Las automotrices buscan retomar la actividad

Es un número dramático para el complejo fabril más importante del país. Este abril, en medio de la cuarentena, la cifra fue solamente de 146 autos.

El pasado mes de abril no se produjo ni un solo auto. Las ventas fueron sobre el poco stock sobrante. Las exportaciones, según datos de la Asociación de Fabricantes de Automotores (Adefa), cayeron 88,4%. Las ventas a los concesionarios se desplomaron 73,6%. La entidad que agrupa a los concesionarios pidió una “reactivación inmediata”.

Una encuesta realizada entre autopartistas –difundida por AFAC, la cáSin del sector– informó que el 76% de esas firmas no está produciendo.

Las perspectivas a nivel global son alarmantes. Según se estima, se venderán unos 20 o 22 millones de autos este año, lo que podría traducirse en el cierre de un centenar de plantas. “Para el sector es importante empezar a producir cuanto antes para demostrar a la casa matriz que se está en actividad, haciendo funcionar nuevamente el negocio”, alertan en las empresas locales.

En ese contexto, tanto las terminales que producen en el país como el gremio (Smata) ya se preparan para la nueva fase, que se abrirá desde la semana que viene. En esta etapa ya existen –según anticipó la nacion– 1000 fábricas con protocolos sanitarios y pautas de distanciamiento social presentados a autoridades locales y nacionales. Parte del sector automotor está en esa lista. embargo, en las empresas aún no recibieron la confirmación y la están esperando. Una vez informadas, tardarán entre una semana y diez días para poner en funcionamiento sus plantas.

Pero ¿cómo será el operativo retorno? Según contaron en las terminales, ya hay una serie de medidas para proteger a los trabajadores. “El sector tiene todos los protocolos de sanidad y transporte consensuados con el gremio para poder iniciar las actividades de manera regular”, informaron.

En esos protocolos se incluyen normas de higiene y limpieza, reglas para mantener una distancia mínima de seguridad de 1,5 metros (delimitando espacios para asegurar esa distancia) y el uso de máscaras que cubren la boca y la nariz en la producción (tapabocas).

Además, en las fábricas se implemara mentará la medición de la temperatura de todo el personal al ingresar a los centros industriales, utilizando “aparatos especiales para la detección de fiebre de manera preventiva”. Por otro lado, “se comenzaron las obras para adaptar la fábrica a los protocolos sanitarios y de distanciamiento, instalando cabinas de desinfección, elementos de higiene y señalizaciones, para garantizar la seguridad del personal”.

Las empresas reforzarán la comunicación interna respecto de medidas de prevención, y algunas firmas instalaron barreras de sanitización, donde los trabajadores son rociados con un producto antibacterial. “Todos los puestos de trabajo fueron adaptados para respetar la distancia mínima de un metro y medio”, recalcaron en las empresas.

Por otro lado, algunas terminales también reacomodaron el comedor. “Antes, el período de comida duraba una o dos horas. Ahora dura cuatro horas para evitar amontonamientos de personas. En las mesas antes se sentaban cuatro personas y ahora solo dos, en diagonal, para respetar siempre la distancia mínima”, dijeron.

Agregaron que se trabajará con una dotación más reducida de operarios, con un sistema de turnos que simplifique el ingreso y egreso de los trabajadores. Se trata de uno de los requerimientos básicos del Gobierno, preocupado por la logística y el transporte público. En tanto, en las empresas afirmaron que los grupos de riesgo, ya sea por enfermedades o por ser mayores de 60 años, permanecerán en sus casas. Todas las operaciones que se puedan hacer a distancia seguirán desarrollándose con teletrabajo.

Fuente: La Nación