Caputo pido a los empresarios precios «razonables» y aseguro: se va a “convivir con un tipo de cambio más apreciado”

Caputo pido a los empresarios precios «razonables» y aseguro: se va a “convivir con un tipo de cambio más apreciado”

Aseguró que, con equilibrio fiscal y superávit comercial y de cuenta corriente, se va a “convivir con un tipo de cambio más apreciado”; dijo que no controlan precios, sino conductas

El ministro de Economía, Luis Caputo, defendió el valor del dólar y negó controles de precios, pero pidió a unos 500 empresarios que lo escuchaban atentamente “niveles más razonables”. No se detuvo solo en eso, sino que agregó que no hay motivos macroeconómicos para que haya inflación en la Argentina, afirmó que la idea sigue siendo bajar impuestos y quitar el cepo y los arengó a invertir.

En un encuentro organizado por el Ieral de la Fundación Mediterránea, Caputo se mostró confiado respecto de la desaceleración en el ritmo de aumento de los precios y se animó proyectar: “Este mes se van a llevar una sorpresa [positiva] con la inflación núcleo. Y en mayo seguirá bajando. Somos muy optimistas con el proceso de desinflación”.

De todos modos, no dejó de advertir que “hoy en muchos sectores los precios en dólares y en pesos quedaron totalmente desfasados y la gente no se los convalida”. “Algunos empresarios lo están entendiendo”, dijo. Y agregó: “Si la mayoría [de los empresarios] tomara esto como válido la economía se recuperaría mucho más rápido, porque si los empresarios pusieran los precios a niveles más razonables venderían a esos nuevos precios y la economía se recuperaría y creceríamos y tendríamos superávit y bajaríamos impuestos”.

A partir de mayo estarán bajando los precios

Aprovechó el momento en el que se le preguntó por el caso de las prepagas para afirmar que, a partir de mayo, estarán bajando los precios que habían aumentado en forma desmedida. Respecto de este tema, aclaró: “Muchos criticaron que nos habíamos vuelto ‘kirchneristas’, o yo en particular ‘morenista’. Nosotros no controlamos precios, controlamos conductas. Si hay una conducta no acorde, cartelista, y se prueba, debemos actuar para corregir la situación”.

Siempre en lo que se vio como una interpelación a los empresarios que lo escuchaban atentamente en primera fila –intercalando algún que otro aplauso–, el ministro señaló: “Pasamos de una situación de crisis a una de equilibrio fiscal, superávit comercial y superávit de cuenta corriente. Nuestra función es arreglar la macro y convencerlos a ustedes de que hay una oportunidad, porque la recuperación viene mucho de la mano de la microeconomía”.

Luego de enumerar logros que, según dijo, no se han visto en varias décadas, enfatizó su pedido al sector empresarial.“Silosempresariosapoyan este cambio, no solo con el voto, sino con las acciones e invierten, la economía va a crecer, si la economía crecevamosarecaudarmás,sirecaudamos más vamos a tener superávit y a bajar los impuestos”, destacó.

“No quiero parecer soberbio”

Remarcó, antes de decir que a él y al Gobierno en general no les sorprende lo que están logrando. Lo más importante en este momento es garantizar esta estabilidad. La sorpresa no son los resultados, la sorpresa es que la Argentina haya hecho lo que hay que hacer. Ya empezamos a ver una recuperación del salario real. El salario privado registrado subió en febrero 14,1% versus una inflación de 13,2%. En general, estos indicadores suelen ser una señal de una recuperación”.

Era ineludible un párrafo para el tema cambiario y allí Caputo también se mostró firme. “Nosotros no nos ponemos una meta de tipo de cambio real; no nos parece razonable porque hay tantos factores que influyen en distintas épocas en la medición de ese tipo de cambio que comparar un año con otro no nos parece una comparación válida. Está claro que mucha gente mira eso, no lo ignoramos”, explicó.

En el mismo sentido, añadió: “Cuando ves el tipo de cambio real de situaciones de más confianza, el promedio es de $560 a precios de hoy; el tipo de cambio de la convertibilidad es $550, la mitad de lo que es hoy el contado con liqui. Naturalmente, vamos a convivir con un tipo de cambio más apreciado muchachos, esto es una obviedad.

Tenemos equilibrio fiscal, superávit comercial, superávit de cuenta corriente. No podemos comparar la situación actual con la de hace cinco meses, es errónea. Esa apreciación vino, más o menos, para quedarse. No se engañen más. No esperen más el cimbronazo. Esto pasa cuando se hacen los deberes. Sí, el tipo de cambio se aprecia”.

Ante los empresarios, hubo también mención a la eventual salida de las restricciones cambiarias

“¿Se podría sacar el cepo hoy? Podría ser, pero no vamos a correr ese riesgo porque no hay certeza de que va a ser sin ningún sofocón. Preferimos seguir con los pies sobre la tierra”, explicó el ministro de Economía. Respecto de la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por un nuevo acuerdo que, según los analistas, podría aportar fondos frescos para ayudar a esa salida del cepo, el ministro dijo que se está “arrancando”. Y señaló que el FMI está sorprendido con los resultados del plan del Gobierno (por ejemplo, la recuperación de las reservas), pero que –por eso mismo– no tiene incentivos para acelerar las conversaciones.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ya está en la Argentina. Funcionarios técnicos del organismo buscan avanzar en la próxima revisión del programa aprobado durante el gobierno de Alberto Fernández. Una vez terminada esa auditoría, y siempre sujeto a la aprobación final del directorio, la Argentina recibirá un nuevo desembolso de alrededor de US$1000 millones. Los funcionarios se quedarán hasta mediados de la semana.

“Un equipo técnico del FMI se encuentra en Buenos Aires para la 8ª revisión del SAF [Servicio Ampliado]. Proporcionaremos actualizaciones a su debido tiempo a medida que avancen las discusiones en las próximas semanas. El objetivo del Fondo sigue siendo apoyar los esfuerzos en curso de las autoridades para restablecer la estabilidad macroeconómica, apoyar a las familias trabajadoras y sentar las bases de un crecimiento más sólido y sostenible”, dijeron en el Fondo.

Visita del FMI

La llegada de los técnicos del organismo ocurre luego del viaje del jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el jefe del Palacio de Hacienda, Luis Caputo, a Washington junto con el resto del equipo económico para participar de las reuniones de primavera del Fondo y el Banco Mundial. El trabajo, prevén en el Gobierno fuentes oficiales, estará terminado para fines de mayo o principios de junio a más tardar.

Entonces se trató de una visita con reuniones de alto nivel que sirvió para renovar el respaldo a los primeros resultados logrados por el gobierno de Javier Milei, pero también enfrió las expectativas sobre la posibilidad de recibir, ahora, fondos frescos por US$15.000 millones para apuntalar el programa económico.

El Fondo y Departamento del Tesoro elogiaron en Washington los “impresionantes” avances logrados en los primeros meses de la gestión de Caputo, en particular la baja de la inflación más pronunciada que la prevista originalmente y la acumulación de reservas, una variable sensiblemente importante para el Fondo. Pero los mensajes oficiales también dejaron en claro que queda trabajo por hacer para terminar de perfilar el programa económico y sacar al país de una profunda crisis económica de varios años.

Gita Gopinath, la número dos del Fondo, que se reunió con toda la delegación argentina en Washington y estuvo recientemente el país, elogió los esfuerzos oficiales para encarrilar la economía, y a la vez mencionó que discutió “planes para profundizar el progreso” del programa. Y el Tesoro pidió “continuar los esfuerzos para proteger a los más vulnerables durante un difícil proceso de estabilización”.

Los mensajes que han ofrecido el Fondo, el Tesoro, y la lectura de inversores y analistas que estuvieron en Washington y que siguen de cerca a la Argentina ofrecen un menú de temas pendientes en la política económica.

En esa lista aparecen, primero, la tarea de mejorar la calidad del ajuste fiscal para repartir la carga del ajuste, proteger a los más vulnerables –un mensaje recurrente que baja desde Estados Unidos– y darle sustentabilidad al superávit logrado en los últimos meses, que el presidente Milei calificó de “milagro económico”, y que proviene, en gran medida, de la llamada “licuadora”, la licuación de gastos.

Otro tema pendiente en la mente de los inversores es si Milei logrará amalgamar suficiente respaldo político para sacar reformas del Congreso. Y otra discusión que comienza a ganar tracción es, una vez más, el valor del dólar y la política cambiaria del Banco Central.

El Banco Central ha recortado la tasa de interés –a contramano de lo que sugieren los libros para un plan de estabilización– y varios economistas advierten que el dólar ya está atrasado porque la tasa de devaluación, o el llamado crawling peg, corre detrás de la inflación mensual. Es uno de los temas más ásperos en una discusión mucho más amplia que se perfila sobre el futuro del programa económico luego de los avances alcanzados en estos meses.

Rodrigo Valdés, director del Departamento del Hemisferio Occidental, dijo la semana pasada que las conversaciones actuales entre el Gobierno y el Fondo están enfocadas en mejorar la “calidad y durabilidad” del ajuste fiscal, y en cómo adaptar la política monetaria para reforzar la caída de la inflación y la acumulación de reservas.

“Nuestras discusiones se han centrado en políticas para mejorar la calidad y durabilidad del ajuste fiscal que todos conocen bien, y también en cómo ajustar mejor las políticas del Banco Central para continuar reduciendo la inflación y reconstruir las reservas”, indicó Valdés en su última conferencia de prensa, al responder preguntas sobre la Argentina.

Fuente: La Nación