Pfizer, Moderna y Oxford-Astrazeneca no son buenas noticias para los activos refugios

Pfizer, Moderna y Oxford-Astrazeneca no son buenas noticias para los activos refugios

Las buenas noticias que han traído las vacunas de Pfizer, Moderna y Oxford-Astrazeneca ha provocado un vuelco en los flujos de capital de los mercados financieros.

Los inversores se han llevado por la euforia para entrar en renta variable, asumiendo un mayor riesgo. Los fondos invertidos en oro, el valor refugio por excelencia, sufrieron la mayor retirada semanal de efectivo al alcanzar una cifra de 4,000 millones de dólares.

Los fondos de inversión en renta variable registraron la mayor entrada de dinero al ascender hasta la 71,400 millones de dólares, la mayor cantidad de la historia a nivel global, según recoge Reuters citando a los datos de Bank of America  y EPFR Global.

La otra cara de la moneda se la llevan los activos refugios como el oro o la deuda soberana. En concreto, los fondos invertidos en el metal precioso sufrieron una retirada de 4,000 millones de dólares, la mayor salida de su historia. El pasado nueve de noviembre, cuando Pfizer y BioNTech anunciaron la eficacia de su vacuna contra el coronavirus, la cotización del oro cayó un 4,99%, su peor caída en dos años.

Desde los máximos de junio, el metal precioso ha caído alrededor de un 10%, aunque está cerca de cerrar su mejor año de la década, al revalorizarse un 20%.

Los flujos de dinero de fondos entraron sobre todo en acciones estadounidenses de gran capitalización y de mercados emergentes. Los analistas de Bank of America destacan que la tecnología siguió recibiendo entradas netas, al sumar 2,400 millones, pese a que se está produciendo una rotación en las carteras por valores cíclicos.

Del éxito de las vacunas depende que la recuperación económica sea sostenida y se deje atrás la crisis económica que ha provocado el coronavirus. Ante esta perspectiva, el oro pierde atractivo, a pesar de que los expertos confían que la salida de la crisis venga con inflación.

Los analistas de Macquarie anticipan que el «mercado alcista ya ha llegado a su fin, como sucedió en 2013, cuando un rally de una década se hundió cuando la «crisis

disminuyó y las expectativas de una mayor flexibilización de las políticas disminuyeron». El banco espera que los precios del oro caigan a 1,550 dólares la onza, una caída de alrededor del 17% desde los niveles actuales.

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