Naughton, CFO de Supervielle: “La política monetaria está siendo muy contractiva”

Naughton, CFO de Supervielle: “La política monetaria está siendo muy contractiva”

Sin esquivar las preocupaciones de los argentinos sobre el país y las situaciones puntuales que afronta el sistema bancario, Alejandra Naughton, CFO  de Grupo Supervielle dialogó con BANK MAGAZINE. La Chief Financial Officer destaca la importancia de cuidar el balance de la entidad  y la calidad de la cartera que poseen. Además habla de cómo les impactan las medidas del Banco Central y el comportamiento defensivo de los clientes.

Por Mariano Jaimovich


-¿Qué objetivos se propusieron a cumplir este año?
-Será un año en el que se estarán consolidando las medidas adoptadas para corregir situaciones de déficits crónicos en el país. Nos concentramos en cuidar el balance, especialmente la calidad de la cartera y los niveles de liquidez. También está más enfocado en lo financiero que en lo comercial por lo que continuaremos trabajando en la reducción de costos vía digitalización del modelo operativo y, de esta manera, apostamos a abordar el ciclo de recuperación económica en óptimas condiciones.

-¿Qué particularidades están observando en las preferencias financieras de los clientes en medio de la incertidumbre?
-Es un momento muy curioso en cuanto a la dinámica de la demanda de crédito y afluencia de depósitos. Veníamos de años en donde el crecimiento de la demanda de crédito había estado por encima del crecimiento de depósitos, con hipotecas por ejemplo, un producto estrella. En la actualidad, la tendencia se revirtió, hay mucha prudencia, que se traduce en una demanda de crédito tanto en personas como empresas débil, en parte producto de la recesión y, por otro lado, debido a los costos financieros.
Hasta marzo el crecimiento de préstamos al sector privado era del 26%, claramente muy por debajo de la inflación del período. Sin embargo, en igual período los depósitos del sector privado han crecido al 72,3%, atraídos por las tasas de interés, lo cual es un aliciente y sienta buenas bases de liquidez para transitar un momento tan peculiar como el que estamos transitando.

-Aquellos que suelen tomar deuda para financiar sus consumos o productividad, ¿qué tipo de elecciones financieras están realizando?
Notamos una disminución en la demanda de crédito, resultado de una actitud prudente por parte de los clientes bancarios que, en lugar de renovar líneas a altas tasas, prefieren cancelar y esperar a un contexto con mayor visibilidad para los próximos meses.

 
-Y aquellos que ahorran en el sistema bancario, ¿qué están haciendo con sus ahorros?
Los depósitos a plazo fijo se puede decir que son el producto bancario más destacado en lo que va del año. Durante 2016 y 2017 la línea de préstamos de nuestros balances venían creciendo más que la línea de depósitos. Esta situación se revirtió este año siendo el crecimiento de depósitos a plazo fijo marzo 2019/marzo 2018 del 73%. Por efecto del atractivo de las tasas de interés están siendo elegidos como instrumento de ahorro tanto por individuos como por inversores institucionales. En cuanto a plazos, como viene sucediendo históricamente en Argentina, los más elegidos son los cortos, con concentración en los 30 días. 

 
-¿Qué cambios están notando tanto en las personas como en empresas en cuanto a las decisiones sobre sus fondos disponibles?
Consideramos que la política monetaria está siendo muy contractiva. La liquidez que aparece marginal se aplica a cancelar líneas de préstamos o se invierte a tasa de interés, ya que el nivel de tasas está marcando el ritmo de las decisiones tanto para quienes tienen deudas como para quienes disponen de capacidad de ahorro.

-¿Cómo influye la volatilidad del dólar en las colocaciones en pesos?
La historia monetaria argentina nos enseña que como resultado del déficit fiscal crónico no hemos logrado tener una moneda local sana, que funcione como reserva de valor para nuestros ahorros. Las consecuentes crisis nos han llevado siempre a correcciones bruscas en el tipo de cambio y eso nos ha instalado un gran miedo a la flotación. La volatilidad entendida en un rango razonable de flotación, no influye en la toma de decisiones de ahorro. El factor que cambia las decisiones de ahorro son las expectativas. Al día de hoy, no estamos observando un cambio de preferencias de moneda en los clientes en general, la compra/venta de dólares se mantiene a niveles razonables, observándose días donde el banco compra más dólares que los que vende.

-Con respecto a las tasas, ¿por qué sube más la de los créditos que la de plazos fijos?
-Las tasas se mueven primero al ritmo de la tasa de política monetaria y por el impacto de los niveles de encajes. Luego, cada producto y cada segmento de cliente fija su propio precio, que depende también de la posición competitiva dentro del mercado. Todos estos factores juegan en simultáneo y, por tal motivo, consideramos que las tasas de créditos y de plazos fijos no responden a una correlación automática.

-¿Cómo los puede impactar las últimas medidas del Banco Central respecto a la posibilidad de que los clientes muevan su dinero a otras entidades que  ofrezcan mejor tasa?
-Todas las medidas que favorezcan la competencia son bienvenidas. Las entidades determinamos los precios en consecuencia de los costos de la estructura, los clientes que tenemos y los depósitos. Entendemos que los bancos más chicos, sin base de depósitos minoristas, concentrados en menos clientes, acarrean menores gastos operativos, en consecuencia, podrán ofrecer tasas más altas. La norma abre una posibilidad que tiene sentido. El tema es entender si esta norma cambiará el comportamiento general del cliente bancario promedio. En mi opinión, habrá alguna migración marginal, concentrada en clientes digitalizados y con un apetito al riesgo mayor. En general, creo que el panorama competitivo no cambiará y el cliente seguirá privilegiando su relación con el banco principal. El análisis de riesgo-recompensa será muy importante.

-¿Qué evaluación realiza de la liquidez del sistema?
El sistema financiero está sumamente líquido. La liquidez bancaria como porcentaje de los depósitos (tanto en pesos como en dólares) se sitúan por encima del 50%. Los balances, por efecto de la caída de la demanda de crédito han disminuído los ratios de préstamos sobre el total de activos, lo que se traduce en mayor proporción de activos en instrumentos altamente líquidos.

-¿Les preocupa el nivel de mora que se registra?
-Los ratios de préstamos/PBI en Argentina son muy bajos, el sistema es pequeño, básicamente transaccional y con niveles de apalancamiento bajos. Esto genera que, aún en los tiempos difíciles que transitamos, el impacto de los niveles de mora sigan siendo menores. Por otro lado, el sistema financiero es solvente con altos niveles de capitalización como resultado de los altos estándares regulatorios. No veo factores de preocupación.

-El mercado bancario es cada vez más competitivo, ¿cómo están haciendo foco para diferenciarse del resto del sector?
-El sector bancario va evolucionando con el ritmo impuesto por el mercado y, claramente, el mundo digital está cambiando la manera cómo nos relacionamos. En ese sentido, una propuesta competitiva es, sin dudas, la que tenga en cuenta la necesidad de los clientes. El diseño de propuestas de valor acorde será crucial para jugar un rol destacado en el mercado dado que no todos los usuarios piden los mismos productos, tiempos de liquidación o modelo de atención.

-¿Cómo estima que el Banco Central se manejará con los encajes?
-En la industria bancaria todos sabemos que los encajes tienen propósito prudencial, sin embargo, por las características de la coyuntura, particularmente el año pasado con el desarme de Lebacs, se transformaron también en una herramienta monetaria. Fue una situación excepcional que llevó a los niveles actuales extraordinariamente altos. Para plasmar un orden de magnitud, nos llevan a una situación por la cual por cada $100 que un banco recibe de depósitos vista, $45 quedan destinados al BCRA, la capacidad prestable se ve muy limitada. Entendemos que ni bien las condiciones se den, va a ir calibrando los encajes hacia la baja.

-¿Qué análisis realiza del momento actual del país?
-Nosotros nos desempeñamos en una industria muy pequeña. Los niveles de bancarización son desproporcionados cuando uno los compara con el tamaño de la economía o el desarrollo de países vecinos. Cuando la economía reacciona, la industria bancaria es la primera en crecer y nuestra franquicia está preparada para ocupar una posición de liderazgo. Así fue sucediendo a lo largo de la historia de la compañía y especialmente luego de la apertura de nuestro capital en Nueva York y Byma. Tanto 2016 como 2017 han sido años que demostraron que cuando las condiciones están dadas, la dinámica de intermediación financiera reacciona positivamente. Entendemos que estamos en un momento de transición, que no cambia nuestra mirada de mediano y largo plazo que visualizamos con gran potencial de crecimiento.-