El riesgo país se triplica y Bolivia se enfrenta a la posibilidad de una devaluación

El riesgo país se triplica y Bolivia se enfrenta a la posibilidad de una devaluación

El riesgo país de Bolivia ha aumentado considerablemente en lo que va del año, triplicándose y alcanzando los 1.907 puntos básicos en el índice JP Morgan Chase.

Esto ha generado preocupación en el mercado financiero, ya que existe la posibilidad de que el país pueda devaluar su moneda para solucionar la falta de reservas, según un informe del bróker argentino Balanz Capital.

La situación económica de Bolivia ha venido acumulando desajustes en los últimos años, lo que ha llevado a que dos de las tres agencias de calificación de crédito reduzcan la calificación soberana del país. Fitch Ratings redujo el rating para la deuda de largo plazo en moneda extranjera de Bolivia en un escalón a B-, mientras que Standard&Poor’s le mantuvo el rating B pero le puso perspectiva negativa, y Moody’s redujo el rating soberano en dos escalones a Caa1, también con perspectiva negativa.

Caso Bolivia

La falta de reservas internacionales ha sido un problema constante en Bolivia desde 2014-2015, en parte debido al atraso del tipo de cambio real en el país, que ha erosionado las reservas. A pesar de esto, el presidente Luis Arce y las autoridades del Banco Central de Bolivia han insistido en que no tienen intenciones de devaluar la moneda.

Sin embargo, según el informe de Balanz Capital, un ajuste cambiario podría solucionar de manera relativamente sencilla el problema con las divisas. La complicación radica en el posible impacto político que esto podría tener, ya que el Gobierno boliviano se jacta de tener una de las inflaciones más bajas del mundo y su eslogan es «somos un país estable».

Además, los economistas han señalado que las subvenciones influyen en los precios bajos en Bolivia, pero su costo asciende a $us 1.700 millones anuales. El analista y académico Antonio Saravia señala que «Bolivia se compra su inflación baja».

Tipo de cambio flexible

A pesar de las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) en su visita a septiembre de 2022, el Gobierno de Bolivia no considera apropiada la transición a un régimen de tipo de cambio flexible y no tiene intenciones de abandonarlo. Argumentan que el tipo de cambio fijo ha generado certidumbre económica, ha contenido la inflación importada y ha desdolarizado la economía.

El riesgo país de Bolivia ha aumentado considerablemente en lo que va del año, triplicándose y alcanzando los 1.907 puntos básicos en el índice JP Morgan Chase.

Esto ha generado preocupación en el mercado financiero, ya que existe la posibilidad de que el país pueda devaluar su moneda para solucionar la falta de reservas, según un informe del bróker argentino Balanz Capital.

Desajustes

La situación económica de Bolivia ha venido acumulando desajustes en los últimos años, lo que ha llevado a que dos de las tres agencias de calificación de crédito reduzcan la calificación soberana del país. Fitch Ratings redujo el rating para la deuda de largo plazo en moneda extranjera de Bolivia en un escalón a B-, mientras que Standard&Poor’s le mantuvo el rating B pero le puso perspectiva negativa, y Moody’s redujo el rating soberano en dos escalones a Caa1, también con perspectiva negativa.

La falta de reservas internacionales ha sido un problema constante en Bolivia desde 2014-2015, en parte debido al atraso del tipo de cambio real en el país, que ha erosionado las reservas. A pesar de esto, el presidente Luis Arce y las autoridades del Banco Central de Bolivia han insistido en que no tienen intenciones de devaluar la moneda.

Ajuste cambiario

Sin embargo, según el informe de Balanz Capital, un ajuste cambiario podría solucionar de manera relativamente sencilla el problema con las divisas. La complicación radica en el posible impacto político que esto podría tener, ya que el Gobierno boliviano se jacta de tener una de las inflaciones más bajas del mundo y su eslogan es «somos un país estable».

Además, los economistas han señalado que las subvenciones influyen en los precios bajos en Bolivia, pero su costo asciende a $us 1.700 millones anuales. El analista y académico Antonio Saravia señala que «Bolivia se compra su inflación baja».

A pesar de las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) en su visita a septiembre de 2022, el Gobierno de Bolivia no considera apropiada la transición a un régimen de tipo de cambio flexible y no tiene intenciones de abandonarlo. Argumentan que el tipo de cambio fijo ha generado certidumbre económica, ha contenido la inflación importada y ha desdolarizado la economía.

Fuente: Periodicoleta.com.ar