Con el dólar estable los ahorristas comienzan a mirar las colocaciones en pesos

Con el dólar estable los ahorristas comienzan a mirar las colocaciones en pesos

La última semana rendían en promedio 2%, por encima del resto de las alternativas de renta fija.

Con el dólar estable y un horizonte de desaceleración de la devaluación por delante, los ahorristas miran con algo más de cariño a las colocaciones en pesos. En las últimas semanas, los títulos que se ajustan por la inflación se convirtieron en los favoritos de los inversores.

Los bonos CER tienen dos componentes. Por un lado está el cupón de interés que oscila en torno al 1% y por otro un rendimiento equivalente a la inflación. Estos títulos empezaron a remontar cuando el Indice de Precios al Consumidor (IPC) metió una marcha más.

Desde el último trimestre del año pasado muestran rendimientos en alza, que se potenciaron al conocerse la inflación de 4% de enero y las estimaciones del mercado que ven al índice en torno a 50% este año.

«Los bonos CER son el vehículo ideal para favorecerse de la suba de precios: mientras más alta sea la inflación, mayor será el ajuste que obtendrá nuestro capital invertido. Desde el año pasado son los bonos estrella del mercado», señalan desde el Grupo Cohen.

Bonos CER

Entre octubre y enero en promedio la ganancia de los bonos CER fue del 20%. Con esto le sacaron ventaja a los bonos a tasa fija -que rindieron 9%- y a los títulos dollar linked, con 7%. Javier Rava, de Rava Bursátil, apunta que «en tanto se mantengan las elevadas expectativas inflacionarias y no se tomen medidas que puedan regularlos, los bonos seguirán siendo los favoritos ante los inversores que buscan cobertura y mantener una tasa real positiva».

En febrero el atractivo de estos títulos se mantuvo. Portfolio Personal Inversiones señala que en la segunda semana del mes «toda la curva CER mostró una suba promedio del 2%».

José Bano, de Invertironline, detalla que estos títulos en 2020 «empezaron un rally impresionante de suba que permitió duplicar los pesos en un año». A causa de ese rally una de las particularidades de estos bonos es que los más cortos, los que vencen entre este año y el próximo, tienen rendimientos negativos y no llegan a cubrir la inflación, mientras que los más largos promedian rendimientos del 8%. «Hay que optar por los bonos con vencimiento a partir de 2024», di»Argentina ce Bano.

En este marco, los bonos más cortos rinden entre -12% (el que vence en dos meses) y 2% (el 2023) y los más largos entre 3,8% (el 2024) y 9% (el cuasi Par que vence en 2045). «Los bonos más largos son aquellos que brindan rendimientos más grandes, pero como regla general, hay que recordar que mientras más lejano sea el vencimiento, más riesgo se asume», indican desde Cohen.

¿Estos bonos tienen riesgo de default?

Pese al atractivo de los rendimientos, muchos inversores se resisten a apostar al peso y temen que sus tenencias queden incluidas en el riesgo de default cuasi permanente de la economía argentina.

¿Es tan así? necesita a toda costa del mercado de deuda doméstica, por eso vemos una baja probabilidad de un default local. Agregando a esto, está el antecedente de que en la última reestructuración de la deuda los bonos CER no resultaron afectados», responden desde Cohen.

Hasta el arranque de febrero, los bonos CER compartían las preferencias de los inversores con los bonos dollar linked, instrumentos con rendimientos en pesos ligados al dólar oficial. Pero a medida que fue quedando claro que la intención del Gobierno es que este año el ritmo de la devaluación aminore, el interés por estos últimos se fue desinflando.

Así, la semana pasada, los títulos dollar linked T2V1 y TV22 cayeron 3,5% y 2,5% respectivamente, con lo que rinden -1,2% y -1,6%. Los dollar linked parecen seguir la misma suerte que las tasas de los contratos de dólar futuro, que pasaron del 60% al 40% en poco más de un mes.

Detrás de esta movida está la convicción de que, de cara a las elecciones, el Gobierno entrará en una nueva fase de atraso cambiario. Para explicar la divergencia entre la suba de los bonos CER y la baja de las tasas de los futuros, el economista Nery Persichini tuiteó:

«El mercado le cree más al Guzmán ‘atrasador del tipo de cambio’ que al Guzmán ‘desinflador de precios’. En el corto plazo, se puede dar. Pero, a la larga, ya conocemos el final».

En el mercado aseguran que es muy baja la probabilidad de un default de estos títulos.

Fuente: Clarín