Luis Beldi: El gran negocio financiero detrás del acuerdo de precios

Luis Beldi: El gran negocio financiero detrás del acuerdo de precios

En las cuevas diariamente se descuentan cheques a una tasa de entre 8 y 10% mensual, impuesto al cheque incluido. Cuando vence el documento, el cuevero no lo cobra. Va a la mesa del supermercado que lo deposita en un banco en una cuenta a su nombre.

Por Luis Beldi

El congelamiento de precios que, a la vista del consumidor, aparece como un acuerdo donde las empresas sacrifican ganancias a cambio de algunos beneficios por parte del Gobierno, no afecta al corazón de los negocios de los supermercados.

El que realmente arriesga en el acuerdo, es el fabricante que debe buscar financiamiento a tasas elevadas para producir alimentos y los demás bienes que entran en la lista de precios. Por supuesto, que esas tasas se las recarga al producto con creces antes de firmar el acuerdo. Esto explica que la leche haya aumentado 35% antes de congelar su precio. Ese 35% de aumento es un ingreso adicional que cuando entra al circuito del dinero se multiplica.

Los supermercados comercian esos bienes y el negocio de algunos de ellos se enriquecerse en la plaza financiera. Son los grandes mayoristas y la rueda de auxilio para todas las cuevas que descuentan cheques y que después no pueden justificar el efectivo.

En las cuevas diariamente se descuentan cheques a una tasa de entre 8 y 10% mensual, impuesto al cheque incluido. Cuando vence el documento, el cuevero no lo cobra. Va a la mesa del supermercado que lo deposita en un banco en una cuenta a su nombre. En la masa de dinero que mueve el super, ese ingreso no despierta alertas en la AFIP ni en el banco. En cambio, el cuevero que descontó el cheque a su cliente no puede depositarlo en una cuenta bancaria porque inmediatamente le saltaría un ROS (Reporte de Operación Sospechosa) al no poder justificar los volúmenes diarios de cheques que deposita porque es dinero en negro, no declarado.

Una vez que la mesa del super cobra el cheque depositado, llama al cuevero se lo entregó, le da el dinero menos una comisión de 5%, que incluye el impuesto al cheque. El super ganó en 24 horas 3,8%. Multiplique ese porcentaje por todos los cheques que deposita en el día y multiplíquelo por 30 y tendrá una ganancia financiera que jamás imaginó.

El negocio es redondo par ambas partes. El cuevero se hizo del efectivo sin pasar por el banco y llamar la atención de la AFIP y el super lo ingresó por sus flujos de fondos donde pasa desapercibido e incrementa notablemente sus ganancias.