La sustentabilidad, un elemento esencial de las Ciudades

La sustentabilidad, un elemento esencial de las Ciudades

Desde hace unos años la sustentabilidad ya no es un objetivo a futuro, sino una exigencia para el funcionamiento de las ciudades.

Tanto por la demanda de sus habitantes como por las necesidades que la realidad marca, los centros urbanos del futuro tendrán nuevas características. Y así lo establecen los números: mientras que en 2014 el 54 por ciento de la población era citadina, se estima que para 2050 ese porcentaje ascenderá a 68 por ciento.

Estos datos se desprenden del reporte New cities, new lives, de Havas, del que participaron9500 personas mayores de 18 años y pertenecientes a 27 mercados. Allí se puede leer que el 62% de los encuestados considera que el mundo se está moviendo en la dirección equivocada, y muestran una fuerte preocupación por lo que serán las ciudades del futuro.

En concordancia, el 76 por ciento de los prosumers –consumidores que dejan su opinión sobre las marcas– reclaman un cambio de rumbo.

En este sentido, frente al desafío de qué hacer para salvar al planeta, el 54 por ciento considera que todos deben vivir en ciudades sustentables de alta densidad.

Algunos van más allá y señalan a quienes deberían ser actores activos: el 80 por ciento de las personas afirma que las empresas tienen tanta responsabilidad como los gobiernos para impulsar un cambio social positivo. Incluso, el 66 por ciento valora más a las firmas que desarrollan acciones sustentables.

El futuro

Según el informe de Havas, cerca de seis millones de kilómetros cuadrados de tierra podrían convertirse en áreas urbanas para 2030.

Además, el impacto de la vida urbana se palpa claramente en la realidad del planeta: 2 por ciento de la superficie de la tierra está cubierta por ciudades, pero el 75 por ciento del territorio es usado para consumo de las metrópolis.

“Siguiendo el concepto de empezar por lo pequeño para llegar a lo más grande, el estudio señala que para cambiar el mundo es necesario hacerlo primero con las ciudades.

Por eso marca cuatro puntos a rever: el hábitat, el modo de llegar al trabajo, reunir a la gente y reconectarla con la tierra”, observa Gabriela Kurincic, head of Research de Havas.

En cuanto al hábitat, se estima que para 2030 se necesitarán 260 millones de nuevas viviendas urbanas. Este dato no sorprende a los más jóvenes, que son conscientes de la problemática del techo estable, por eso el 39 por ciento de los millennials (los nacidos entre 1980 y 1995) afirmó que prefiere pagar una suscripción que les permita mudarse en una zona que ellos elijan que firmar un contrato de largo plazo, ya sea de alquiler o para ser dueños.

Es también esta generación la que lidera la tendencia a preferir espacios más pequeños si esto les da acceso a mejores amenities (48 por ciento). Concordando con estas afirmaciones, el 62 por ciento de ellos asegura que las ciudades serían mejores “si se compartiera más y se poseyera menos”.

Al hablar del tránsito, es unánime lo negativo de la experiencia de llegar al trabajo. Por eso, el 58 por ciento de los prosumers indicó durante la encuesta que prefiere tener un salario menor si se le permite hacer home office, es decir, a cambio de mayor flexibilidad.

Un pedido que empieza a debatirse es tener una mayor proporción de espacios verdes, tanto para combatir la polución como para generar huertas urbanas. En el último punto, hay que aclarar que el 38 por ciento de los encuestados no cree en la agricultura urbana porque considera que se contaminará.

El rol de las empresas

Actualmente se ve cómo las empresas empiezan a tomar roles activos en el diseño de las ciudades. Sin embargo, en parte esto se da porque sus consumidores les marcan el camino. Uno de los cambios que se están presenciando es la disminución de los grandes avisos en las calles. Por ejemplo, la ciudad francesa Grenoble se convirtió en la primera metrópolis europea en prohibir por completo la publicidad exterior, que fue reemplazada por tablones de anuncios públicos y árboles. Así, se pudo volver a poner en valor a la arquitectura local.

Son también las empresas las que han impulsado la imagen uniforme de las grandes metrópolis. El 66 por ciento de los prosumers considera que las ciudades se volvieron tan homogéneas como globalizadas al emparejar su arquitectura, ofertas de retail y hasta la gastronomía.

En nuestro país hay experiencias que ya se están realizando, como Toco Madera XL, liderada por la Cámara de la Madera, Mueble y Equipamiento de Córdoba (Cammec), la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y Cetol.

Lo que se buscó fue estimular a los estudiantes a crear estructuras de madera para la ciudad de Córdoba, que se transformaran en puntos de encuentro social, donde se pueda pensar y reflexionar sobre cómo influye el diseño en el día a día de las personas.

Fuente Diario la Nación