JP Morgan, Wells Fargo y Citi Group informan resultados. En lo local, freno al repunte del MERVAL

JP Morgan, Wells Fargo y Citi Group informan resultados. En lo local, freno al repunte del MERVAL

La inflación de diciembre fue 3,8%, subiendo desde 2,5% en noviembre y confirmando nuestra lectura de que se trataba de un fenómeno transitorio. Es el máximo registro desde 4,1% en abril. En el mismo sendero, la Núcleo, que excluye Estacionales y Regulados, se aceleró a 4,4%, desde 3,3% en noviembre, registrando el mayor valor desde 4,6% en abril. De esta manera, desde octubre 2020 se mantiene por encima de 3% (15 meses), lapso en el que viajó a un ritmo mensual promedio de 3,7%.

La inflación saltó a 3,8% en diciembre

La inflación de diciembre fue 3,8%, subiendo desde 2,5% en noviembre y confirmando nuestra lectura de que se trataba de un fenómeno transitorio. Es el máximo registro desde 4,1% en abril.

La inflación Núcleo, que excluye Estacionales y Regulados, se aceleró a 4,4%, desde 3,3% en noviembre, siendo la más alta desde 4,6% en abril. De esta manera, desde octubre 2020 se mantiene por encima de 3% (15 meses), lapso en el que viajó a un ritmo mensual promedio de 3,7% (54,6% anualizado). El dato es contundente: de mínima, estamos clavados en una inflación de 50%.

Por su parte, los Regulados avanzaron 1,7%, desde 1% en noviembre, y los Estacionales subieron 3,7%, desde 0,5%. Como pensábamos, los valores del mes pasado fueron extraordinariamente bajos (Regulados tuvo el menor avance en 15 meses y Estacionales en 45 meses), volviendo a normalizarse y contribuyendo al alza de la inflación (junto al mencionado ritmo de la Núcleo).

La suba de precios quedó por debajo del 4,1% que marcaban los relevamientos de alta frecuencia, aunque por encima del 3,4% del REM de diciembre. Sorprendió la inflación Núcleo respecto a su estimación de 3,6%. Seguimos creyendo que la aceleración de la inflación iniciada en septiembre (Núcleo hizo “piso” de 3,1% en julio y agosto) refleja la fuerte expansión monetaria iniciada en junio, denotando la baja efectividad del crawling peg al 1%, que funcionó más como un contrapeso que como un ancla cambiaria.

Con vistas a los próximos meses, el REM espera que la general tome un camino ascendente hasta llegar a un máximo de 4% en marzo y abril, mientras que la Núcleo repetiría estos valores. Creemos que la monetización del déficit récord (exceptuando 2020) de 2021 de 4,6% del PBI en general y de diciembre en particular (1,5% del PBI), convalidaría valores más altos.

¿Inflación mayor a 4% en el primer semestre? Es probable. Las razones son:

i) el exceso de liquidez, principalmente derivado de la emisión monetaria fiscal,

ii) la aceleración del crawling peg a una TEA de 27,7% (mayor ritmo desde mayo);

iii) suba de tarifas de electricidad y

iv) menor oferta de bienes por menores importaciones, cuyo origen es la escasez de reservas (los importadores calculan su costo de reposición bien por encima del tipo de cambio oficial). La suba homeopática de tasas de interés lucha estérilmente contra todos estos factores.

La inflación de 2021 trepó a 50,9%, siendo la segunda más alta desde 1992, detrás de 2019 (53,8%). El alza desde 36,1% se debió al fuerte exceso monetario (oferta superó a demanda deseada), que fue consumiéndose en el primer semestre fundamentalmente (promedió 3,8% vs 3,1% el segundo). Las expectativas de inflación para 2022 treparon a 54,8% en el REM de diciembre, subiendo por quinto mes consecutivo desde 42% en julio. Consecuentemente, el récord de 2019 sería superado.

Pensando en los dos próximos años. La inflación del REM esperada (mediana) para los próximos dos años subió de 114,1% (52,1% en 2022 y 40,8% en 2023) a 121,9% (54,8% en 2022 y 43,4% en 2023). La dispersión de la muestra para el período se movió de 74% – 192% (mínimo – máximo) a 81% – 194%, equivalente a una inflación promedio anual de 35% – 71%.

Notamos una reacción más que positiva en la curva CER. El IPC de diciembre en 3,8% sorprendió al mercado, que estaba parada en una inflación breakeven de 3,60/3,65% (implícito antes de la publicación entre la LEDE/LECER de febrero 2022). Tras la publicación del dato, la curva CER extendió el reciente rally y cerró la rueda con nuevos ascensos. La suba se concentró en el tramo largo de la curva con el TX26 y el DICP escalando +1.7% y +1.2%. El tramo medio (2023/2024) también se mostró tomador con alzas de hasta +0.9%.

Nuevo golpe a la deuda

La sangría no se detiene. Los globales tropezaron una vez más y no logran levantar cabeza. Los bonos argentinos se desplomaron -1.3% y -1.7% este jueves y llevaron el precio promedio ponderado hasta US$ 31.43 (-US$ 0.51 1D, -US$ 1.15 5D). El indicador se ubica por debajo del umbral de US$ 32 por segunda rueda consecutiva e incluso se mantiene por debajo del piso de marzo 2021 (US$ 31.98). Habiendo alcanzado dichos niveles, hoy nos encontramos a solo 2.30% de los mínimos post restructuración del 30/11 (US$ 30.73). La tasa promedio escaló +29bps hasta 20.67% (+68bps 5D; +182bps YTD) y se encuentra a un paso de alcanzar un nuevo máximo post restructuración. El riesgo país trepó 30 unidades hasta 1.863 puntos y acumula un alza de 166 puntos en lo que va del año. Así, el índice borró prácticamente toda la baja de diciembre y se encuentra a solo 30 puntos de volver a los niveles máximos de fines de noviembre.

¿Hasta cuándo? No hubo una sola rueda positiva para los globales en lo que va del 2022. Sin avances con el FMI y a pesar del mejor clima para emergentes estas últimas tres ruedas, los bonos argentinos apuntan a cerrar otra semana en rojo (-1.9% y -2.9%). Así, en apenas las dos primeras semanas del año, los títulos se desplomaron -8.4% y -9.3%.  La posibilidad de un rápido acuerdo con el Fondo se esfuma y la falta de avances profundiza el sentimiento negativo para la deuda. Recordemos que las negociaciones se dan a contrarreloj con pagos por US$2.879 millones al FMI en marzo, y con reservas en estado crítico que aumentan las probabilidades de un atraso en el cumplimiento. En tanto, temprano esta mañana los globales vuelven a mostrar números negativos con bajas de hasta -0.2%.

Un freno al repunte del MERVAL

Tras dos jornadas muy positivas donde el índice bursátil argentino recuperó 14 puntos para quedar a 2 de los 411 de fin de 2021, el CCL le puso un freno. El MERVAL cerró la ronda en los 405 puntos medido en dólares, dado que se mantuvo relativamente estable en pesos y el CCL (medido con ADRs) incrementó su valor +1,19%, pasando de los $208,13 a los $210,61. En cuanto al volumen operado, el saldo fue de $1.110M (vs $605M el miércoles), el más alto en lo que va del mes, ubicando la media en $776M.

La caída del índice estuvo signada por la performance de TGSU2 y RICH que cayeron -2,60% y -2,59% respectivamente, acompañadas por TECO2 que se deslizó -1,55%. En verde destacaron YPFD trepando +3,05%, ALUA aumentando +2,14% y BBAR subiendo +2,06%.

En cuanto a las acciones argentinas en los paneles del exterior, fue una rueda complicada con una baja promedio de -0,9% protagonizada por tan solo 9 papeles. GLOB y MELI volvieron a dar la nota del lado de los rojos, anotando caídas de -6,8% y -6,6% respectivamente, ubicándose en US$251,3 y US$1.131,0 por papel. En lo que va del año, GLOB perdió -20% de su capitalización y MELI el -16%. Escoltó las bajas EDN cotizando US$4,9 (-3,5%). Del otro lado, los mejores desempeños los tuvieron BIOX y SUPV con +1,6% cada una y BMA con +1,5%.

En lo que respecta a los CEDEARs, el volumen operado fue el más bajo desde el 25 de noviembre. El saldo fue de $1.902M (vs $2.274M el miércoles), lo que dejó al promedio mensual en $2.476M, finalmente por debajo de la media de septiembre. El día jueves tampoco fue sencillo para los certificados de depósito, que contaron con los paneles teñidos de rojo. Al igual que los ADRs, GLNT encabezó la baja hundiéndose -6,46%. Fue seguida por TSLA derrumbándose -5,33% y MELI desplomándose -4,85%. Destacaron positivamente TSM con +5,82%, PBR +2,57% y VIST +0,68%.

Comienza una nueva temporada de ganancias

¡Atentos! Una nueva temporada de balances comienza con JP Morgan, Wells Fargo y Citi Group informando sus resultados antes del cierre. Los bancos de Wall Street se enfrentan con expectativas muy altas para las ganancias del cuarto trimestre del 2021. Por lo pronto, dicho sector dentro del SPX tuvo una rentabilidad mayor al 32% durante todo el año pasado y, en las últimas semanas, las acciones bancarias han sido impulsadas por la perspectiva de un aumento de tasas de interés. Sin embargo, a la espera de los resultados corporativos, las acciones de JP Morgan retrocedían hasta un -3%, mientras que Citi Bank lo hacía en un -1.5%. Wells Fargo, en cambio, apunta a una apertura positiva avanzando +2.0%.

Mientras tanto, en Wall Street los principales índices continúan a la baja. Los futuros del Nasdaq retroceden otros -0.7%, seguidos del SPX y el DJIA cayendo -0.4% y -0.3%, respectivamente. Las tasas largas del tesoro retoman levemente el sendero alcista, sumando +2bps el US10Y hasta ubicarse en 1.73%.

Pasando a la Zona Euro, la economía alemana creció un +2,7% en 2021 en medio de otro año de aumento de casos de covid-19, restricciones relacionadas con la pandemia y presiones en la cadena de suministro, según mostraron datos preliminares de la oficina de estadísticas Eurostat. Además, el repunte se produce luego de la mayor contracción del último tiempo. Recordemos que la primera economía del euro había retrocedido un -4,6 % en 2020. A pesar de esto, aún queda camino por recorrer: el crecimiento fue un 2% menor al 2019, año previo a la pandemia de Covid-19.