El Gobierno contaría con los depósitos del BCRA para cubrir el faltante de pesos

El Gobierno contaría con los depósitos del BCRA para cubrir el faltante de pesos

Podría utilizar parte de sus depósitos en el BCRA, vender DEG, vender dólares recibidos del BID o invitar provincias y/o municipios a incrementar su participación en las licitaciones

Persiste la incertidumbre en el mercado de deuda en pesos que reapareció en octubre: se redujo considerablemente el financiamiento neto que obtiene el Tesoro pese a ofrecer mayores rendimientos y acortar los plazos de colocación, según un informe de Ecolatina.

El crecimiento del stock de deuda desde 2019 hasta la actualidad estuvo liderado principalmente por la deuda en moneda local. La persistencia del déficit fiscal y el cierre de los mercados financieros obligaron al Gobierno a recurrir al mercado de deuda en pesos para cubrir sus necesidades financieras. 

A la restricción de acceso al crédito externo se le sumó en 2022 la demora en los desembolsos de Organismos Internacionales y la decisión del ministro de Economía, Sergio Massa, de no solicitar asistencia monetaria desde agosto hasta que termine el año, lo que situó al mercado de deuda doméstico como «la piedra angular del programa financiero».

«En este contexto, se comprende la decisión del Tesoro de canjear buena parte de la deuda que vencía en el último bimestre del año, principalmente con dos objetivos: 1) reducir los compromisos a afrontar para incrementar el financiamiento neto y 2) habilitar al Banco Central a desprenderse de los activos que compró para sostener la curva en los momentos de crisis», detalló la consultora.

Bonos duales

«Con relación a las cifras de la operación, los resultados se encuentran en línea con lo esperado: si bien el Tesoro logró patear buena parte de los vencimientos en el corto plazo con un nivel de aceptación del 61%, hubo una baja participación del sector privado pese a la doble cobertura que ofrecen los bonos duales. La adhesión del sector privado se deduce de las estimaciones sobre las tenencias del mismo sector público en los instrumentos a canjear (entre el 45% y 60% según el mercado). La operación permitió reducir los vencimientos para el último bimestre en $931.115 millones», agregó.

Los flojos resultados en las licitaciones de noviembre evidenciaron que el panorama aún no muestra signos de mejora. Noviembre finalizó con un financiamiento neto negativo de casi $2.500 millones (rollover de 99%), el peor desde el mes de abril (90% de rollover).

De esta manera, el financiamiento neto promedió menos de $37.000 millones para el último bimestre (rollover del 105%) cuando para el tercer trimestre se situaba arriba de los $350.000 millones mensuales (rollover del 224%).

A su vez, dado el deterioro de los títulos públicos nacionales en el mercado secundario el tesoro se vio obligado a acortar los plazos de colocación (pasaron de 8 meses en septiembre a menos de 4 en noviembre, excluyendo los bonos que integran encajes bancarios); evitar la utilización de instrumentos CER (con la intención de no convalidar las elevadas tasas reales que aparecen en el mercado secundario); y convalidar mayores rendimientos en los instrumentos a tasa fija.

Fuente: El Economista