Invertir: una apuesta incierta con precios que se desaceleran y tipo de cambio estable

Una apuesta incierta. Hasta julio, el dólar corría desde atrás y las inversiones estaban atadas a los precios.

Hasta julio, las inversiones que permitieron preservar el poder de compra del dinero estaban atadas a la evolución de los precios. Pero esa ecuación podría llegar a cambiar si se confirma que el mes pasado la inflación

termina perforando el piso de 3%, tal como lo ha adelantado el Gobierno y lo han proyectado distintas consultoras.

Según el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM), desde el mes pasado, y hasta diciembre, la inflación podría ubicarse por debajo del 3% mensual. Esto haría que las tasas de los plazos fijos tradicionales dejen de lucir tan negativas.

Con una TNA de 37% anual, el rendimiento mensual apenas alcanza el 3,08%, por lo que en la mayoría de los meses de este año perdieron contra la inflación. Pero una desaceleración en los precios puede cambiar la dinámica y que ambos tipos de colocaciones resulten “empatadas”.

La “contra” que presentan los plazos fijos UVA es que el tiempo mínimo por el que se debe congelar el dinero depositado es de 90 días.

Si los pronósticos fueran correctos hacer un depósito atado a la inflación en la segunda semana de agosto puede redundar en una ganancia cercana al 8,2% pagadera en noviembre próximo. A esto hay que sumarle el 1% de tasa nominal anual con el que en algunos bancos remuneran estos plazos fijos.

Volatilidad electoral

Pero, a la vez, dejar inmovilizados los ahorros en un período de volatilidad pre electoral, puede ser una mala idea. “Un ahorrista que busca codiciembre bertura inflacionaria puede conseguirla sin necesidad de inmovilizar el depósito por 90 días como requiere el plazo fijo UVA. Un fondo común de inversión que tenga una fuerte composición de bonos y letras que ajustan por CER cumple la misma función de cobertura inflacionaria que el depósito UVA pero el ahorrista puede recuperar su dinero como mucho en dos días”, explicó Juan Pablo Albornoz, de Ecolatina.

Según los economistas del REM, el dólar oficial aumentará un 9% hasta y así el mayorista pasará de $98 a $107 en el último mes del año. De esta manera, los pocos ahorristas que aún pueden acceder al mercado de cambios oficial, conseguirían ganancias con el billete verde apenas superiores al 5%.

En cuanto a las otras cotizaciones, en lo que va del año corrieron por detrás de los precios domésticos: el dólar libre sumó en los primeros ocho meses 8%; mientras que el contado con liqui y el dólar MEP avanzaron poco más de 21%.

Fuente: Clarín