Que esperar para el tercer trimestre con dólar soja III

Que esperar para el tercer trimestre con dólar soja III

Ayudará al BCRA por el lado de los dólares, pero le pondrá presión por el lado monetario y le complicará el 3° trimestre

Los economistas advirtieron que los costos monetarios del dólar agro XXL serán altos y que volverá la sequía de dólares cuando se acabe la ventana cambiaria.

El lado positivo es que cortaría la tercera racha vendedora más larga desde 2003

En Aurum Valores no son muy optimistas con el nuevo dólar XXL. «Muy probablemente sin este programa la situación de acumulación de divisas hubiera sido peor, pero los resultados lucen tan poco alentadores que son reflejo de la fragilidad del camino de atajos que el Gobierno eligió recorrer desde hace varios meses», dijeron.

El mayor efecto de «este nuevo atajo para evitar una devaluación tradicional» estaría dado por la liquidación de la soja acumulada de la campaña anterior y algo de la nueva. sin embargo, advirtieron que la a acumulación de divisas netas no alcanzaría para consegiuir lam eta comprometida de reservas netas con el FMI para junio.

La simulación de Aurum Valores:

Facimex: «Permitirá revertir la dinámica cambiaria, aunque tendrá dos costos importantes»

«El dólar agro permitirá revertir la dinámica cambiaria y aumentar las reservas netas, aunque tendrá dos costos importantes», dijeron desde Facimex Valores. En lo inmediato, implicará una muy fuerte emisión monetaria. Si el agro liquidara US$ 5.000 millones en abril y el BCRA retuviera el 70% de esa liquidación (US$ 3.500 millones) como sucedió en promedio en el dólar soja 1.0 y 2.0, «el dólar agro tendría un efecto monetario expansivo equivalente al 23% de la base monetaria de marzo». 

Más adelante, además, «llegará el momento de enfrentar el costo de estar adelantando la liquidación de los próximos trimestres».

Vasconcelos (Ieral): ¿en las puertas de «una especie de ‘etapa superior de la estanflación'»?

Sobre ese último punto, Jorge Vasconcelos y y Maximiliano Gutiérrez (Ieral), lo dijeron en criollo: «¿Qué quedará para el tercer trimestre?». 

«Las metas de junio, ¿a costa de las de setiembre?», dice un informe que firmaron Vasconcelos y Gutiérrezayer. Analizar el calendario podría dar una pista: «Cierto es que la auditoría de las metas de fin de setiembre condiciona los desembolsos de diciembre del FMI, por lo que, en realidad, habrán de afectar a la próxima administración. El objetivo del Gobierno parece concentrarse en evitar desvíos demasiado groseros para las metas de fin de junio, de modo que no exista tanta incertidumbre acerca del desembolso de setiembre. Aun cuando el foco es acotado, de todos modos tampoco está garantizado».

En el plano estrictamente cambiario, Vasconcelos y su coautor dicen: «Es difícil prever que el «soja III’ pueda modificar la dinámica de racionamiento de dólares para las compras al exterior. Se mantiene la hipótesis de autorizaciones de importaciones no energéticas oscilando entre US$ 3.000 y US$ 3.500 millones por mes para el periodo marzo- octubre, frente a un promedio de importaciones no energéticas del orden de los US$ 6.000 millones para igual periodo de 2022. En los dos primeros meses de 2022, las importaciones no energéticas fueron del orden de US$ 4.400 millones, por lo que también se estaría perforando ese umbral».

Si ese fuera el caso, se estaría entrando en una combinación de aceleración inflacionaria con profundización de las tendencias recesivas. «Una especie de ‘etapa superior de la estanflación'», dicen Vasconcelos y Gutiérrez.

GMA: «Nuevo tipo de cambio diferencial (y van…)»

«El oasis que pueda haber en las próximas semanas en materia de divisas seguramente contrastará con un árido desierto, potenciado por la seca, posteriormente», dijeron desde GMA Capital. 

«Y si se repitiera la dinámica de este primer trimestre pero en la previa de las elecciones, el BCRA se verá asediado por la demanda de dólares comerciales si la brecha cambiaria se mantiene en torno al 100%. El antídoto, también doloroso, es continuar endureciendo el cepo y castigar a una economía cuya recesión podría superar el 4% solo por el efecto de la sequía», detallaron.

Con todo, se trata de un nuevo truco (desdoblamiento ad hoc) para conseguir dólares aceleradamente, aunque con costos elevados. «El atajo es antieconómico para el BCRA porque supone que la entidad comprará divisas a $300 a los exportadores mientras que las venderá a $211 a los importadores. La diferencia, una vez más, será emisión monetaria (respaldada con una Letra Intransferible del Tesoro) que inmediatamente será esterilizada», recordaron desde GMA Capital. 

Deuda monetaria

Entre el «dólar soja» 1 y 2 (que posibilitaron acumular US$ 7.300 millones), «hubo una creación de base monetaria de 41%, equivalente a 2,3% del PIB». El balance del BCRA, así, «será vapuleado tanto por el lado de los activos (reservas muy caras y letras intransferibles de baja calidad patrimonial) como de los pasivos (expansión de deuda remunerada con una TNA de 78%)».

Otro costo: «Esto condiciona crecientemente los incentivos de una mayor cantidad de productores y exportadores para liquidar después de que finalice esta ronda de dólar agro. Los hipotéticos $ 300 dejan un antecedente relevante en términos de expectativas devaluatorias». 

Sobre el FMI, dicen: «Mientras mayor tipo de cambio se ofrezca y mayor cantidad de bienes exportables se incluyan, mayores son las posibilidades de cumplir la meta de reservas».

El umbral de reservas netas del BCRA fue recortado en US$ 3.600 millones. «Así, por primera vez desde que f

rige este programa, el organismo permitió una desacumulacion de reservas entre trimestres. Pero incluso este gesto fue incapaz de garantizar el cumplimiento: hasta incluyendo el último desembolso, la meta del primer trimestre no fue alcanzada por US$ 1.900 millones. Es probable que en junio seamos testigos del primer waiver por esta infracción sobre este criterio de performance (que condiciona la aprobación de nuevos desembolsos)».

Equilibra: «Hay que pasar el invierno»

«Esperamos que se liquiden unos US$ 7.000 millones de soja durante los 45 días que durará el incentivo, y US$ 1.900 millones de exportaciones de economías regionales en los próximos 5 meses», dijeron desde Equilibra. 

Sin dólar diferencial, «preveíamos liquidaciones de US$ 3.400 millones y US$ 1.800 millones, respectivamente». 

«Para todo el año, esperamos un efecto incremental de US$ 1.400 millones en las liquidaciones de soja y poco menos de US$ 100 millones para el caso de las economías regionales», dijeron desde el think tank que lideran Diego Bossio y Martín Rapetti.

Por las liquidaciones de soja, el Banco Central tendría que emitir unos $2 billones (1,3% del PIB) a lo largo de los próximos 45 días, «de los cuales estimamos que $555.000 millones (0,3% del PIB) serán consecuencia del diferencial cambiario». 

Al mismo tiempo, «estimamos que la entidad monetaria emitirá unos $575.000 millones (0,4% del PIB) en los próximos 5 meses para comprar las divisas de las economías regionales, con un efecto cambiario de $111.300 millones (0,1% del PIB). Es decir que estimamos que, por el ‘dólar agro’, el Tesoro tendrá que compensar al BCRA -letra intransferible mediante- por $666.300 millones (0,4% del PIB), idéntico a la emisión adicional en la que deberá incurrir por el programa».

Fuente: El Economista