El FMI se niega a aflojar la meta fiscal, Massa ajusta el gasto

El FMI se niega a aflojar la meta fiscal, Massa ajusta el gasto

En la segunda quincena retomó el recorte

Tras el cierre de las negociaciones con el Fondo por el cambio de la meta de reservas, y con la negativa oficial a la modificación en la de déficit primario, el ministro de Economía, Sergio Massa, le imprimió un nuevo torniquete al gasto público. Luego de dos semanas de ligera holgura, en la tercera semana de marzo el gasto público devengado cayó 21,8% en términos reales respecto de igual semana de febrero y 2,9% respecto de igual semana de 2022.

Según el monitor del ajuste fiscal de la consultora Analytica, las partidas en las que más se nota el ajuste interanual son las transferencias a las provincias, con una reducción real del 56,7%, las asignaciones familiares y la AUH con una baja del 29% y la obra pública con una caída del 16,4%. Los subsidios económicos en su conjunto aumentaron 37% por la demora la implementación de la suba de tarifas y el gasto en política social, 37%

Estas cifras contrastan con lo observado en las dos primeras de marzo en las que el monitor de Analytica había registrado mayor holgura en la evolución del gasto público con aumentos del 18,2% y del 10,8% intermensuales

En febrero el Gobierno ya no pudo compensar el agujero en los ingresos tributarios que dejó la caída en las retenciones a causa de las menores exportaciones agrícolas. Así, en ese mes el déficit fiscal anotó un salto interanual del 47,7% hasta los $228.134 millones en base caja.

Economía agoto la meta fiscal

Dicho en otras palabras, y sumando el rojo de $204.000 millones de enero, por la caída en los ingresos al fisco, solo en dos meses, Economía agotó el 98% de la meta fiscal para el primer trimestre, equivalente a $441.500 millones. Esto es, incluso, sin cumplir con el fallo de la Corte Suprema que obliga a Nación a aumentarle la coparticipación. Este incremento en el pago de coparticipación, para no afectar los montos que ya perciben las provincias, tiene un costo equivalente al 0,15% del PBI.

Entonces, para poder cumplir con la meta fiscal del primer trimestre, el único mecanismo disponible es recurrir al margen de deuda flotante que permite el Acuerdo Stand By, esto es la diferencia entre los gastos devengados y los que efectivamente se pagaron (denominado “en base caja”).

Durante las negociaciones con el FMI, Argentina enfatizó que el costo de la guerra en Ucrania para el país será de al menos USD12.000 millones a lo largo de 2023, además del impacto sobre la recaudación. Sin embargo, el organismo insistió en que se profundice el ajuste fiscal para no cambiar las metas.

Por tal motivo, cuando el 13 de marzo se confirmó que solo la meta de acumulación de reservas netas sería modificada, el ex viceministro de Economía, Emmanuel Álvarez Agis, planteó la necesidad de renegociar con el FMI explicando la imposibilidad de pago por razones de fuerza mayor, como lo es la peor sequía de la historia. En su paso por el Foro Nacional de Seguros 2023 la semana pasada, el economista y ahora director de la consultora PxQ enfatizó que no se trata de incumplir con el FMI para tener un festival de gasto electoral, y que “todos sabemos que no se va a cumplir”, producto de la sequía.

Fuente: BAE