ESG: Un criterio que pone el foco en el impacto ambiental

ESG: Un criterio que pone el foco en el impacto ambiental

ESG: ¿Qué significa y por qué debería importarle al inversor?

La sigla en inglés abrevia el concepto de Environmental, Social and Governance, un criterio que pone el foco en el impacto ambiental que las operaciones de las compañías pueden llegar a tener, en las prácticas sociales que llevan a cabo y en el estilo de gobierno corporativo que las caracteriza. Se trata de una corriente de inversión socialmente responsable que viene tomando fuerza en los últimos años, relacionada a la asignación de capital.

ESG son las siglas que gradualmente más presencia van adquiriendo en los reportes anuales de las empresas y las que van a dictar el futuro en las inversiones. En inglés, abrevian el concepto de environmental, social and governance. En otras palabras, es un criterio que pone el foco en el impacto ambiental que las operaciones de las compañías pueden llegar a tener, en las prácticas sociales que llevan a cabo y en el estilo de gobierno corporativo que las caracteriza. Debido a una corriente de inversión socialmente responsable que viene tomando fuerza en los últimos años, los factores ESG están siendo cada vez más protagonistas a la hora de considerar la asignación de capital, por lo que es momento de profundizar en cada uno de ellos y reflexionar sobre sus implicancias.

Comenzando con el factor environmental, lo que nos va a interesar saber es cómo la empresa se vincula con el medioambiente. Por eso, cuando analizamos el impacto que puedan tener las actividades de las empresas nos fijaremos en aspectos como sus políticas de cambio climático, su consumo de energía, la cantidad de deshechos que producen, su nivel y tipos de contaminación, la conservación de recursos naturales, el trato con la flora y fauna de su entorno, y demás cuestiones del estilo.

Así, nuestro enfoque del análisis tendrá dos caras

Por un lado, nos centraremos en la actividad que desarrolla la compañía que analizamos. Lógicamente, no nos será igual alocar nuestro capital en una empresa que se dedica a la industria petrolífera que una involucrada en la generación de energía renovable. Por otro lado, examinaremos los efectos indirectos de las actividades de cada empresa.

Tampoco seremos indiferentes a la hora de elegir entre una compañía que fabrica autos a combustión y una que fabrica autos eléctricos, dado que el uso de cada uno de estos autos producirá niveles de contaminación desiguales. De todas formas, nuestro mayor interés estará en la huella global de la empresa, y en este sentido hay otra medida a explorar.

Por ejemplo, enfocándonos en la huella de carbono particularmente, si bien reducir a cero las emisiones generadas por las actividades es prácticamente imposible, sí las compañías pueden alcanzar una emisión neta de cero.

¿Cómo es posible?

Mediante proyectos de captación de carbono que contrarresten la porción que por el tipo de actividad no pueda ser eliminado. Vista Energy, del sector Oil&Gas, es un ejemplo de ello. VIST explicitó su intención de ser carbono neutral para 2026 a partir de reducir sus emisiones directas al tiempo que se embarcan en proyectos de reforestación y captación de carbono en suelo para el remanente, demostrando que el sector puede no generar gases de efecto invernadero.

Dirigiéndonos a la órbita social, querremos observar cómo se desenvuelve la corporación que estemos analizando en su comunidad en términos de diversidad, derechos humanos y cuidados sanitarios, entre otras cosas. Nuevamente el análisis se bifurca en consecuencias directas e indirectas de su accionar.

En primer lugar, nos interesa cómo se relaciona la empresa con sus empleados, con sus clientes y con la comunidad en la que opera. Luego, también nos interesa si promueve sus mismos estándares en compañías vinculadas a ella, como pueden ser proveedores, fomentando un mayor bienestar social.

En concreto, si vemos que una compañía emplea menores de edad o tiene jornadas laborales extenuantes, ateniéndonos a los estándares ESG la evitaremos, así como podríamos llegar a evitar a empresas que se vinculen a ella. Yendo a la experiencia, Apple durante varios años fue criticada por estar vinculada a Foxconn, una empresa taiwanesa con prácticas que rondaban lo inadmisible, generando una cantidad de suicidios considerable entre sus empleados.

ESG

El tercer lugar, la última letra de la sigla, que refiere al governance, hace alusión al gobierno corporativo de la empresa, es decir que juzga características como la estructura del directorio, los derechos de los accionistas, la transparencia en el management, los controles de auditoría e internos, y otras cuestiones de la índole.

En pocas palabras, lo que buscaremos es que los incentivos del management de la compañía se hallen alineadas a los intereses de los accionistas y las demás partes interesadas.

La consecuencia, buscaremos empresas que voten el directorio en una única fecha y no escalonadamente o que posean un sistema de voto acumulativo dándole mayores oportunidades a los inversores minoristas. Querremos compañías que sean transparentes, y no se involucren en actividades fraudulentas o que impliquen un conflicto de intereses. También es aconsejable hondar en los esquemas de remuneración de los puestos gerenciales. En este sentido, un esquema de remuneración que incluya parte de la remuneración en acciones u opciones ayudarán a que los empleados compartan el interés de potenciar el valor de mercado de la empresa.

Mejorar el ESG

Luego de instruirse en lo que representan cada una de esas tres letras; el lector debería preguntarse el motivo por el que le deberían interesar en términos de retorno, más allá de cualquier reflexión ética o moral. La razón es simple: este tema no es una moda, ni es temporal. Es el eje sobre el que se van a moldear las corporaciones a futuro. Por ende, no dirigir esfuerzos a mejorar en términos de ESG impacta tanto los riesgos como los potenciales retornos de la inversión.

Comenzando por el riesgo, destacamos tanto los riesgos físicos como operativos a los que estarán expuestas estas empresas. En este sentido, no encarar la transición con tiempo podría llevar a tener que hacerlo más aceleradamente y a un mayor costo. Imaginemos que el mundo deriva en una dinámica donde la cantidad de emisiones posibles por empresa están limitadas. Podría suceder que una empresa del portfolio exceda su límite de emisión de carbono; y sea multada o deba recurrir a un mercado de carbono para comprar capacidad de emisiones, repercutiendo en su valuación. En segundo lugar, la liquidez será un tema importante.

Acciones

Por un lado, las acciones de empresas que no se interesen por su entorno, podrían dejar de ser requeridas, afectando su precio. En el otro extremo, el crecimiento en la demanda por activos cuyo negocio subyacente sí tiene una orientación ESG ha sido exponencial. Lo vemos en las alocaciones de los fondos más grandes del mundo, como lo es el liderado por Larry Fink, Blackrock; que hasta en su página inicial tiene un link para entender como integran los factores ESG a sus decisiones.

Esta mayor demanda y mayor apoyo hacia estos papeles resultan en precios que se disparan. Por eso el tercer punto es el potencial retorno de posicionarse adelantadamente. Aquellos negocios que busquen ser los primeros lograrán ventajas competitivas fundamentales, que podrían derivar en oportunidades de inversión y de crecimiento. Volviendo al ejemplo anterior, empresas que, mediante sus programas de captación de carbono, logren capturar más de lo que emiten tendrán oportunidades de negocio interesantes. En definitiva, recomendamos que el inversor considere estos factores a la hora de tomar sus decisiones dado su relevancia aumenta año a año.

Fuente: PPI