La rentabilidad de los dólares bajo el colchón en Argentina

La rentabilidad de los dólares bajo el colchón en Argentina

El ahorrista que busca el dólar billete como refugio de valor se protege contra la escalada de precios local, pero por otro lado pierde un poco el poder de compra.

El dólar siempre es un refugio de valor para el ahorro de los argentinos, debido a que la cotización local del billete verde suele ir en sintonía con la inflación nacional. Aunque si se tiene en cuenta el comportamiento de los precios de la economía en Estados Unidos de los últimos 8 años, el valor neto de esta moneda cayó alrededor de 25%. Una situación que lleva a pensar al inversor si el “dólar colchón” es, o no, un mal negocio.

Es decir, si una persona compró US$ 1.000 en enero de 2015 y los dejó inmovilizados desde entonces hasta el presente, el poder de compra de esos billetes se redujo hasta casi los US$ 770 (-23%), debido a la inflación estadounidense.

A pesar de esa “pérdida” de valor mundial, por otro lado, hace años en Argentina la alta inflación, la devaluación constante del peso y la caída del salario real en moneda estadounidense generan que los dólares sean apetecibles y se revaloricen en gran manera al convertirlos a billetes nacionales.

“Una de las características que marcan a la economía argentina es el bimonetarismo, que surge como resultado de los efectos que tiene la inflación sobre la demanda de dinero, dado que a medida que el proceso inflacionario actual y/o esperado se intensifica, las personas ‘huyen’ de los pesos y se refugian en una moneda más estable, como el dólar estadounidense”, dijo a iProfesional Iván Perkins, analista de Ecolatina.

En resumen, muchos de los argentinos que tienen capacidad de ahorro se refugian es este activo externo para poder cubrirse de la pérdida de valor del peso.

El ahorro en dólares con la inflación que resta

De esta manera, más allá que el dólar billete históricamente es una reserva de “confianza” para el ahorrista argentino, la aceleración inflacionaria que tuvo Estados Unidos desde que comenzó la pandemia de COVID-19 en adelante generó que la moneda norteamericana pierda un notorio poder adquisitivo.

“Luego de la pandemia hubo un cambio de paradigma, porque muchas personas que estaban acostumbradas a refugiarse en el dólar, ahora se encuentran con que dicha referencia también se ve afectada por la suba sistemática y generalizada de los precios. Algo que durante muchos años no fue tan evidente”, resume Perkins.

En cifras, Estados Unidos se vio afectado por una fuerte aceleración de la inflación y alcanzó el 8,9% interanual (i.a.) en junio del año pasado.

Este fenómeno llevó a la Reserva Federal estadounidense (Fed) a tomar una posición muy agresiva de suba de tasas, que es la principal herramienta de política monetaria para enfriar la economía y reducir la inflación.

Inercia Inflacionaria

La inercia inflacionaria ha mermado en los últimos meses en Estados Unidos, aunque igual se mantiene en niveles históricos que siguen siendo altos.

“En abril de 2023 la inflación interanual fue del 5% y cedió 4 puntos porcentuales respecto a aquél pico de 8,9% de hace un año atrás, luego de que la Fed llevó la tasa al rango actual del 5% a 5,25%, que es la más elevada desde 2007.

Así, si bien es más moderada, el incremento de los precios en Estados Unidos aún está lejos del objetivo dual de la Reserva Federal, es decir, que la inflación de largo plazo sea del 2% y que haya pleno empleo. Por lo que el dólar sigue perdiendo mucho valor a lo largo del tiempo si se encuentra debajo del colchón”, concluyó Perkins.

De acuerdo a un reciente informe de fines de mayo de Balanz, el deflactor de precios núcleo PCE, uno de los indicadores de inflación más seguidos por la Fed, mostró una suba interanual de 4,7%, por encima del 4,6% esperado por el mercado y más alto que valor previo, lo que “pone el foco en la resiliencia inflacionaria, principalmente en los servicios”.

Ahorristas, igual tranquilos

Más allá que a nivel mundial la inflación influye en el poder de compra del dólar billete, los ahorristas argentinos que prefieren la moneda estadounidense no toman este factor externo.

“Los argentinos que ahorran en dólares no suelen considerar demasiado la inflación externa, sino que piensan principalmente en cubrirse de la devaluación del peso argentino”, asegura Perkins.

Esto lo comprueba un dato simple de lo sucedido en el país: el incremento de los precios de los principales tipos de cambio libre (contado con liquidación, MEP y dólar blue) entre abril de 2022 y abril pasado, estuvo en sintonía en los tres casos y fue de un promedio de 112%, mientras que la inflación interanual en ese mismo período fue de 108,8%.

Esto quiere decir que, de punta a punta, el dólar le ganó a los precios. Sin embargo, en la evolución mensual no mostraron en varios casos la mejor performance posible frente a la inflación, excepto los meses de altísima tensión en la brecha cambiaria, como fue en abril pasado, cuando escalaron y tocaron los $500.

“En resumen, la obsesión por el dólar no nos libera de la inflación del resto del mundo, aunque muchas veces nos defiende de la nuestra”, finalizó Perkins en diálogo con iProfesional.

Plazo fijo: un mecanismo que todavía no alcanza

Un informe privado plantea que para que la última suba de tasas que dispuso el Banco Central para los plazos fijos sea positiva, la inflación mensual no debería superar el 7,2%.

Así lo indicó un reporte de la consultora Economía & Ética, del economista Diego Giacomini, la cual recordó “el Banco Central aumentó la tasa nominal anual de referencia de 91% a 97%, lo que implica que la tasa efectiva anual de 154% para los depósitos de más de $30 millones, aunque para los restantes la tasa efectiva anual será 128,5%”.

El estudio indicó que “los depósitos de menos de $30 millones pierden contra una inflación mensual del 7,2% y los depósitos de más de $30 millones pierden contra una inflación del 7,7% mensual”.

Para la consultora, los dos porcentajes “podrían quedarse cortos” ante las proyecciones para los meses venideros, luego del salto en la cotización del dólar y los aumentos en las tarifas de servicios públicos

El informe señaló que “la suba de tasa en realidad alimenta los problemas que procura corregir y, por ende, mata a la suba de tasa como instrumento de política monetaria”.

Al respecto, sostuvo que “los plazos fijos tendrán retornos reales negativos; la demanda de dinero caerá, y consecuentemente, el exceso de demanda en el mercado cambiario volverá a parecer y el dólar libre nuevamente saltará”.

Fuente: Primera Edición