Las mujeres empresarias enfrentan un limitado acceso al financiamiento

Las mujeres empresarias enfrentan un limitado acceso al financiamiento

La tasa de rechazo de financiación, que en el caso de pymes a cargo de hombres es del 2,5%, se eleva al 42% cuando éstas son dirigidas por una mujer, revela un informe

El 20,5% de las empresas lideradas por mujeres utilizan créditos para financiar su inversión

Las mujeres empresarias enfrentan un limitado acceso al financiamiento que dificulta el crecimiento de sus negocios, ya que sólo el 36,5% logra obtener créditos, mientras que la tasa de rechazo se ubica en torno al 42%, según un informe elaborado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Argentino de Desarrollo (BICE).

Esta situación pone de manifiesto que el acceso a financiamiento continúa siendo un desafío para las mujeres que se encuentran al frente de emprendimientos pymes, con el consiguiente impacto en la posibilidad de desarrollo de esos proyectos.

“El 20,5% de las empresas lideradas por mujeres utilizan créditos bancarios para financiar su inversión, mientras que la cifra asciende a 42,9% en el caso de los hombres y la tasa de créditos rechazados es de 42% para las mujeres y sólo de 2,5% para los hombres”, sostiene el informe. De modo que, el acceso a financiamiento productivo por mujeres registra el 36,5% frente al 42,6% de las empresas lideradas por hombres.

Inversión con créditos bancarios

Otro dato de importancia que surge del informe es que sólo 4% de las empresas lideradas por mujeres financia su inversión con créditos bancarios. Sin embargo, el interés por equilibrar las diferencias de género no radica solamente en un tema de igualdad de oportunidades sino también en la eficiencia y la capacidad de crecimiento de una economía que puede enriquecer la toma de decisiones y fomentar la creatividad.

En cuanto a los rubros de mayor presencia, las mujeres participan significativamente en el sector manufacturero de alimentos y textiles, sin embargo, se observa una menor presencia en el sector minorista y en otras áreas de la industria manufacturera. En este escenario, las instituciones financieras públicas y privadas desempeñan un papel importante en la reducción de estas brechas ya que tienen la posibilidad de desarrollar productos financieros adaptados a las necesidades de las mujeres emprendedoras.

Una iniciativa pública que tiene este fin es el Programa “Mujeres que Lideran”, impulsado por el BICE, que otorga financiamiento a empresas conformadas y/o dirigidas por mujeres.

El otorgamiento de créditos en este programa implica un análisis de riesgo con la premisa de que estos proyectos sean equitativos y sostenibles -mide a quién se destina, cuántas mujeres lo integran y el impacto de la inversión en el mismo, entre otras cuestiones-, debido a que los aportes no reembolsables se utilizan de manera estratégica.

“Existe la necesidad imperiosa de fortalecer el empoderamiento de las mujeres en el ámbito productivo/industrial, de economías regionales y también de dirección de empresas. Nos focalizamos en las pymes que son el motor productivo de la Argentina, al representan el 80% de los movimientos económicos”, dijo Carla Pitiot, directora del BICE.

Mujeres en las pymes

Pitiot subrayó que la representación de las mujeres en las pymes es “un aspecto crucial que debemos analizar detenidamente”, no solo por su participación accionaria sino también por la toma de decisiones que afectan directamente a la planificación familiar, las trayectorias laborales y financieras.

“Este programa tiene dos patas fundamentales: una de ellas es el financiamiento a proyectos productivos como beneficios vinculados con tasa, porcentaje de financiamiento, años de gracia, mientras que la otra, son los servicios no financieros como capacitaciones”, explicó.

La primer línea apunta al obstáculo que implica la falta de garantías, muchas mujeres no tienen bienes que puedan utilizar como garantía para obtener un préstamo. A su vez, existe una brecha de género en el acceso a la financiación, ya que los préstamos a menudo se otorgan con base en redes de contactos y relaciones personales. Por ende, el programa ofrece financiamiento de hasta 100% del proyecto por un monto máximo de $450 millones con una tasa fija del 49% (bonificación Programa CreAr), por un plazo de hasta 7 años, 2 de gracia o hasta 5 años con hasta 1 año de gracia.

Esta tasa financia la adquisición de equipos o maquinaria, la incorporación de vehículos utilitarios, la construcción o ampliación de instalaciones y la modernización productiva.

Respecto a la evolución del programa integral, durante los primeros 2 años, el programa registró que menos del 50% de las empresas decidieron solicitar financiamiento para cubrir más del 80% de sus proyectos. Hasta la fecha, el monto desembolsado en el marco de este programa en créditos a empresas conducidas por mujeres suma $20 millones.

De ese total, el 30,7% correspondió a emprendimientos fabriles, 21,8% a comercios; 20,1% a emprendimientos relacionados con la elaboración de alimentos y bebidas; 15,6% a servicios; y 11,7% a proyectos de agricultura, silvicultura y pesca.

Multifuncional

“Creemos que este crecimiento fue multifactorial porque muchas empresas se capacitaron y desde el banco tomamos la decisión de entender en qué estaban invirtiendo, lo que repercute en el crecimiento de la empresa y el impacto productivo a largo plazo”, dijo Pitiot.

Por otra parte, la otra línea de este programa (los servicios no financieros) coincide con otras barreras que enfrentan las mujeres que es la falta de información y conocimiento sobre los productos y servicios financieros. En este sentido, la banca pública realizó un diagnóstico en el sector que detecta “una cuestión histórica” en todo el sector financiero que se vincula con el asesoramiento previo por parte de las mujeres para sacar créditos y su destino.

“Tenemos que entender que somos capaces de llevar adelante proyectos de inversión y que sean productivos y que esto requiere de educación financiera, de cercanía con los productos y conocer la terminología”, destacó Pitiot.

“Existe la necesidad imperiosa de fortalecer el empoderamiento de las mujeres en el ámbito productivo/industrial, de economías regionales y también de dirección de empresas.” Carla Pitiot Directora del BICE.

Fuente: El día