El aumento en a el circulante agrega más presión cambiaria previo lasa elecciones

El aumento en a el circulante agrega más presión cambiaria previo lasa elecciones

La emisión monetaria consolidó su cambio de dinámica, hacia un sesgo más expansivo, durante julio. Se trató del segundo mes consecutivo de crecimiento de los agregados, luego de cinco meses de un BCRA con actitud precavida, luego del shock de emisión generado por la primera ola de la pandemia. Si bien la base monetaria cayó en términos reales desestacionalizados, eso fue por la activa política de esterilización del Central, vía pasivos remunerados. El dinero circulante y los depósitos a la vista crecieron, y se convirtió en una amenaza de mayor presión cambiaria justo en los meses electorales y con una pelea del Gobierno contra la inflación.

Los números aun no están fuera de lo normal y la política monetaria para absorber moneda le viene resultando al BCRA para sostener la dinámica cambiaria: pese a las presiones generadas por el sector exportador durante el 2020, no hubo una megadevaluación. Sin embargo, la expectativa de que los envíos al Tesoro trepen hasta entre $700.000 millones y $1 billón durante lo que queda del año electoral, genera inquietudes entre analistas.

La política monetaria del BCRA moderó la variación de la base monetaria vía esterilización y, de hecho, en términos reales registró una caída de 0,8% desestacionalizada. Sin embargo, la dinámica expansiva de los agregados de junio-julio se observó en el dinero circulante y en los depósitos a la vista, que crecieron en ambas ocasiones.

El efecto de la emisión

Si bien la inyección monetaria de julio estuvo relacionada con el envío de recursos hacia los sectores más bajos de la pirámide de ingresos, eso no quiere decir que la cuestión esté libre de riesgos cambiarios. Tal como se vio durante el shock monetario de la primera ola, a medida que el dinero va circulando llega a las partes más altas de esa pirámide, que son las que tienen más acceso a las opciones que brindan los dólares paralelos para el ahorro.

En la primera ola eso se observó en la duplicación de los plazos fijos y cuentas corrientes de más de $20 millones: con salarios bajos y ganancias empresarias que mostraron mejor desempeño, el dinero se emite para IFE y termina yendo hacia arriba.

Desde el BCRA sostuvieron que, a diferencia de lo que ocurre históricamente, esta vez el circulante creció en la primera semana pero no se redujo en la segunda y tercera semanas. Eso se explicó por el ingreso en los sectores más vulnerables del 20% de AUH que Anses retiene anualmente a los beneficiarios, que se otorga contra presentación de certificados de escolaridad y vacunación. Se suele abonar en diciembre y esta vez se hizo en junio y julio. Además, la pandemia obligó a vacacionar en Argentina y eso generó que los pesos se quedaran. Con todo el circulante creció 1,8% mensual real desestacionalizado y los depósitos 2,1%.

EL PBI

Desde Equilibra aclararon que estas variaciones aun no resultan problemáticas, lo que se observa en la comparación contra el PBI, que se mueve aun dentro de una normalidad histórica. En ese sentido, desde el BCRA destacaron que el circulante está 1,4% por debajo del promedio 2010-2019.
Equilibra agregó: “ Si bien la expansión monetaria es orientada a los sectores de menores ingresos, el excedente de pesos termina permeando hacia agentes con mayor capacidad de ahorro que buscan dolarizar activos antes de las elecciones”.

Desde el BCRA sostuvieron que, a diferencia de lo que ocurre históricamente, esta vez el circulante creció en la primera semana pero no se redujo en la segunda y tercera semanas. Eso se explicó por el ingreso en los sectores más vulnerables del 20% de AUH que Anses retiene anualmente a los beneficiarios, que se otorga contra presentación de certificados de escolaridad y vacunación. Se suele abonar en diciembre y esta vez se hizo en junio y julio. Además, la pandemia obligó a vacacionar en Argentina y eso generó que los pesos se quedaran. Con todo el circulante creció 1,8% mensual real desestacionalizado y los depósitos 2,1%.

Desde Equilibra aclararon que estas variaciones aun no resultan problemáticas, lo que se observa en la comparación contra el PBI, que se mueve aun dentro de una normalidad histórica. En ese sentido, desde el BCRA destacaron que el circulante está 1,4% por debajo del promedio 2010-2019.

Equilibra agregó: “ Si bien la expansión monetaria es orientada a los sectores de menores ingresos, el excedente de pesos termina permeando hacia agentes con mayor capacidad de ahorro que buscan dolarizar activos antes de las elecciones”.

Fuente: BAE