Plazo fijo e inflación: Las opciones de cobertura que elijen los ahorristas

Plazo fijo e inflación: Las opciones de cobertura que elijen los ahorristas

Los plazos fijos pierden contra la inflación, pero son atractivos frente al dólar

La tasa efectiva de los depósitos a plazo se aproxima a la de la inflación, pero aún corre detrás de los precios. Y los dólares MEP y CCL están calmos. Cuáles son las opciones de cobertura que elijen los ahorristas

La segunda suba de tasas del año anunciada por el Banco Central el jueves pasado sirvió para mejorar en parte el atractivo de los ahorros en pesos, aunque no fue suficiente para que estos logren ganarle a la inflación esperada para los próximos meses.

La reacción de los ahorristas no será inmediata, pero si se compara los nuevos rendimientos de los plazos fijos con la evolución del tipo de cambio en lo que va del año, los primeros le ganan a la suba del dólar del dólar en todas sus versiones en las primeras semanas del año. Y esto puede ser una buena razón para que los ahorristas decidan colocar sus pesos en los bancos.

El Banco Central elevó la tasa nominal de los plazos fijos minoristas de 39% a 41,5% anual, lo que arroja una tasa efectiva anual de 50,4%. La ganancia mensual por hacer un depósito en un banco para un minorista es ahora de 3,48%, que luce pobre respecto al 3,9% del último dato de inflación mensual reportado por el Indec la semana pasada, y frente a las expectativas de aumento del IPC de 53,9% para los próximos doce meses.

Melina Eidner, de GMA Capital, explicó: «La corrección todavía no alcanzó para sacar del umbral negativo al costo del dinero. Desde ahora, la recompensa esperada por un ahorrista una vez descontada la inflación estimada de corto plazo es -3,7% (TNA), mientras que para las empresas el retorno real estaría en -5,5% (TNA)», advirtió.

«Llevar la totalidad de las tasas reales exante hacia terreno positivo, implicaría un avance de al menos 600 puntos básicos adicionales», dijo la economista. Algo que por ahora parece descartado tanto de los números oficiales como de los análisis privados. Sin embargo, si se compara este «premio» con la ganancia que dejó el ahorro en dólares, el incentivo para quedarse en pesos parece más alto.

En lo que va de febrero, el dólar oficial se movió con un alza cercana a 1,8%, mientras que los tipos de cambio paralelos se desinflaron. El blue pierde más del 5% y su caída parece moderada si se lo compara con el resto de las cotizaciones libres: el dólar MEP, o bolsa, la única forma de dolarización del mercado que no tiene restricciones, se hunde 6% desde los máximos que vio a fines de mes pasado.

Con estos números, y si se apuesta a que en los próximos treinta días pueda repetirse el escenario, hacer un plazo fijo puede ser una opción a considerar. Sin embargo, esta estrategia no cubre al ahorrista de un eventual rebote de los tipos de cambio ni del recalentamiento de los precios.

Adicionalmente, la caída de estas cotizaciones puede significar una razón de entrada, sobre todo si se considera que el «veranito» cambiario podría ser fugaz.

Hacia adelante, las expectativas de inflación permanecen al alza, incluso se espera un pico de 4,1% mensual en marzo y abril. Por eso, tanto personas como empresas, en busca de cobertura, comenzaron a demandar los bonos atados a la inflación, con la mirada puesta en una suba adicional de los rendimientos que paga el Tesoro Nacional por estos títulos públicos.

«La menor probabilidad de un salto discreto del tipo de cambio se profundizó y viró rotundamente la expectativa de tipo de cambio real implícita en el mercado de bonos. Los spreads de rendimientos entre los soberanos CER y Dólar Linked están en niveles máximos», afirmaron analistas de PPI.

El aumento de la demanda de este tipo de instrumentos se ve en los flujos que pudo captar la industria de Fondos Comunes de Inversión en los últimos treinta días: se registró un saldo entrante de casi $27.000 millones.

En tanto, para aquellos ahorristas que prefieran mantener su dinero en una cuenta bancaria, pero cubrirse contra la inflación, los plazos fijos UVA se mantienen como una buena opción.

La suba de tasas de la semana pasada también impacto en el rendimiento de estas colocaciones «precancelables», que pasó de 34% TNA a 36,5. Este tipo de colocaciones tienen un plazo mínimo de 90 días y la tasa que paga sigue la evolución de los precios. Si el ahorrista decide «retirar» el dinero antes de esos tres meses, recibirá un 36,5% anual.

Fuente: Clarín