El BCRA lleva vendidos US$1560 millones solo en lo que va de este mes

El BCRA lleva vendidos US$1560 millones solo en lo que va de este mes

La tendencia se confirma rueda tras rueda e inquieta al mercado por la escasa tenencia que acredita el BCRA; para intervenir está usando yuanes convertidos del swap chino

El Banco Central (BCRA) abrió ayer la última semana del mes volcando en el mercado otros US$95 millones de sus reservas propias o prestadas para poder dar curso a los pedidos de compra que habían superado los filtros oficiales y no podían ser abastecidos por la oferta privada.

De este modo, sumó 15 ruedas consecutivas cediendo reservas en intervenciones sobre el mercado (lo viene haciendo sin pausa desde el 3 de este mes), lapso en el que debió desprenderse de unos US$1560 millones. Acumula así el saldo más desfavorable además para un mes desde septiembre de 2020 (en plena cuarentena por la pandemia) cuando perdió US$1618 millones) algo en buena medida provocado por el daño que generó la sequía.

Y transita ya el peor mes de marzo en relación al saldo negativo por intervenciones sobre el mercado de los últimos cinco años, algo que, de mantenerse el ritmo de drenaje actual, amenaza con convertirse además en el peor desde la creación en 2003 del hoy muy eufemísticamente denominado “Mercado Libre y Único de Cambios” (MULC), si se llegara a quebrar el récord negativo de US$2040 millones registrado en igual mes de 2018.

Venta de reservas

A su vez, en lo que va del año ya lleva sacrificados unos US$2644 millones, aunque la suma escala hasta los “US$2928 millones si se considera lo vendido del 17 de enero a la fecha”, hizo notar el economista Amílcar Collante (CeSur) tomando como punto de partida el momento en que se inició esta racha vendedora.

Ayer, el ente oficial tuvo que aportar poco más del 33,5% de los US$284,27 millones operados de contado, otra venta gravosa si se recuerda que esas divisas fueron compradas “caras” (por la obligación impuesta por el dólar soja) o provienen de la reconversión de yuanes aportados por la parte monetizable del swap con China (del que ya se ejecutaron tres tramos equivalentes a unos US$1000 millones), es decir, dólares prestados a una tasa que en el mercado se estima del 7% anual, aunque desde el BCRA se niegan a confirmarla, al sostener que ese convenio tiene estatus confidencial.

Especulaciones válidas

Son especulaciones válidas ahora que se sabe que la posición de reservas netas líquidas es negativa en unos US$5000 millones y la posición neta total (sumando los DEG que mantiene y su posición en oro) apenas superaría los US$1000 millones. “Fernández asume con US$12.000 millones, hoy debe US$5000 millones”, consignó en Twitter el economista y consultor Fernando Marull.

Es algo que explica la desesperación que ganó en la última semana al Gobierno por la gravedad de la cuestión cambiaria (además de su impacto en la recaudación impositiva, al desplomarse también los ingresos por retenciones) y lo llevó a lanzar hace una semana un canje de deuda compulsivo y pesificador para bonos en poder de organismos públicos.

Es una iniciativa polémica que pareció inquietar a los ahorristas, que el pasado martes retiraron de los bancos US$45 millones, 0,275% del total de US$16.340 millones que estaban depositado, según datos oficiales. Ese goteo podría haber seguido en los días posteriores a juzgar por los US$54,4 millones en billetes que le pidieron ayer los bancos al BCRA para recomponer liquidez.

No cambia la hoja de ruta

Todo sucedió en una jornada en la que habilitaron un avance de $1,64 para el dólar oficial mayorista, que cerró a $207,02 y $207,42 por unidad para compra y venta, respectivamente. “Como en cada inicio de semana, el ajuste del tipo de cambio mayorista compensa los días sin actividad por el fin de semana y, en este caso, por el feriado del viernes pasado”, explicó el operador Gustavo Quintana, de PR Cambios.

Así, el peso acumula ya una devaluación frente al dólar estadounidense del 5,2% en lo que va del mes, que se amplía al 17,1% en lo que va del presente año, aunque ni con ese nivel de ajuste logra recomponer la competitividad perdida.

“Se extiende la resistencia oficial a acelerar el crawling peg, aun en medio de un drenaje de divisas que no se detiene, lo cual acentúa las preocupaciones sobre las escasas reservas netas. Por eso se descuentan inminentes nuevas medidas sobre la oferta y demanda de divisas”, observa el economista Gustavo Ber.

Fuente: La Nación