Cristina hablo de falta de coordinación y se desligó de la crisis

Cristina hablo de falta de coordinación y se desligó de la crisis

Pidió más dureza con los empresarios

La vicepresidenta Cristina Kirchner volvió a cargar ayer contra la gestión del Gobierno, al reclamar un freno al «festival de importaciones» que impacta sobre las reservas y a la «fuga» de dólares hacia el exterior. También pidió mayor presión sobre las empresas alimentarias, que, a su entender, son responsables de la inflación. En un intento por desligarse de la crisis económica, dijo que «estas cosas son para usar la lapicera», en directa referencia a Alberto Fernández, a quien le reclamó mayor «coordinación» entre el Banco Central, la AFIP y Economía.

También cargó contra los jueces por aceptar medidas cautelares de empresas importadoras, que permitieron «la salida» de US$1847 millones.

La vicepresidenta dijo que había que reducir los planes sociales, con una crítica a las organizaciones que «tercerizan» la
asistencia del Estado. «Eso no es peronismo», calificó.

Plenario CTA

Desde Avellaneda, donde cerró un plenario de la CTA, Cristina Kirchner volvió a cuestionar con dureza la gestión de Alberto Fernández y a marcar el rumbo que espera del Gobierno. Luego de repartir cuestionamientos a diestra y siniestra para ministros, funcionarios y aliados, puso el foco en el “festival de importaciones” y su impacto en la pérdida de reservas. “Hay un festival de importaciones desde hace tiempo y creo que el Gobierno debe pensar cómo articular más adecuadamente: Banco Central, Ministerio de la Producción, AFIP y Aduanas. Esto tiene que ser articulado, lo cual no estaría sucediendo”, advirtió.

Rodeada por Hugo Yasky, titular de la CTA, y Jorge Ferraresi, ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat y exintendente de Avellaneda, la vicepresidenta apuntó una y otra vez sobre la necesidad de que el Gobierno deje de preocuparse por “la relación de fuerzas” con las empresas y salga a presionar a formadores de precios, importadores y evasores.

Antes que ella, Yasky y Ferraresi habían dado ejemplos de “movilizaciones populares” que lograron torcerles el brazo a empresarios. “Me gustaría que cuentes en el gabinete nacional las cosas que hiciste, que te movilizaste, a ver si hacen algo”, le pidió Cristina a Ferraresi.

De principio a fin, el Presidente fue un destinatario tácito pero siempre presente en el discurso. “Yo desconfío de los que no les gusta mirar el pasado”, arrancó Cristina Kirchner, respondiendo al “mañana es mejor” que le había dedicado Fernández a comienzos del mes, en el acto por el centenario de YPF.

Empresarios

Al cerrar el discurso, 71 minutos después, volvió sobre Fernández, su relación con los empresarios, y le recordó el germen del Frente de Todos: el acto del 13 de abril de 2016, frente a Comodoro Py, donde Cristina propuso un “frente ciudadano”. Fernández, deslizaría en otro momento, no estuvo en esa movilización de apoyo. “Debemos apelar a nuestras mejores acciones y convicciones, como aquella, hace cinco años, cuando fundamos Unidad Ciudadana. Por eso hoy somos gobierno. No nos olvidemos de dónde venimos. Ganar la elección para no cambiar nada, mejor quedarse en la casa”, disparó Cristina.

Más allá de las críticas, el eje del discurso estuvo puesto en la “economía bimonetaria” del país y en advertir que no es el déficit fiscal el origen de la inflación que golpea a la economía y al Frente de Todos. Para eso, la vicepresidenta desplegó tablas sobre déficit fiscal primario y total, la Balanza comercial y la presión tributaria de los países del G-20. En todos los casos, la Argentina aparecía en mitad de tabla.

“¿Cuál es el problema entonces? Las ganancias de las empresas”, fue su primera hipótesis, para denunciar la multiplicación de dividendos de empresas –que no identificó– en medio de la crisis. Pero no se detuvo allí: remarcó que la Argentina integra el podio mundial de evasores y de fuga de capitales, para retornar al punto central: “El gran problema es la escasez de dólares y la economía bimonetaria. La Argentina produce dólares, pero se evaden”, acusó.

Importaciones

Fue entonces que apuntó a desmanejos y maniobras para inflar importaciones. “Hay un festival de importaciones desde hace tiempo. En la Argentina, 600 empresas explican el 75% de las importaciones. Y el otro 25% lo explican 24.000 empresas”, dijo la vicepresidenta, para señalar que sobre esas 600 empresas deben apuntar los funcionarios. Y arengó: “Estas cosas son ‘usar la lapicera’. No hay que agarrarse de los pelos. No hay que agacharles la cabeza [a los empresarios]”.

“¿Quiénes han aparecido también en el mundo de las importaciones?”, se preguntó Cristina Kirchner, para responderse: “Los jueces y los fiscales. Entre enero de 2021 y marzo de 2022 salieron del país 1847 millones de dólares de importaciones autorizadas por jueces y fiscales, con amparos”. Fue entonces que puso la mira en el juez de la Corte Carlos Rosenkrantz, quien en una conferencia en Chile señaló que no hay recursos suficientes para sostener que detrás de cada necesidad existe un derecho. “¿Ven? Esos jueces no siguen la doctrina de Rosenkrantz: donde hay una necesidad de dólares, allí habrá un juez y un fiscal para darles dólares a los importadores

Frente de todos

Luego de afirmar que espera que el flamante ministro de Desarrollo Productivo, Daniel Scioli, y el nuevo titular de Aduanas, Guillermo Michel, “puedan reencauzar las cosas”, Cristina Kirchner recordó el proyecto de ley de blanqueo para pagarle al FMI que espera en Diputados. Y volvió sobre Fernández: “Que nadie se preocupe: la unidad del Frente de Todos nunca estuvo ni estará en discusión”.

Sin olvidar a Mauricio Macri –“la ultrainflación es producto del endeudamiento criminal del macrismo”, dijo–, el final del discurso estuvo marcado por un reclamo para reducir los planes sociales, una fuerte crítica a las organizaciones que “tercerizan” la asistencia del Estado y un dardo al Movimiento Evita, aliado de Fernández. “Eso no es peronismo. No es depender de un dirigente barrial para que me dé el alta o la baja. Y sobre todo las mujeres, que son las más explotadas. “Si Evita los viera, mamita…”.

Cristina Kirchner vicepresidenta:

“A mí no me interesa quedar bien con ningún funcionario. Me importa un pito. a mí me importa quedar bien con los argentinos”

“Tengo expectativas en que Scioli pueda reencauzar las cosas. Y que nadie se preocupe: la unidad del Frente de todos nunca estuvo ni estará en discusión”

“El déficit fiscal no necesariamente es el causante de los desmadres económicos y de la superinflación”

Fuente: La Nación