La inflación japonesa aún supera el objetivo del BOJ y un índice clave alcanza máximos de 40 años

La inflación japonesa aún supera el objetivo del BOJ y un índice clave alcanza máximos de 40 años

La inflación subyacente del consumo en Japón se mantuvo en abril muy por encima del objetivo del 2% fijado por el banco central y un índice clave que elimina los efectos del combustible alcanzó un nuevo máximo de cuatro décadas, manteniendo vivas las expectativas de un ajuste de su estímulo masivo este año.

La cifra llega unos días después de que los datos mostraran que la tercera economía mundial creció más de lo esperado en el primer trimestre, gracias a la recuperación del consumo tras la crisis financiera.

Aunque los costes de las materias primas han tocado techo, el aumento constante de los precios de los servicios y los alimentos pone de relieve una presión inflacionista cada vez mayor que podría inducir al Banco de Japón (BOJ) a revisar al alza en julio las previsiones de precios para este año, según los analistas.

«Es probable que el Banco de Japón no tenga más remedio que revisar al alza sus previsiones de inflación en julio», afirmó Ryutaro Kono, economista jefe para Japón de BNP Paribas. «Con el aumento de las expectativas de inflación, la posibilidad de un ajuste de la política monetaria puede ir en aumento».

El índice de precios al consumo (IPC) subyacente a nivel nacional, que excluye los alimentos frescos pero incluye los productos energéticos, subió un 3,4% en abril respecto al año anterior, según mostraron los datos el viernes, igualando la previsión media del mercado y mejorando la subida del 3,1% de marzo.

La inflación de los servicios se aceleró hasta el 1,7% en abril, desde el 1,5% de marzo, según los datos, lo que sugiere que el aumento de los costes laborales puede estar empezando a repercutir en la inflación general de los precios al consumo.

Los precios de los alimentos también subieron un 9% en abril, frente al 8,2% de marzo.

Un índice que excluye los efectos de los alimentos frescos y el combustible – estrechamente vigilado por el Banco de Japón como barómetro clave de las tendencias de los precios impulsados por la demanda interna – subió un 4,1% en abril respecto al año anterior, marcando el ritmo anual más rápido desde septiembre de 1981.

La inflación se ha mantenido por encima de su objetivo durante un año, por lo que los mercados especulan con la posibilidad de que el Banco de Japón reduzca en breve su enorme estímulo, que, según los críticos, está distorsionando los mercados y perjudicando los beneficios de las instituciones financieras.

Ueda ha insistido en la necesidad de mantener una política monetaria ultralaxa hasta que la inflación se sitúe de forma sostenible en torno al 2% y vaya acompañada de subidas salariales.

También ha afirmado que la inflación subyacente se ralentizará hasta situarse por debajo del 2% a mediados de este año fiscal, aunque el aumento sostenido de los precios ha puesto en duda esta opinión.

Los analistas encuestados por Reuters prevén que la inflación subyacente del consumo en Tokio, considerada un indicador adelantado de las tendencias a escala nacional, alcance el 3,3% en mayo. Los datos se publicarán el 26 de mayo.

Fuente: Reuters