Frente a las legislativas los inversores se posicionan para el impacto electoral

Frente a las legislativas los inversores se posicionan para el impacto electoral

Mientras la política decide los candidatos para las legislativas (o los formatos en los que esos nombres surgirán), los inversores deciden cómo posicionarse ante un entorno cambiante que, además, recibirá el impacto electoral. Hay cierto consenso en que una victoria de Juntos por el Cambio sería un “gatillo” positivo. En principio, aumentaría las chances de una victoria de JxC en 2023 y, en teoría, frenaría algunas potenciales iniciativas disruptivas del Gobierno en el bienio 2022-2023. No casualmente, algunos creen que una derrota del Frente de Todos (FdT) podría terminar ayudando, por lo menos en el plano financiero, al Gobierno actual.

“Un resultado electoral que traiga un cambio sustancial en el mapa político actual y alimente la expectativa de una nueva administración a partir del 2023”, señala un nuevo reporte de Portfolio Personal Inversiones (PPI), sería el escenario optimista. Aunque no el más probable. En el escenario base, más probable, “no habría grandes diferencias con respecto a hoy en la realidad política tras las elecciones, y la situación actual probablemente se extienda hasta no tener un acuerdo cerrado con el FMI”, señala PPI.

“Para el escenario base, y con un view más conservador, proponemos una mayor pondración en créditos corporativos en dólares, mientras que la exposición a títulos públicos está focalizada en bonos en dólares de Provincias de buena calidad crediticia. Por otro lado, mantenemos una mínima proporción de la cartera en pesos con fines transaccionales. Para el escenario optimista, sugerimos una mayor exposición a riesgo soberano, incrementando la tenencia tanto en la curva en pesos como en dólares. En tanto, agregamos la posibilidad de sumar equity argentino para un perfil agresivo”, señalan desde PPI.

Deuda corporativa en dólares

A la hora de armar una cartera para el escenario base en Obligaciones Negociables, PPI sugiere Tecpetrol 2022 (TTC1O) con un rendimiento aproximado de 5,2% anual y Pan American Energy 2027 (PNDCO) con un rendimiento de 6,7%. “Ambas obligaciones negociables se encuentran garantizadas por las respectivas casas matrices con operación en otros países de Latinoamérica, lo que permite al inversor mantener cierta diversificación geográfica del ‘riesgo Argentina’. Además, el actual contexto internacional de suba de los precios de los commodities vuelve al sector petrolero una industria atractiva para invertir”, dice el informe.

Ante un escenario optimista, favorecen el armado de una cartera con mayor riesgo. En ese contexto, “preferimos aumentar la exposición a otras Obligaciones Negociables con exposición pura a Argentina, que ofrecen mayor retorno”. Algunos ejemplos: Telecom Argentina 2025 (TLC5O) con rendimiento aproximado de 9,1% anual, Pampa Energía 2023 (PTSTO) con rendimiento anual de 8,6% y Capex 2024 (CAC2O) con un rendimiento anual aproximado de 9,6%.

“Telecom Argentina es la empresa líder de telecomunicaciones en Argentina y cuenta con un moderado nivel de endeudamiento. Pampa Energía es la mayor empresa de generación de electricidad en Argentina con inversiones también en producción de gas en Vaca Muerta y empresas de servicios públicos. Por último, Capex es una empresa de Argentina integrada dedicada a la exploración y explotación de hidrocarburos y a la generación de energía eléctrica, térmica y renovable”, detallan.

Bonos soberanos en dólares

Dentro de los títulos soberanos, el mercado descuenta con una probabilidad elevada que el país sufrirá un nuevo evento de crédito en los próximos 3 a 5 años. “Ante la ausencia de un plan macroeconómico serio hacia adelante, y sin grandes diferencias electorales, preferimos mantenernos al margen de la curva soberana en el escenario base/conservador”, dicen desde PPI.

Sin embargo, advierte que, incluso ante la expectativa de un cambio de Gobierno en 2023, luce bastante complicado surcar el perfil de vencimientos más allá de 2023, que es el período donde los pagos empiezan a resultar más abultados. “En base a nuestras simulaciones de default para diferentes fechas y valores de recupero, preferimos la convexidad del Global 2035 para jugar ese trade. Mención especial para la current yield del Bonar 38, que sube hasta 9,9% en 2023”, añaden.

Bonos en pesos

La posición en pesos dentro de la cartera debe conservar el ajuste por inflación, dicen. “Si bien el IPC de mayo muestra cierta desaceleración, se espera que la inflación continúe moviéndose por encima del ritmo de devaluación actual. Las expectativas de inflación a doce meses se ubican en máximos, en torno al 51% (…) De hecho, la curva CER encabeza los rendimientos en el acumulado anual, superando el retorno del resto de los títulos en pesos e incluso ganándole al rendimiento del CCL (+16,9%)”, detalla el reporte.

Para el escenario base, el universo soberano en pesos presenta un atractivo más bien transaccional. Creemos que, para el cortísimo plazo, el TC21 es una opción superadora al resto de las alternativas en pesos. Para el inversor minorista, los FCI CER a corto/ mediano plazo son un buen vehículo para exponerse a ese tipo de activos y mantener una posición de riesgo medio o bajo. La mayor exposición al riesgo soberano en pesos se da en el escenario optimista. Con una brecha controlada, la tranquilidad cambiaria se extiende más allá de agosto y hay oportunidades de estrategias de carry trade por algunos meses más. Así, mantenemos la posición en el TC21, pero sumamos duration en TX22 y el TX24”, agrega el reporte.

Papeles privados

El Merval, medido en dólares, cotiza en torno a los 390 puntos, después de haber tocado mínimos de 247 puntos en marzo del año pasado en medio del inicio de la pandemia. En las últimas semanas, por la mano de la recuperación de Brasil y los rumores de reclasificación, el Merval rebotó hasta +35% (416 puntos) desde los pisos de mayo, para luego retroceder al nivel actual.

“Entre los principales drivers mirando hacia adelante, nuestra correlación con Brasil sigue siendo muy importante. Al mismo tiempo, el mercado comienza a enfocarse en el escenario político de cara a las elecciones legislativas de este año. A su vez, hoy, MSCI dará a conocer la decisión sobre la reclasificación de Argentina.

Argentina probablemente abandone el índice de emergentes y pase a frontera, con una mayor ponderación que podría implicar un mayor flujo hacia los ADRs de lo que sale por emergentes por parte de los fondos y ETFs que replican los índices. También está la posibilidad de pasar a ‘standalone’ y no pertenecer a ninguno de los dos índices, aunque a este escenario se le asigna una menor probabilidad”, explica el trabajo.

Para los inversores que quieran armar una posición de acciones argentinas, apostando a una recuperación económica y un cambio de expectativas en lo local, son preferibles las acciones de empresas de calidad, con mejor posición financiera, menor exposición a mercados regulados y beneficiados por el alza de precios de los commodities. TXAR, ALUA, LOMA, GGAL y BMA, por ejemplo. También, para tener exposición en el sector petróleo y en Vaca Muerta, recomiendan posicionarse en VIST (Vista Oil & Gas) desde el Cedear.

Fuente: El Economista