Establecer un salario universal: El debate entre el Gobierno, gremios y empresas

Establecer un salario universal: El debate entre el Gobierno, gremios y empresas

La idea gana apoyo en el oficialismo, que cree que ordenaría los flujos de asistencia social

La necesidad de establecer un salario universal (SU) es la convicción de gran parte del Gobierno como alternativa para fortificar la seguridad social de millones de argentinos y argentinas.

El tema está en la superficie política e incluso fuentes oficiales no descartaron que sea uno de los tópicos a tratar en esa mesa de concertación y diálogo que tendió el Gobierno y que se desarrollará hoy entre funcionarios, la UIA y la CGT en Economía.

Mientras tanto, los defensores del salario universal ponderan que, de implementarlo, puede ser un ordenador de los fondos públicos que se destinan a la asistencia social, una exigencia que el Fondo Monetario Internacional dejó por escrito, y en trazo grueso, en el último acuerdo con nuestro país.

Dentro de su gama de definiciones, el salario universal también es referido como ingreso básico universal, renta básica universal o ingreso ciudadano. El concepto se resume en un sistema de seguridad social para que los ciudadanos o residentes de una nación reciban dinero periódicamente.

Quienes vislumbran su implementación en nuestro país estiman que su impacto positivo sería similar al que en 2009 provocó el decreto que estableció la AUH. Incluso durante estos días de agitada confrontación en el oficialismo por la cuestión salarial e inflacionaria, los impulsores del salario universal consideran que es una de las salidas «pacificadoras» a los sucesivos encontronazos que se detonaron en el capítulo «bono, no, paritarias sí» que atraviesa al Frente de Todos.

Un shock distributivo

El diputado y dirigente sindical Omar Plaini resaltó el valor del salario universal, por la necesidad de un shock distributivo, y puntualizó a este medio: «Alcanzado el acuerdo con el FMI, ahora corresponde poner los mejores esfuerzos respecto de atender la situación de pobreza y de indigencia».

La economista Cecilia González Bonorino señaló: «Debería estar más vinculado con los niveles de pobreza que con la inflación, pobreza incluso que se genera por la falta de empleo. Hoy no se puede garantizar el pleno empleo a través del mercado. Y esta fue la discusión sobre el salario universal durante la pandemia, la cual redujo el empleo y potenció la desigualdad social».

Para la consideración de Matías Barroetaveña, titular del Centro de Estudios Metropolitanos (CEM) el salario universal es un tema complejo. «La idea en concepto, incluso para los organismos internacionales de crédito, marca al salario universal como un ordenador de la economía de países en desarrollo. Dentro de nuestro presente en cuanto a inflación, precio de los alimentos y más, estimo que podrían lograrse consensos como los que busca el Gobierno para atender las necesidades de una amplia franja de nuestro país».

Hoy no se puede garantizar el pleno empleo a través del mercado»

Plaini pidió enfocarse en la pobreza y en la indigencia.

Fuente: BAE