Cócteles y espías: el escándalo que sacude a la banca suiza

Cócteles y espías: el escándalo que sacude a la banca suiza

Día de año nuevo en la exclusiva localidad suiza de Herrliberg. A orillas del lago Zúrich, el consejero delegado de Credit Suisse, Tidjane Thiam, celebra un cóctel en su casa para celebrar el inicio de año. Entre los 60 invitados a la fiesta se encuentran los principales ejecutivos de la firma suiza y también uno de sus vecinos, Iqbal Khan, jefe de gestión de patrimonio de Credit Suisse, a quien acompañaba su esposa.

Según refiere Bloomberg citando a personas que asistieron al evento, la velada transcurrió con normalidad hasta que Khan hizo un comentario burlándose del estado de unos árboles que estaban en el jardín de su superior y vecino. Momentos después, Thiam tocó el hombro de Khan para pedirle explicaciones. Los dos hombres bajaron por unas escaleras y discutieron acaloradamente.

Terremoto en Credit Suisse. Una crítica sobre un jardín encendió el conflicto. La firma pierde us$3.436 millones desde que investiga el espionaje

El estado del jardín, fue la chispa terminó de encender el cada vez mayor deterioro de la relación con su superior, y según Bloomberg, prendió la mecha de uno de los mayores escándalos que ha sacudido recientemente las tranquilas aguas de la banca suiza, al influir en la salida de Khan. El banquero terminó abandonando Credit Suisse el pasado 1 de julio y posteriormente fue sometido a una investigación por espionaje.

El 17 de septiembre Khan se percató de que le estaban siguiendo. En una esquina cercana al banco central suizo, Khan se quedó esperando y entonces se inició una pelea. Las versiones que rodean al suceso difieren. Mientras que Khan sostiene que tres hombres le siguieron a pie y en coche por las calles de Zúrich, un detective de Investigo, la firma de investigación encargada del seguimiento, entregó una declaración jurada a las autoridades contando unos hechos radicalmente distintos. Según el detective, él estaba solo en ese momento y en vez de perseguir a Khan, sostiene que fue el ejecutivo el que le persiguió a él. Tras la trifulca, Khan denunció los hechos ante las autoridades suizas, que a día de hoy, permanecen investigándolos por la vía criminal.

El pasado 1 de octubre, la situación llegó a su punto álgido. Khan comenzó en su nuevo puesto como copresidente de gestión de patrimonios de UBS, el mayor rival de Credit Suisse en Zúrich, y el consejo de Credit Suisse publicó los resultados de una investigación interna realizada por la firma legal Homburger sobre el espionaje. Ese mismo día la mano derecha de Thiam, el responsable de operaciones Pierre-Olivier Bouée, y el jefe de seguridad de Credit Suisse presentaron sus dimisiones por –según indicaron los resultados de la investigación interna– haber ordenado y hecho posible el espionaje respectivamente.

A través de un intermediario, el jefe de seguridad contrató al despacho de detectives Investigo para llevar a cabo la tarea. También el mismo día 1 de octubre, un abogado de Investigo anunció que el intermediario que contrató a la agencia de detectives en nombre de Credit Suisse se había suicidado de un disparo.

Según el informe de la investigación interna, Bouée dio la orden por su propia cuenta “sin hablar de ello con el CEO ni ningún otro miembro del consejo” porque temía que Khan “representara una amenaza para los intereses económicos y legales de Credit Suisse”, detalla el documento.

Las pesquisas realizadas por Homburger concluyeron que Khan fue espiado entre los días 4 de septiembre y 17, cuando tuvo el incidente con el detective. Asimismo, no encontró pruebas de que el espionaje tuviera que ver con las diferencias personales entre Iqbal Khan y Tidjane Thiam.

“Negamos enérgicamente cualquier afirmación que ponga en duda la integridad de nuestro CEO”, afirmó en una rueda de prensa Urs Rohner, presidente de Credit Suisse. “La orden del espionaje fue un error que no representa nuestros valores, los responsables de la observación no deberían de ser empleados del grupo” concluyó Rohner.

Cinco Días