El límite de paritarias son las necesidades de los trabajadores y las posibilidades de la empresa

El límite de paritarias son las necesidades de los trabajadores y las posibilidades de la empresa
Lo dijo el mecánico Ricardo Pignanelli en un panel. Martínez pidió responsabilidad empresaria.

La industria del juicio laboral y los límites hasta dónde se puede exigir desde el gremio a la empresa (y viceversa) fueron ejes de un encuentro entre los gremialistas Ricardo Pignanelli y Gerardo Martínez con los hombres y mujeres de negocios reunidos en el 58° Coloquio de IDEA.

Martínez, titular de la UOCRA, reclamó que «la política deje la discusión de palacete», ya que, aseguró, «las discusiones que se dan no están en sintonía con las necesidades de nuestra sociedad, sobre todo en aquellos sectores que quisieran trabajar y no consiguen trabajo».

Pignanelli, por su parte, encabeza el Sindicato de Mecánicos (SMATA), encargado de negociar con casi todas las terminales automotrices del país.

Y dijo que el límite de las discusiones paritarias son las necesidades de los trabajadores y las posibilidades de la empresa. «A la empresa no le puedo sacar más de lo que me puede pagar.

Sí sacar para que tengan una vida digna los trabajadores», planteó.

Apenas dos semanas antes, dos de las automotrices, Ford y Toyota, habían debido paralizar por completo sus actividades durante varios días a raíz del conflicto entre los fabricantes de neumáticos y el gremio SUTNA.

Cuando finalmente se arribó a un acuerdo, en otras dos terminales automotrices estaban al límite de suspender también sus actividades, por la falta de esos insumos.

Agotar las instancias

Mitad en broma, y no tanto, Pignanelli señaló que en aquel momento le dijo a los directivos de Toyota que agotaran todas las instancias posibles para no suspender la actividad.

«Cuando por cualquier problema macro se me cae la producción, yo sufro. Porque cuando pierdo la confianza de los trabajadores, no la pierdo sólo yo. Por eso, cuando faltaron las cubiertas, les dije ‘ponete a fabricar caballetes hasta que aparezcan las cubiertas'», contó el dirigente gremial.

Nota al margen: lo que Pignanelli es consistente con algo que efectivamente ocurrió en la planta de Zárate de Toyota. Durante la crisis de los neumáticos, el lunes 26, Toyota comenzó a poner ruedas de otros modelos a las camionetas que estaban en la línea de producción y las mandó a un playón hasta que aparecieran las cubiertas definitivas. No llegó a ser una «producción de caballetes», como dijo el titular del Smata, pero sirvió para ganar algo de tiempo.

Ese disgusto sobre la crisis de los neumáticos, aunque sin mencionar de manera directa al gremio que protagonizó aquel conflicto (el Sindica- to del Neumático, cuyos dirigentes responden políticamente al Partido Obrero), fue une de los límites que planteó Pignanelli durante un panel donde además de Gerardo Martínez también se sentaron el diputado Martín Tetaz y la empresaria María Eugenia Prado, de la firma logística Transporte Fríos del Norte. El panel fue coordinado por el periodista Hernán De Goñi y el banquero Juan Marotta.

El otro eje fue la litigiosidad laboral, que en la jerga de empresarios también suele ser denominada «industria del juicio».

La empresaria Prado, quien dirige junto a sus hermanos una empresa de logística que fundó su padre camionero, lo describió en un par de frases, de su propia experiencia. «Es un tema que se da mucho y últimamente pasa bastante. En nuestros caso, lo vemos con trabajadores que se dan por despedidos, van al mismo abogado, presentan la misma demanda y salen de testigos entre ellos.

Nosotros somos una empresa no tan chica, tenemos espalda, pero hay otros casos que sabemos que no».
Minutos antes, el titular de Ternium Argentina, Martín Berardi, había planteado que empresas y gremios tienen que adaptar sus convenios de trabajo a los cambios tecnológicos .

«No es cuestión de sacar (a la empresa) más de lo que tengo que sacar, y por eso perder más trabajadores», dijo Pignanelli. Su voz sonaba entrecortada, con dificultades para respirar, pero en el poblado auditorio del hotel Sheraton todos guardaban un llamativo silencio. «Lo que hay son las necesidades de los trabajadores y la posibilidad de la empresa. A la empresa no le puedo sacar más de lo que me puede pagar. Y sí le tengo sacar para que tengan una vida digna los trabajadores», planteó


Martínez también reclamó a los empresarios más responsabilidad. «Tiene que haber reforma empresaria. Hacer una autocrítica. Esto es una relación de a dos», dijo. Y cerró: «Me parece que vale la oportunidad, el desafío, para tener sindicatos fuertes, con comportamiento sano y trasparente. Y con empresarios que actúen con competencia leal. Sin empresas que pagan en negro».

Frente a frente. Los sindicalistas Pignanelli y Martínez, en el panel del que también participaron la empresaria Prado y el diputado Tetaz

Fuente: Clarín