 12%. Sin embargo, su baja liquidez hace que tenga mayores costos de transacción, especialmente si se busca operar con grandes montos.

Para quienes prefieran tomar algo de ganancias de los soberanos, recomendamos la opción de diversificar la cartera con bonos provinciales o corporativos. Estos instrumentos han demostrado ser menos sensibles al riesgo político-económico argentino y proporcionan rendimientos más estables.

Por un lado, los bonos provinciales se presentan como una opción sólida, con cuentas fiscales robustas y rendimientos elevados entre el 15% y el 30%. Detallamos con mayor profundidad nuestra tesis de inversión en una nota reciente . Destacamos los siguientes créditos: Córdoba 25, PBA 2037, Santa Fe 27, Mendoza 29, Neuquén 30 Garantizado, Tierra del Fuego 27 y Chaco 28.

Por otro lado, los bonos corporativos representan la alternativa más conservadora en renta fija argentina. Son preferibles para aquellos inversores que deseen minimizar la volatilidad, la exposición al riesgo soberano, o que tengan limitaciones para operar bonos provinciales debido a sus elevadas láminas mínimas. Los mantenemos como tercera opción ya que sus tasas se encuentran en el orden del 10%, muy por debajo de los instrumentos mencionados en el resto de la nota. Destacamos los créditos de TGS 2025, Pampa Energía 2029, Mastellone 2026, YPF 2026 y 2033, y Aeropuertos Argentina 2000. En tanto, para inversores con acceso al MULC, recomendamos los bonos Ley Argentina de YPF al 2026 y de Loma Negra al 2026.

Finalmente, los fondos de renta fija latinoamericana son un excelente vehículo de inversión para quienes no deseen ninguna exposición al riesgo argentino. Esto permite diversificar el riesgo, aprovechar el actual contexto de tasas de interés en máximos históricos y ampliar la cartera más allá de las fronteras argentinas. Destacamos el FCI «Compass Renta Fija» por sus sólidos fundamentos. Cuenta con un excelente equipo de gestión con un historial comprobado de buenos rendimientos. Además, el tamaño del fondo es considerable, lo que implica una mayor capacidad para diversificar y reduce los costos de entrada y salida.