Economía admite que la inflación seguirá alta

Economía admite que la inflación seguirá alta

Sergio Massa esperaba que en abril el índice se encuentre en la franja del 3%. Pero su vice salió a decir, tras conocerse el dato de enero (6%), que ahora esa meta pasaría para fin de año. Los economistas esperan que en febrero incluso vuelva a subir.

Sin respuesta en los precios. Sergio Massa recibió ayer en el Ministerio de Economía a representantes de Adimra y UOM en una jornada marcada por el dato de inflación de enero.

El primer mes del año encadenó tres períodos seguidos de aumento en el ritmo inflacionario, luego del 4,9 de noviembre y el 5,1 de diciembre. Los economistas consideran que los incrementos de precios de febrero pueden ser incluso mayores, por las subas de la carne y de los servicios. Con los 6 puntos de enero, la inflación acumulada en los últimos doce meses llegó a 98,8%. En el Ministerio de Economía ya reconocen públicamente que la baja de la inflación se demorará hasta el fin del año y el Gobierno tendrá que enfrentar la campaña electoral con la economía en crisis.

En medio de la fuerte suba de precios que no da tregua y tras el 94,8% en los doce meses de 2022, la inflación enero fue de 6%, según el índice de precios al consumidor. La cifra implica que la acumulación interanual asciende a 98,8%.

Como se preveía, el dato se ubicó por encima del 5,1% registrado en diciembre pasado y se alejó aún más del objetivo que se planteó Sergio Massa: que el índice de abril se encuentre en la franja del 3%.

Hasta fin de año

De hecho, el viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, admitió a través de Twitter que ahora esperan que la inflación «se acerque a 3%» para fin de año. «Seguimos trabajando desde la macro y desde la micro, para que la inflación baje significativamente, y esperamos que, hacia fines de año, el IPC se acerque al 3%, con inflación en el año rondando 60%».

Todo esto en medio de esfuerzos redoblados para controlar fijar precios, con el acuerdo con frigoríficos y supermercados para congelar el precio de siete cortes de carne y con el programa Precios Justos. La Secretaría de Comercio defendió ayer el programa.

Entre los componentes del índice se destacó el aumento de la división recreación y cultura: 9% en enero. «Principalmente por la incidencia que tuvo el aumento de los servicios de turismo a raíz de la temporada de vacaciones, y del servicio de televisión por cable», señalaron desde el organismo. Otros rubros con aumento destacado fueron vivienda, agua, electricidad y otros combustibles (8%), «impulsada en gran parte por el alza de las tarifas de servicios públicos», y comunicación (8%), «por las subas en los servicios de telefonía e internet».

De todas maneras, por su peso en el armado del índice, la división que más incidió en el 6% de enero fue alimentos y bebidas no alcohólicas.

Se destacó la suba de productos estacionales como las frutas y verduras

En este caso, el tomate redondo lideró el podio de aumentos con un alza del 64,8%; las naranjas, aumentaron 48,9%; las papas 24,7%, las manzanas deliciosas lo hicieron 31% y el limón se apreció 13,2%.

Otros productos de la canasta básica que picaron en punta fueron: el filet de merluza (14,2%); la gaseosa cola (12,6%), las galletitas dulces (8,7%), la harina común tipo 000, (9%).

La región con IPC más alto para el mes fue cuyo, que marcó 6,4%, por delante del 6,3% del Noroeste.

Hasta el momento, el IPC más alto de toda la gestión de Alberto Fernández fue el indicador del pasado mes de julio cuando llegó a 7,4%, siendo la marca más alta desde abril de 2002, cuando alcanzó el 10,4%.

Después de bajar al 4,9% en noviembre, el IPC subió al 5,1% en diciembre, pese a la ampliación de los acuerdos de precios. Ahora, las consultoras relevadas por el Central proyectan una inflación del 97,6% para 2023, por encima del 94,8% en 2022.

Los economistas que monitorean los precios hablan de un repunte en los precios en enero.

Para Martin Vauthier, economista de Anker, el dato de enero “muestra una aceleración respecto a noviembre y diciembre, más parecido a octubre”.

La suba del 6% conspira contra el objetivo oficial de llegar a abril con una inflación menor al 4%. “No vemos que vaya a desacelerar fuerte, y marzo es un mes de aumentos, con lo cual deja un piso bastante alto para 2023, en torno al 100%”, estimó Guido Lorenzo, director de LCG.

Para Ricardo Delgado, presidente de Analytica, el principal factor es la política cambiaria. “Con una brecha consolidada entre 90 y 100% en un contexto de escasez de divisas y excedente de pesos, parece difícil que las decisiones de precios no tengan en cuenta eso y desinflen las expectativas”. “El contrapeso es el ajuste fiscal, pero la economía ya ingresó en un régimen de alta inflación”.

De cara a los próximos meses, se esperan más tensiones.

«La inflación de febrero va a ser más alta que enero. Es inevitable», tuiteó el economista de la consultora Empiria, Juan Ignacio Paolicchi. «Las carnes aumentaron 15-20%, concentrado hacia el final del mes. Si en febrero se registra este aumento, la inflación arranca con piso de 1,5/2% por incidencia de carne».

“La economía ya ingresó en un régimen de alta inflación” (Ricardo Delgado, Analytica).

Fuente: Clarín