El Gobierno proyecta triplicar los créditos hipotecarios en 2018
(La Nación, por Martín Kanenguiser) – El Gobierno planea concretar 50.000 créditos hipotecarios hasta fin de este año y triplicar ese número en 2018, según explicó el secretario de Servicios Financieros, Leandro Cuccioli, quien proyectó que para 2023 se podría llegar a entregar un millón de préstamos hipotecarios.
En tanto, los créditos ajustables por UVA comenzaron en mayo del 2016 con dos millones de pesos y acumularon $ 13.994 millones a fines de julio último.
Las cifras oficiales marcan que el Banco Nación (con $ 13.292 millones) otorgó la mayor cantidad de créditos entre enero del 2016 y fines del mes pasado, seguido por el Provincia ($ 4390 millones), el Ciudad ($ 4176 millones), Santander ($ 1701 millones), Macro ($ 1523 millones), Galicia ($ 1399 millones) y Banco de Córdoba ($ 854 millones).
El Santander entregó el 98% de sus créditos ajustables por UVA; el Provincia, el 89%; el Galicia, el 77%; el Ciudad el 60%; el de Córdoba, el 30%; y el Nación, el 12 por ciento. Cabe recordar que esta entidad pública se sumó a este plan a partir de la presidencia de Javier González Fraga, en enero último.
Pero por el crecimiento importante de la demanda en los últimos 18 meses del crédito hipotecario, Finanzas también quiere fomentar la oferta y por eso, en el marco del trabajo de coordinación que la cartera realiza con los bancos Nación, Provincia y Ciudad -cuyos titulares se reúnen al menos una vez al mes con Caputo y Cuccioli- se están fomentando los préstamos a los desarrollados inmobiliarios.
«La idea es financiar al desarrollador a 36 meses, a partir de la circular del Banco Central que habilitó esta iniciativa. Ya salieron el Ciudad y el Nación, mientras que el Provincia está por salir. Además, esperamos que los privados se sumen rápidamente», explicó Cuccioli.
El funcionario añadió que «hay mucho interés de los desarrolladores y, a los compradores, les permitirá sacar un crédito con el boleto, o si es desde el pozo, con una serie de requisitos».
Cuccioli, que es ingeniero industrial y tiene un MBA de la Stanford Graduate School of Business, descartó que las UVAs -que se ajustan por inflación- puedan desembocar un proceso similar a la circular 1050, ocurrido en la dictadura, cuando los créditos se volvieron impagables para los deudores, ya que se ajustaban por la tasa de interés de corto plazo.
En cambio, estos préstamos actuales se ajustan por inflación y la cuota no puede superar el 25 por ciento del salario. Si la inflación supera en más de 10 puntos porcentuales el salario, los créditos incluyen una cláusula obliga al banco a extender el plazo de repago. Además, subrayó que, «si se observa una serie larga, los salarios terminan superando a la inflación».