El fraude se multiplicó y se volvió mucho más grande

El fraude se multiplicó y se volvió mucho más grande

Especialista en seguridad informática, se busca

En Argentina el delito de fraude bancario era tradicionalmente abordado por especialistas de diversas áreas de negocios o riesgo. Profesionales que no necesariamente están formados en tecnología de la información porque en los bancos tradicionalmente el fraude pasaba por otro lado y no en lo digital.

Pospandemia las transacciones se magnificaron en la web, y las entidades financieras trajeron a la mesa a clientes que antes usaban papeles en vez de documentos digitales. Así, los fraudes aumentaron un 300 % porque todos estaban en el mismo circuito.

El fraude fue mutando del físico tradicional al digital y las personas especializadas en el negocio o riesgo quedaron relegadas. Progresivamente, los bancos están comenzando a poner a la gente de seguridad informática a trabajar en la implementación de soluciones vinculadas al fraude digital y ese cambio impulsó aún más el uso de las tecnologías en la industria bancaria y financiera.

Asociados a una estafa o fraude

Hoy se estima que alrededor del 95 % de los delitos están asociados a una estafa o fraude, donde es frecuente la sustracción de la información de las personas, y que luego se comercializará en bases de datos en la Dark Web con un porcentaje “x” de éxito asegurado.

El fraude se multiplicó y se volvió mucho más grande, y para poder frenarlo sólo hace falta redescubrir lo que está sucediendo. Sin embargo, hay una gran falta de expertos y de soluciones en gran parte del mercado. Muchos de los bancos en Argentina no cuentan con soluciones de fraude dedicadas y especializadas, sólo tienen seguros contra fraude o soluciones que analizan posibles fraudes cuando se ejecutan las transacciones bancarias, lo que muchas veces se combina con una mala experiencia del usuario final.

Esto sucede porque en tan sólo dos o tres años los fraudes han evolucionado de tal manera que aún no se ha instalado como necesidad en la mente de los ejecutivos. En los próximos años, se espera que los temas referidos a fraude digital comiencen a ser tomados por las áreas de seguridad de la información, quienes cuentan con la posibilidad de una mejor respuesta y prevención a este tipo de ataques.

Esto viene de la mano con un cambio de paradigma sobre la perspectiva desde la cual se mira a la ciberseguridad, en cómo se comporta la tecnología al interior de las organizaciones. Los cambios suceden tan rápido en tecnología, y mucho más después de la pandemia.

Disminuir el impacto de los ataques

Si bien siempre vamos a estar un paso atrás, eso no es lo más importante, sino cómo responder rápidamente para cuidar el negocio y disminuir el impacto de los ataques. El manejo de transacciones es muy difícil de estimar porque los usuarios crecen día a día. No es posible delimitar todo lo que hay por proteger, varía según la industria, de cientos a millones de transacciones por segundo, y cada vez se va incrementando aún más.

Podemos decir que estamos ante un cambio cultural y de aprendizajes que se está volcando a lo digital. Esto sucede en toda la región, hay una necesidad de adoptar esta tendencia. Las expectativas para 2024 son tan altas como las demandas en materia de tecnología; sin embargo, se espera un gran auge de los especialistas en seguridad informática al frente del área de fraude de las entidades financieras, de cara a procesos más estables para abordar nuevas decisiones.

Fuente: Río Negro