Entidades de comercio y pymes apuntaron a la caída en la actividad y la pasividad sindical durante cuatro años

Entidades de comercio y pymes apuntaron a la caída en la actividad y la pasividad sindical durante cuatro años

A horas del paro general convocado por la CGT y otras centrales obreras, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) y la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) y la red de Súper Argentinos salieron al cruce de la medida de fuerza. “Nuestras pymes necesitan trabajar, ya que sin trabajo no hay ingresos”, dijo el presidente de CAME, Alfredo González, a través de un comunicado. Desde la CAC, en tanto, apuntaron contra los sindicalistas por no haberse manifestado de manera similar durante la gestión de Alberto Fernández.

La CAC llamó a reflexionar sobre “los dispares criterios con los que algunos sectores de la política y el sindicalismo protestan contra los gobiernos”. A su vez, reclamó que “se trata del paro general más rápido realizado a un Gobierno desde el retorno de la Democracia en 1983, a tan solo 40 días de haber asumido Javier Milei la presidencia”.

Por último, mencionó que “es el momento, de una vez y para siempre, de llevar a cabo las postergadas reformas estructurales que Argentina necesita para dejar de ser una Nación sin rumbo”.

Bajo esta consigna también salió a repudiar el paro la red de Súper Argentinos, que nuclea a la Cámara Argentina de Supermercados (CAS) y la Federación Argentina de Supermercados y Autoservicios (FASA).

Apoyar la producción y el trabajo

En un comunicado, hicieron hincapié en la necesidad de apoyar la producción y el trabajo mientras que, a su vez, avalaron el megadecreto que desregula la economía y la reforma laboral que plantea, dado que, afirmaron, es “imprescindible para el normal desenvolvimiento de las empresas privadas, especialmente de las pymes, indiscutibles generadoras de inversión y creadoras de empleo”.

“Entendemos que la forma de recomponer el salario (una necesidad urgente) es produciendo, invirtiendo y generando empleos formales, algo totalmente opuesto a lo que provoca un paro general”, resaltaron desde la entidad.

“Somos respetuosos de las decisiones del sindicalismo y del derecho a huelga. Entendemos y compartimos la incertidumbre imperante y la angustia que afecta a buena parte de nuestra población, pero no creemos que un paro sea el instrumento que vaya a revertir esta situación”, resaltó por su parte González, presidente de CAME.

Caída de consumo y ventas

Según esa entidad, el paro de mañana se dará en el marco de caídas en el consumo y la industria pyme. De acuerdo con los datos de relevados por la entidad, en diciembre de 2023 las ventas minoristas tuvieron una baja anual de 13,7% y finalizaron el año pasado con una retracción de 3,4%. Por su parte, la producción de las pymes experimentó un descenso de 26,9% en diciembre, a precios constantes, y 2023 terminó con un declive de 2,6%.

“Una situación como la que se vivió en 2023 fue parecida fue en la última etapa del gobierno de Juntos por el Cambio, aunque no con estos números”, indicó ayer Salvador Femenía, vocero de CAME, en diálogo con radio Futuröck. “Creemos que los próximos meses van a ser muy difíciles, con un panorama muy recesivo, y vamos a tener el desafío de mantener la mano de obra y la actividad”, agregó.

“Cada mes debemos hacer frente a las erogaciones fijas de nuestros negocios. Las pymes somos las principales generadoras de empleo registrado”, expresó González. La CAME agrupa a más de 400.000 pequeñas y medianas firmas del comercio y los servicios, el turismo, las economías regionales, la industria y la construcción de todo el país, que en su conjunto emplean a más de 2,5 millones de personas.

Así, a través de un comunicado de prensa, CAME consideró que el paro general, “que implicará un día sin producción y sin actividad comercial”, conllevará una pérdida económica mayúscula para el país.

La CAC, por su parte, resaltó “la diferencia de criterio expresada por aquellos sectores que adhieren a la jornada de reclamo, pero que no realizaron manifestación alguna durante los cuatro años en que Alberto Fernández ejerció el Poder Ejecutivo, período en que el crecimiento de la pobreza y la inflación, con su consecuente deterioro del poder adquisitivo, fueron constantes”.

“No podemos obviar que la presente inflación es producto de medidas, equivocadas a nuestro juicio, tomadas por la gestión anterior. Esto llevó a que la presidencia de Fernández finalice con una inflación acumulada de 930,7%. A modo de referencia, el gobierno de Mauricio Macri registró una variación de precios de 304,3%, una de las razones que motivó que la CGT realizara cinco paros generales”, contrastó la CAC, con la mira en los gremios.

Fuente: La Nación