Mantener un auto es hasta 65% más caro que hace un año

El sector automotriz viene siendo uno de los más afectados por la devaluación, los aumentos en los costos productivos, el crédito caro y el achicamiento del mercado interno. El año pasado había comenzado con buenas ventas, pero la crisis cambiaria –inflacionaria planchó los despachos; explica el escenario un estudio reciente del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad de Avellaneda.

Las concesionarias en situación de alerta, porque más allá de las ventas, se encuentran presionadas por altos costos operativos y los bajos márgenes de ganancias. Tal es así que después del auge visto, llegaron a declarar que 2018, en materia de negocios, se trataba del peor año desde la crisis de 2002, con los mayores niveles de stock de la historia.

Esta situación se confirma con algunas publicaciones de datos recientes del Indec, en donde se nota que la industria automotriz utilizó en el mes de mayo apenas más que un tercio (36,6%) de su capacidad instalada total (el nivel de ociosidad alcanzó el 73%).

Este valor es menor al del mismo mes del año pasado, que se encontraba en el 55,2%. Todos los números de sector se encuentran en rojo.

Mantener un auto es hasta 65% más caro que hace un año; el automóvil propio está más cerca de ser considerado un bien de lujo que uno de consumo masivo; según un estudio del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda

Los patentamientos llevan trece meses de caídas consecutivas. En junio,los patentamientos cayeron 44,4% respecto a junio de 2018 cuando en dicho mes había ya comenzado la caída lo que demuestra que la crisis económica no sólo no sufre un rebote sino que seprofundiza en el 2019. Las ventas hicieron lo propio: en mayo, las ventas de vehículos a concesionarios se redujeron 34,1% interanual,y con esta merma ya acumulan 14meses de retrocesos consecutivos. De manera análoga, cayó la producción (-39,3%) y las exportaciones (-9,1%en el acumulado de los primeros cinco meses del año).

Los diez vehículos más vendidos en la Argentina se encarecieron significativamente en el último año, incrementándosede manera marcadala cantidad de salarios necesaria para adquirirlos. Asimismo, las altas tasas de interés dificultan la financiación, y los créditos UVA, indexados por la inflación, hoy son vistos como un peligro. Por otra parte, el mantenimiento de un automóvil particular se ha vuelto una empresa suntuosa.En un contexto de suba generalizada de precios, se achica el margen disponible para costear un auto. La disparada del dólar del año pasado impactó de lleno en los rubros que más pesan a la hora costear el uso de un auto.

En primer lugar, la suba de los combustibles hace cadavez más costoso el uso cotidiano de un auto. Las naftas se incrementaron entre un 60 y un 75% en 2019, por lo que cargar un tanque de 55 litros cuesta entre $2.200 y $2.700. A esto hay que sumar el incremento de las cuotas de las pólizas de seguros, que se ajustan en función del valor del vehículo, las subasde los peajes, los impuestos patrimoniales (patente), el estacionamiento medido o en cochera, los repuestos ocasionales y el mantenimiento periódico o servicios (lavado, cambio de aceite, filtros, neumáticos, etc.).

Así, se calcula que mantener un auto puede ocupar más de la mitad de un salario promedio. Muchos concesionarios oficiales han tomado nota de la situación y lanzaron ofertas para los servicios oficiales.

Otra parte de los concesionarios no pudo sobrevivir a la caída en las ventas y ha cerrado sus puertas en este último tiempo.

El combo de incrementos afecta toda una institución de la clase media. El costo delel uso y mantenimiento del vehículo propioposterga las decisiones para un cambio de modelo, a la vez que afecta el presupuesto familiar, debiendo resignar otros consumos.

COSTOS QUE NO VAN SOBRE RUEDAS

Se analiza,a continuación,la evolución de los costos de mantener un automóvil mensualmente en los últimos años. Se sabe que el automóvil propio no solamente es un bien que permite sustituir el transporte público, ya sea tren, colectivo, subte, taxi o remis, sino que además otorga en muchos casos un valor simbólico o aspiracional, reflejado en las campañas publicitarias que promocionan este bien de consumo durable. Además, del costo que supone la adquisición del vehículo, se necesita desembolsar mensualmente una serie de pagos para su funcionamiento y para cumplir con la normativa legal vigente. En contextos de alta inflación como el actual, con salariosque crecen en menor medida que los precios, dichos gastos pueden llegar a representar una porción considerable de los ingresos corrientes de los consumidores.

El crecimiento del parque automotor en los últimos años alcanzó niveles sustancialmente elevados. Esto fue posible gracias a la mejora en el poder adquisitivo de la población. Por sobre todas las cosas, las expectativas sobre la factibilidad de sostener los gastos de las unidades adquiridas eranamplias, gracias al crecimiento del empleo y de los ingresos reales. Hay que tener en cuenta,además, que gran parte de los costos de mantener un automóvil, están determinados por la política económica y por las capacidades productivas del país, como son los precios de los combustibles, el impuesto a los automotores (patente), la determinación de las tarifas de los peajes, la Verificación Técnica Vehicular (VTV), entre otras.

Al mismo tiempo, es fundamental el ingreso de las familias una vez descontadosaquellos gastos que son insustituibles (alimentación, vestimenta, tarifas de los servicios públicos, etc.) para evaluar concienzudamente la posibilidad de contar con un automóvil para uso corriente.

Cuando para los tenedores de un automóvil, los costos del mismo se incrementan significativamente, las posibilidades con que cuentan van desde reducir el uso habitual del auto, (como en el caso de un aumento de los combustibles), desistir de renovar una unidad de cierta antigüedad, cambiarla por un vehículo de costos menores, o simplemente decidir su venta. En última instancia se trata de la sustitución del consumo habitual por otros de menor calidad.Lacantidad de patentamientos se desplomó en los últimos meses. Con la fuerte devaluación, la caída de la actividad y de los ingresos de la mayoría de las familias durante 2018y 2019, se está evidenciando en una caída de compra de unidades en el parque automotor. Además, los costos de mantenimiento han venido incrementándose, y con la recesión vigente, es de esperar que impacte de sobremanera en las posibilidades de las familias de sostener el uso de un automóvil.

En algunos casos, los incrementos son consecuencia directa de políticas que lleva adelante la Administración Pública Nacional, fundamentadas en un supuesto “sinceramiento de precios”, como son la reducción de subsidios a la energía y la liberalización de precios. Aunque los precios aumentan a nivel general en todos los rubros, aquellos relacionados con el mantenimiento de un automóvil lo han venido haciendopor sobre la inflación general.

Esto ha llevado a que el automóvil propio esté más cerca de ser considerado un bien de lujo que uno de consumo masivo.